viernes, 28 de junio de 2013

Ensayo de un nuevo liderazgo


Massa, ensayo de un nuevo liderazgo

Su aventura electoral en la provincia de Buenos Aires marca los tiempos del post-kirchnerismo. La oportunidad de una generación que creció bajo las órdenes del duhaldismo y del kirchnerismo.



 Por Mario Fiore

El peronismo busca suceder al peronismo, no hay ninguna novedad en la política argentina. Por eso nadie puede sentirse sorprendido en su buena fe, ni siquiera los más románticos soldados de la causa "cristinista", al observar el resultado del cierre de listas en la provincia de Buenos Aires, ese bastión del PJ del que depende la gobernabilidad de todo el país.

Cristina Kirchner ya no monopoliza la oferta electoral en este distrito: desprendimientos del propio oficialismo se ramificaron por toda la provincia con el objetivo de encarar el post-kirchnerismo y se entremezclaron, así, con la continúa subdivisión del peronismo no K (que, en rigor, nunca estuvo unificado). Todos esbozos de un nuevo mapa que seguirá cambiando hasta 2015, cuando los argentinos deban votar al próximo presidente.

La irrupción de Sergio Massa y su Frente Renovador cambió el eje de la campaña porque expresa con claridad que el post-kirchnerismo no es una vocación de una minoría sino la voluntad de poder que anida en el seno del partido de gobierno. La mirada puede ser múltiple: deslealtad, traición, o simplemente instinto de supervivencia.

Massa jugó al gato y al ratón con la opinión pública y durante las semanas previas al cierre logró sumar a su armado jugadores clave como para animarse a soñar con ser quien derrote al Frente para la Victoria y también a la oposición peronista. El premio es tentador, ser el nuevo jefe del PJ, un cargo al que no sólo se llega ganando una elección sino demostrando liderazgo.

El fuerte del intendente de Tigre está en la primera sección electoral bonaerense donde están los partidos del noroeste del conurbano. De allí provienen la mayoría de los intendentes que juegan explícitamente con él en el Frente Renovador. La apuesta del massismo es arrasar en esta sección electoral porque todos creen que en la tercera sección electoral, la otra que tiene igual número de electores (juntas tienen el 70% del padrón bonaerense), el kirchnerismo hará valer su predominio.

Esta sección concentra los partidos del suroeste del conurbano de donde proviene el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, el candidato del Frente para la Victoria, y donde también es mandamás el segundo de Massa en la boleta, el intendente de Almirante Brown, Darío Giustozzi.

Se trata, en todos los casos, de políticos que empezaron a militar en los tempranos 90 cuando la provincia era manejada por Eduardo Duhalde y que soportaron estoicamente la conducción vertical del kirchnerismo en la última década. La oportunidad histórica se les está abriendo por primera vez porque no son tan viejos como los dirigentes que hace veinte años concentran poder sin interrupciones ni tan jóvenes como los militantes de las agrupaciones que nacieron al calor del cristinismo en los últimos años.

Massa presentó como oferta la boleta más ecléctica de todas, si se compara con el espíritu de "nada cambia" que atraviesa la grilla que armó la Presidenta para el Frente para la Victoria en donde se repiten los nombres (Diana Conti, Juliana Di Tullio, Carlos Kunkel, Remo Carlotto, "Cuto" Moreno) que la acompañaron a ella en 2005 como candidata a senadora en aquella histórica elección en la que el kirchnerismo se deshizo del padrinazgo del duhaldismo.

El intendente de Tigre sumó a dirigentes peronistas opositores como Felipe Solá pero también incorporó figuras del mundo sindical y empresario aliadas de la Casa Rosada en los hechos, como Rodolfo Daer, el vocero de la CGT oficialista, y el saliente jefe de la UIA Ignacio de Mendiguren.

Para captar el voto del electorado no peronista, colocó nombres como de Adrián Pérez, ex titular de la Coalición Cívica y la periodista especializada en la tercera edad, Mirta Tundis. Y para agregarle más surtido, la lista del Frente Renovador sumó a actuales diputadas nacionales del PRO gracias al acuerdo forzado al que llegaron los jefes comunales del macrismo a último minuto con Massa.

El peronismo no K que encabeza Francisco De Narváez no mostró reflejos a la hora del armado. De Narváez esperó que el gobernador Daniel Scioli se decidiera a jugar con él implícitamente, prestándole nombres de su sector interno, y cuando vio que esto no sucedería esperó que al menos el mandatario provincial oficiara de puente con Massa.

Pero ninguna de estas cosas ocurrió y retuvo como aliado únicamente al camionero Hugo Moyano. Encima, el duhaldista Gerónimo Venegas y el puntano Rodríguez Saá presentaron otras listas y subdivieron la oferta del PJ anti K.

Lo de Scioli es más interesante de analizar. El Gobernador salió golpeado de un armado caótico y debió plegarse a los designios de Cristina Kirchner que, una vez más, no le dio nada en el armado de las listas oficialistas.

Su futuro político como gobernador dependerá de que la oposición frene cualquier intento de derrocamiento que pase por las afiebradas mentes cristinistas y de sus dotes de equilibrista fiscal para manejar una provincia deficitaria que sin la ayuda de la Casa Rosada no es viable.

Pero al mismo tiempo tuvo reflejos políticos y salió a apoyar al novel candidato Insaurralde para intentar que Massa no se quede con la victoria ya que si esto ocurriera su pretensión de ser candidato presidencial se verá rota (si hay algo que no desea Scioli es un nuevo jefe, tras diez años de convivir con la familia Kirchner).

Tuvo, claro está, pista de la Casa Rosada, que ensaya en el laboratorio de la campaña un acuerdo de "ganar-ganar" con el Gobernador cuya fecha de defunción es el 27 de octubre. Scioli espera, una vez más, que el kirchnerismo de pura cepa entienda que su aporte es vital y que se merece su aspiración presidencial.

Vaya ingenuidad, piensa la mayoría. Pero el Gobernador se sintió reconfortado con las sutiles palabras de la Presidenta, quien el martes reconoció a los que apoyaron siempre, "más allá de no estar de acuerdo con todas las letras y todas las comas", los principales proyectos como la Ley de Medios o la reforma judicial. Hablaba de Scioli, sin nombrarlo
Massa, ensayo de un nuevo liderazgo

Como sucedió en 2003 a escala nacional, cuando la Justicia permitió que tres candidatos peronistas compitieran por la Presidencia todos bajo el paraguas del PJ pero ninguno con el sello partidario, este año el justicialismo bonaerense ensayará distintas fórmulas para pelear por el poder por cuerda separada.

Lo extraordinario es observar que la crisis de los partidos políticos que ocasionó aquella novedad de hace diez años, con Carlos Menen, Adolfo Rodríguez Saá y Néstor Kirchner en competencia cuerpo a cuerpo, no ha sido superada. Todo lo contrario. Massa, Cristina Kirchner, De Narváez o cualquier otro dirigente del PJ bonaerense no necesita del sello del PJ para competir porque lo que importa es el poder territorial traducido en votos. Quien gana, se queda con lo que tienen los otros.

Una lucha despiadada, con reglas cambiantes, que hacen de la política argentina, y en especial del peronismo, un territorio con límites ideológicos siempre difusos. Por esto mismo es que el test ideológico que le tratan de aplicar los kirchneristas y los anti-kirchneristas a Massa es tan poco eficiente: el intendente ya decidió que quiere disputar el poder y eso implica, en todos los casos, la creación de un discurso lo suficientemente amplio como para contener a todos y los suficientemente flexible como para adaptarse a cualquier vicisitud.

11 comentarios:

Socrates Demente dijo...

OMIX EL MUFA PIANTAVOTOS

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Anónimo dijo...

dos posts por día,para pro-vocar ,para hablar de liderazgos a base de corporaciones ,embajadas,carteles y mucho amarillo..Demasiado.Ahora apareció Duhalde,bah,nunca se fue..El intendente es menemista heredado por Duhalde..El cabezón no puede venir al conu ,lo escrachan..Además vive del agravio y la calumnia..Como los escribas a sueldo ..

Anónimo dijo...

Ay,,, este pibe mayúsculas que nos tiene los huevos inflados a todos. Menos mal que esta era se termina.

PoliticamenteIncorrecto dijo...

Como va el indice de la superación K / Anti K, vas marcando la varilla.

Anónimo dijo...

"el intendente ya decidió que quiere disputar el poder y eso implica, en todos los casos, la creación de un discurso lo suficientemente amplio como para contener a todos y los suficientemente flexible como para adaptarse a cualquier vicisitud."


Una cosa es el discurso y otra cosa es lo que hay debajo. Un tipo de barrio como yo se puede comprar altas llantas y ropa de marca en la salada para impresionar a una mina...pero a las unicas que impresiono con eso es a las minas de barrio como yo... y hasta eso dura poco. Nadie es boludo. La gente sabe que Massa es Menem y que Menem es privatizaciones, ajuste, poco laburo, poca inversion en educacion y salud, flexibilizacion laboral...en resumen, Massa es liberal (o de derecha como decimos nosotros).

El que extranie al turco que lo vote. Yo no lo extranio