martes, 21 de septiembre de 2010

Preferiría pensarlo

Ojalá, dice Alejandro de "La Barbarie", uno de esos tipos que piensan bien y dicen mejor. Ojalá dice y felicita al gobierno de Mujica por no permitirle a un buque ingles en viaje a Malvinas el usar los puertos de la oriental republica taponita.

Lo que no alcanza a escarbar (simplemente por que no es el motivo de su post) el joven progresista es que ciertos sectores de izquierda latinoamericana han sido funcionales en otros aspectos a la decisión inglesa de quedarse y explotar economicamente Malvinas.

De todos los paises el que más me preocupa es Chile. Ruego al altísimo que la derecha chilena no nos de dolores de cabeza.

La izquierda chilena le ha sido contestes a un proyecto pergeñado desde derecha pero que encuentra un común denominador: la deconfianza hacia sus vecinos.

No intentemos hacer creer que el sol no está, por que el idealismo que anida en nuestros espíritus lo tape con sus manecitas.

Los cañones de la república longilinea nunca apuntaron hacía el pacífico.
Marcha de la FACH (je, je no es un apócope)

Con Laguna del Desierto creímos que se terminaban nuestros dolores de cabeza, ahora sabemos que los problemas de límites no cesarán por que las placas tectónicas se mueven y cambian los hitos.

Encima ciertoss sectores de la progresia argentina les hace el juego. Hacen gala de un suicida antibelicismo, ademas de un ecologismo in extremis que parece querer dejarle los recursos naturales a generaciones foraneas y venideras que se harán de ellos con solo disponer de un batallón de boys-scouts.

Ese progresismo argento (hijo del "ubi bene-ubí patria" de los que huyeron de guerras europeas) se empantanó en la confluencia entre sus principios rectores y algunos objetivos concretos de la inteligentzia chilena dandole rienda suelta a fantasías tales como el indigenismo irredento que de hacerse realidad haría de una artificial nacion indigena en la patagonia y por supuesto alimento para la ameba pinochetiana (*). Algo muy distinto al indigenismo de Evo Morales que fue hacia la casa de gobierno y no hizo estallar el estado boliviano que ya era una división inducida del estado sudamericano que no pudo ser, tanto como son la Argentina y Uruguay.

No quiero caer en la raya entre la la cordura y la locura y subirme al caballo de la primer teoria conspirativa que aparezca en el espacio que va entre oreja y oreja (mias) pero veo en la utopía de la nacion mapuche (o la que sea) la influencia de la
ameba de derecha chilena, y por supuesto la conveniencia de la rubia albión -que nunca es potencia y siempre es acto- y su desesperación por tener costas en las que sus buques recalen.

Estas lineas no elijen la guerra antes que la paz, macanas... hacen incapié en a veces cierto fundamentalismo pacifista es funcional al belicismo, al expansionismo decimonónico, a la expoliación. Tampoco fueron concebidas para reprochar la defensa de los pueblos que estaban aqui cuando se produjo la oleada conquistadora europea (originarios no, son tan venidos de fuera del continente como mi abuelo sirio-libanés), esos pueblos por su calvario deben ser reparados, eso si crear nuevos estados o hablar de independencias soberanas es una soberana estupidez a la que otros -que, no lo duden, están detrás- sabrán sacarles debido provecho.

Ojalá (si D'ios quisiera) a esta derecha chilena no le serían facilitadas las cosas.

Ojalá esta centroizquierda argenta no seguiría siendo funcional a su némesis.

Ojalá, me pregunto: ¿querrá Díos seguir dandonos manos?

O.b.

(*) Para Pinochet, el Estado que crece, se desarrolla, ordena su sociedad, la limpia, irradia un poder que crece y ejerce su infleuencia allende (mas allá de) sus fronteras "adquiere en su composición una constitución semejante a una "ameba", o sea que la frontera no queda ni quedará nunca estable sino que crecerá alimentándose de los vecinos
"Geopolitica de Chile. Plan Alpaca" del Gral. Augusto Pinochet (248 p.)
Contenido: Parte A: Geofagia de Chile. Gas. Hidricarburos: Un llamado a la razon para la toma de conciencia nacional. Declaracion de Villamontes. El gas para los bolivianos. Otros anexos.
Parte B: Geopolitica de Chile.
Segun los compiladores: "...El libro "Geopolitica de Chile" , de Augusto Pinochet pretende justificar "cientificamente" el expansionismo territorial chileno. Texto que se emplea como manual de enseñanza en las escuelas y academias militares de Chile. Bajo estos conceptos de geopolitica, de espacios vitales, de expansiones territoriales y otros, que son un peligro latente y una demostracion de desprecio y provocacion permanente contra Bolivia, Peru, Argentina y la humanidad, se educan los militares chilenos. Que ademas de desvirtuar y falsificar la historia, mentaliza en esa idea a los ciudadanos chilenos. Para Pinochet, el estado adquiere en su composicion una constitucion semejante a una "ameba", o sea que la frontera no queda ni quedara nunca estable sino que crecera alimentandose de los vecinos, en este caso Peru, Bolivia y Argentina... A partir de fines de 1810, el "Reino de Chile" inicio su avance al Sur, de tal suerte que la Constitucion de 1822 establece como limite austral el Cabo de Hornos. La misma demarcacion aparece en las Constituciones de 1823 y 1833....En 1843, Chile avanzo sobre el Estrecho de Magallanes, en territorio argentino, estableciendose en Puerto Hambre. La invasion chilena con respaldo del colonialismo ingles, al Litorial boliviano, que dio origen a la Guerra del Pacifico en 1879, le dio dominio militar sobre Atacama, lo que le permitio anexarse este territorio y parte del territorio peruano... La ameba de Pinochet se extendia alimentandose del territorio peruano, boliviano y argentino..."

5 comentarios:

Anónimo dijo...

El tema del que hablás en la nota, es un tema ríspido e importante. Yo soy de los que creen que así como Colombia, en tanto su dirigencia política permita que los EEUU la usen como su enclave sudamericano, es una amenaza para la estabilidad y el desarrollo de nuestra región, también lo puede ser Chile (por su triste historia expansionista y porque una parte importante de su población suele acompañar ciegamente a esa derecha pinochetista).
No sé bien como puede persuadirse a los dirigentes actuales de Chile y a los de Colombia para que entiendan que la suerte de sus pueblos está atada a la de la región sudamericana. Creo que el desarrollo de la UNASUR y de un banco regional del sur, por ejemplo, podrían volcar definitivamente hacia el proyecto de integración sudamericana que encabezan Brasil y la Argentina, a estas dos naciones.
En este sentido me parece que el fortalecimiento de los mecanismos de resolución regional de los problemas que pueden surgir en America del Sur, debe ser una política prioritaria de los gobiernos sudamericanos.

Saludos,
JP

MC dijo...

Buen post, nada inverosìmil es su elucubracion sobre la vocaciòn expansionista que desde tiempos lejanos han demostrado las èlites dominantes chilenas. Por desgracia han sabido concitar el apoyo militante de muchos de los miembros de los sectores subalternos de la sociedad que allà mas que aquì se muestran dispuestos a dar seguimiento y apoyo a estas formas de concebir una patria de fronteras mòviles.
Nunca me olvido que Pinochet ganò elecciones nada o poco amañadas con muy altos porcentajes de apoyo.
De todas formas desde este lado de los andes rechazo cualquier alternativa de creaciòpn de naciones funcionales a nuevas correlaciones de fuerzas geopolìticas y aùn asì me sigo inclinando por la posiciòn pacifista a ultranza.

guido dijo...

No Omix, el reclamo indígena no tiene nada que ver con la derecha chilena ni con la izquierda idem. De hecho, el movimiento mapuche es mucho más radicalizado del otro lado de la cordillera (hay bastante información en la web si querés buscar). Esto no es ajeno a la historia de los dos países. Mal que mal (o sea mal), Argentina tendió a la integración más que Chile (o sea apunto más concienzudamente a desintegrar socialmente de manera sistemática a las sociedades pampeano patagónicas para integrar de manera subordinadas en calidad de grones a los individuos sueltos). La mayoría de los mapuche argentos ni siquiera habla la lengua de sus abuelos.

Si le preguntás a la derecha chilena de que va la indiada, no pocos te van a asegurar que es parte de un plan expansionista argentino. Ellos (y vos) se equivocan. En los sectores más radicalizados del movimiento indígena se apunta a una autonomía, rara vez a una independencia, pero, aún así, es absurdo vincularlo con geopolíticas pinochetistas (o videlianas).

saludos

Anónimo dijo...

No entiendo algo; ¿cuál sería el brazo armado argentino capaz de contener a la ameba?
La ameba toma debida nota de un país reblandecido, que trata a todas las FFAA en su conjunto como apropiadores de bebés y dictadores.
La ameba no es boluda y lee, estudia, se organiza y avanza ante la anomia.
La ameba sabe aprovecharse de un ex-país envenenado de un gramscianismo mal interpretado.
En todo caso, la ameba se merece prevalecer sobre los miradores de tinellis y escuchadores de cristinas.

Anónimo dijo...

Anònimo ùltimo: " amebeame el brazo armado"