lunes, 13 de febrero de 2012

quinchito bonaerense

Charlita bonaerense del Ámbito Financiero de hoy, en crudo. Saque Ud mismo sus conclusiones y hágame el analisis del texto y filtre el cristal con que mira el medio en el que se publica

el peronismo de la provincia de Buenos Aires aportó la primera señal fuerte del año en una cumbre que marca lo que va a pasar con esa formación en el resto del año, y más allá. Fue la cena que organizó Carlos Kunkel -presidente de la «peña» de esa agrupación, que suele reunirse cada dos semanas en salones y tanguerías de la Capital Federal- en el Centro de Industriales Panaderos de La Matanza como corolario de la visita que hicieron la mayoría de los legisladores peronistas de ese distrito a la Universidad de La Matanza el jueves. Quizás para disipar los términos de la vieja dialéctica de «alpargatas si, libros no», esa visita la organizaron en una universidad emblemática del conurbano, pergeño hace años de quien fuera el hombre fuerte del distrito, Alberto Pierri. No sólo eso: además le prometieron a los académicos que los recibieron que esa casa será convertida en el «think tank» del bloque peronista en Diputados para asesorar a todas las comisiones y que será la cabeza de un grupo de universidades nacionales que aportarán lo suyo. 

Tanta generosidad discursiva encerró algo más importante: con Julián Domínguez a la cabeza como presidente de la Cámara, el peronismo bonaerense intenta ponerse al frente del peronismo nacional, después de un período en el que a ese cuerpo lo condujo un hombre como Eduardo Fellner, con terminal absoluta en la Casa de Gobierno. En la cena -asado, empanadas, variedades de horno producidas por los dueños de casa, los panaderos- los asistentes festejaron que volvieron los tiempos de Alberto Balestrini y de Eduardo Camaño, los hombres del peronismo provincial que presidieron la Cámara en este ciclo. En las mesas, un seleccionado de legisladores de todos los palos: ortodoxos como Jorge Landau, Graciela Gianetassio, Carlos Gdamsky (de la UOM), el local Luis Cigogna, José María Díaz Bancalari, que convivieron con un padrón de llegados de otras fuerzas, como los exaliancistas Diana Conti y Adriana Puigrós o sueltos como Eric Calcagno, para entonar la evocación del exvicegobernador, que sigue impedido por un coma desde hace más de dos años, de quien rescataron que fuera el bastonero de un peronismo más fuerte que el que mostró hasta ahora. Con una Presidente y un gobernador que no tienen reelección, los peronistas de Buenos Aires -que tienen el partido más orgánico de todos los del sector porque es una verdadera cooperativa de caciques con proyecto propio- se sienten con la necesidad de armar un juego propio.
La cena, a puertas cerradas y sin fotógrafos, dio lugar a algunas cachadas, como la ovación que recibió Díaz Bancalari cuando entró al comedor. «¡Mono!, ¡Mono!», lo jalearon como si fuera José María Gatica, en capciosa solidaridad por los golpes que recibió el martes al salir de la Casa Rosada después de un acto por Malvinas. Víctima de ese ataque canalla, movió a sus colegas a iniciar una querella para saber quiénes fueron los agresores y buscar su sanción, algo que puede facilitar la fuerza policial que cuidaba los alrededores de la Plaza de Mayo y que dejó que esos agresores se acercasen tanto a las celebridades allí presentes. Lamentaron los comensales, a medida que avanzaba la noche, de que dirigentes de otros partidos hubieran sido más bien tímidos en la condena. Si las trompadas las hubieran recibido Ricardo Gil Lavedra o Patricia Bullrich, que también estaban ahí -se preguntaban estos peronistas- ¿qué habría ocurrido? Habría sido, se resignaron, un escándalo nacional que todavía duraría. 
Se preocuparon por el estado del «Mono», a quien atendieron al día siguiente en una clínica; aunque luce fortachón y se lo vio veloz al escapar de la horda, Bancalari tiene un par de stents en las coronarias y, menos sabido, hace algún tiempo fue operado de una cadera. Si hubiera caído al suelo y hubiera recibido patadas las consecuencias podrían haber sido más graves. 
No todo fueron risas, porque el peronismo bonaerense tiene más de un cabo suelto; es cierto que Balestrini nunca pensó en una crisis como la que ha tenido en la cúpula por su enfermedad. Lo habían puesto a Hugo Moyano sin imaginar jamás que iba a hacerse cargo del partido por su tarea en la CGT. Tampoco que Cristina Álvarez Rodríguez -un personaje que no tiene gravitación propia y se referencia en Daniel Scioli- pudiera reemplazarlo, como ha ocurrido ahora, y seguirá ocurriendo, porque a nadie se le ocurre que haya ningún movimiento para desplazarla. Caciques de tanto peso y pretensiones como Domínguez, Aníbal Fernández y otros que se prueban trajes a futuro no pueden pensar en que ella les haga sombra. Para los aficionados a las señales: llamó la atención de muchos la ausencia de Carlos «Cuto» Moreno, a quien todos sindican como uno de los ojos de Olivos en el bloque. También la docilidad para moverse en ese padrón de kirchneristas -por ahora- de Mabel Müller, diputada que fue del círculo íntimo de Eduardo Duhalde, de quien parece definitivamente alejada. Fue muy preguntada por la situación de salud de su marido Oscar Rodríguez, quien se repuso ya de un susto cuando navegaba en un crucero. 
http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=624168






4 comentarios:

Anónimo dijo...

CUANDO LEI EL TITULO PENSE QUE DE LA SOTA BAJABA A LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES....

Capitán Yáñez dijo...

Celebro que no se haya caído del techo, cumpa. A mí hace un mes se me dio por hacer de pintor, con removedores, lijas y todos los chiches. Me arrepiento profundamente, pero ya no hay vuelta atrás. Y sigue.
No hay cristal que valga ni mucho para analizar: esta vez al compañero gobernador no le alcanzarán la cara de póquer, las invocaciones a la nada, ni partidos de fútbol ni las piernas de Karina. Se sabe: el camino de la Casa de Gobierno provincial a la Rosada es todo lo contrario a un sendero de pétalos de rosa (tanto que nadie llegó de una a otra). La muchachada lo espera al gobernador con el cuchillo entre los dientes, y el gobernador, ahora sí, va a tener que hacer ejercicio de muñeca política. Sale solo el chiste fácil: como tiene una sola muñeca la cosa le va a resultar doblemente difícil... pero es así nomás.
La ausencia del Negro Moreno no puede llamar la atención: el Flaco Kunkel y el Cuto juntos viene a ser como si hubiera estado Cristina... una torpeza impropia de nuestra Jefa.

Anónimo dijo...

Para Capitán Yáñez llegaron 2 gobernadores de BS ,AS.Mitre y Duhalde . Un saludo TOMÁS GIGLI

profemarcos dijo...

Duhalde llegò de una manera "rara" saqueos de por medio.... y a Mitre ¿quién lo eligiò? si abandonó la gobernación de manera escandalosa