viernes, 27 de septiembre de 2013

El motín de los subordinados

Sobre Masa y Poder, de Elías Canetti

Masa y poder fue considerada por Canetti su obra magna, y desde luego a ninguna otra dedicó tantos años de trabajo e investigación como a ésta: nada menos que treinta y cinco años transcurrieron desde que la concibió, en 1925, hasta que la publicó por fin en 1960.
 
...habrían sido dos los acontecimientos que contribuyeron a su nacimiento: uno libresco y otro vivencial o biográfico.
 
El primero ocurrió en 1925, cuando el autor tenía apenas veinte años, y consistió en el encuentro con un libro que Freud había publicado cuatro años antes, Psicología de las masas. La reacción del joven Canetti hacia este libro de Freud fue de rechazo: a decir del propio Canetti, la Psicología de las masas le habría causado, nada más empezar a leerlo, "desde la primera palabra", una "desagradable" impresión. Y habría sido precisamente este sentimiento de desagrado hacia la teoría freudiana de la masa el que le habría obligado a tratar de pensar por su cuenta sobre este importante fenómeno de la vida moderna, de manera que podría decirse que Masa y poder -un libro en el que nunca se cita a Freud- es, a pesar de esto, un libro que se escribe a partir de -e incluso contra- la teoría freudiana de la masa. Esto es lo que lo convierte ya de entrada en un libro de obligada consulta.
 
 
El otro acontecimiento que habría estado en el origen del libro fue ya biográfico y ocurrió tan sólo dos años después de que Canetti leyera la Psicología de las masas, cuando se encontraba trabajando en su tesis doctoral en el Instituto de Química de Viena. La mañana del 15 de julio de 1927 Canetti leyó en un periódico nacional un titular en grandes letras que le pareció escandaloso. El titular, que decía "Una sentencia justa", se refería a la absolución sin cargos de los autores de unos tiroteos a resultas de los cuales habían muerto varios obreros. El hecho no le indignó sólo a él, sino que provocó una irritación terrible en el pueblo de Viena, que, de repente, desde todos los barrios de la ciudad, empezó a dirigirse en filas cerradas hacia el Palacio de Justicia. Canetti se unió a esas filas y participó, por tanto, en la rebelión ciudadana que había de culminar en el incendio del Palacio de Justicia, donde ardieron todas las actas (imagen que, a decir del autor, le inspiró el tema de Auto de fe), y en la represión policial que arrojó un saldo de noventa muertos entre los manifestantes.
Canetti concedía una enorme importancia al hecho de haber vivido esta experiencia de masa en 1927. Creyó siempre que la diferencia entre su teoría de la masa y la de Freud residía, precisamente, en el hecho de que éste no hubiera vivido nunca de cerca el fenómeno, de que se hubiera limitado a estudiarlo con métodos de laboratorio, científicamente, como si la masa -decía Canetti- fuera un virus. A diferencia de Freud, Canetti habría tratado de abordar el tema no sólo analítica y científicamente, sino sobre todo vivencialmente... la masa, vista por Canetti, acaba siendo una masa muy poco parecida a la que conocemos a través de Freud.
 
La principal diferencia entre las teorías de Freud y de Canetti es la que concierne al carácter libidinal de los fenómenos de masa. En Masa y poder Canetti no se opuso explícitamente al que era, sin duda, el núcleo de la teoría freudiana, al vincular la masa no al Eros, sino al Poder...
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Lo que Canetti tenía claro, desde luego, es que la experiencia de masa que él mismo vivió aquel 15 de julio en que ardió el Palacio de Justicia no era susceptible de ser integrada en ninguna de las dos categorías de masa mencionadas. Tal como Canetti podía recordar su vivencia personal de masa, las riadas de personas que confluyeron en el Palacio de Justicia no se concentraron allí ni para dar muerte a una víctima ni para enfrentarse a un grupo de enemigos armados. Tenía que tratarse, entonces, de otro tipo de masa. Lo más cerca que habría estado Freud de reconocer la existencia de esta otra clase de masa habría sido ese momento de la Psicología de las masas en que escribió que "bajo la influencia de la sugestión, las masas son también capaces del desinterés y del sacrificio por un ideal". Pero, para Canetti, que también en esto habría discrepado con Freud, no se trataría de un fenómeno de sugestión, inducido por la figura de un líder poderoso, ni menos aún de una cuestión de desinterés o sacrificio por un ideal, sino de algo tan interesado y tan poco abnegado, pero a la vez tan comprensible, como lo que él llama inversión.
 
En los capítulos de Masa y poder que Canetti dedica al tema del Poder, se llama así al proceso por el que los sometidos a un sistema de órdenes o de poder pueden, llegado el caso, tratar de invertir la situación, rebelándose contra los que sentirían como sus opresores.
 
Lo que Canetti llama masa de inversión presupone siempre la existencia de relaciones de poder entre grupos humanos y, por tanto, una organización social compleja. Para que se dé una masa de inversión, es necesario que exista una sociedad estratificada o jerarquizada, en la que uno o varios grupos estén sometidos a otro u otros grupos. La masa de inversión resulta del levantamiento o amotinamiento de los grupos inferiores contra los superiores: esclavos contra señores, soldados contra oficiales, negros contra blancos, pueblo contra gobierno, etc.

Mas en  http://www.revista-raices.com/publicado/public.php?body=antol&art=wahnon

2 comentarios:

Anónimo dijo...

el motin de los subordinados, al candidato de la sra. épica revolucionaria.

Anónimo dijo...

voy a ver posiciono "massa=mafia" me faltan generosos para los carteles.