1- CFK, una mujer simple, que discreta e irreprochablemente decide abandonar el luto, filmada por su hija y mostrándonos sus peluches y un perrito nuevo. Cedió asi a una necesidad de cambio de imagen que venía suspendiéndose desde antes de las elecciones.
2- CFK se mostró en un vídeo donde aparecía ajena a la problemática de los ciudadanos a los que está voluntariamente obligada (*) a hacerle más fácil la vida, mientras su vocero nos informaba de los cambios políticos.
Mientras mis amigos y cumpas, jovenes K clasemedieros y universitarios, se reenamoraban del kirchnerismo yo no encontré motivos para compartir su alegría, con las evidencias sobre la mesa del triunfo de un putsch palaciego triunfante (**) es difícil hacerlo.
Con el video peligrosamente recordó a Isabel Perón. ¿Prejuicio mío, solo por ser mujer y presidenta y viuda del conductor del peronismo?. Creo que lo sabía, necesitaba el video y calculó también el daño colateral.
Lo de ayer fue un intento de escapar del perfil, segundo y obligado acto de la obra, ensayando un discurso embarrado de realpolitik que no termina de sentarle del todo bien. Para mas se rodeó de las foquitas aplaudidoras de siempre en un contexto realista mágico con el patio interno del palacete del patriarca otoñal repleto de palmeras, locación ideal para que la obsecuencia pudiera desplegar sin limites su arte y ser llevada hasta niveles que cada día es mas difícil soportar por quienes no alcanzamos a comprender el extraño ritual.
Nada dijo del abandono del roquismo, de la aceptación de la preponderancia o la sumisión a la entente cordiale del interior profundo, del retiro de las tropas pro-telefónica que no otra cosa han sido los pichones del PSOE nacidos y criados en las urbes argentas.
Nadie va a calentarse demasiado por lo que yo pueda escribir aquí, pero si me preguntasen sobre el video y el discurso les respondería categóricamente:
"No, no me gustó".
No mi piace porque si algo nos debía la Presidenta era una explicación política del momento político menos dirigido a la propia tropa y apuntando al conjunto de los y las argentinas de a pié.
El kirchnerismo durante mucho tiempo creyó que su permanencia en el poder era sostenida por la existencia de un factor clave: la manifiesta superioridad de la familia kirchner para gobernar la Argentina. En los últimos tiempos atribulados por las malas noticias reemplazaron el cada vez menos frecuente ejercicio de la política por la combinación de servicios de inteligencia, operaciones de prensa y consultores de imagen como si gobernar el país se tratase de la puja de agrupaciones juveniles en lucha feroz por el control de la fotocopiadora del Centro de Estudiantes (el mote este es propiedad intelectual del amigazo artiguista Judas Carrasco).
La Argentina en 2011 -y con mi voto- decidió darse una desgobierno por dos años y el empresario de medios Claudio Escribano perdió la oportunidad de predecirlo.
En el entorno que le hacen a CFK no le encuentran la vuelta, pero no a la comunicación, sino a la política.
Faltó la marcha "los muchachos chevronistas" al final para enterrar cualquier atisbo de rebeldía y conducción que el discurso hubiese querido transmitir.
¿Es el fin del kirchnerismo?, no lo sé, no me importa. Por mi que sobreviva y con salud. No es eso lo que me puede quitar el sueño.
Del actual mandato aún faltan dos años pero se llega cómodo si no chocan la calesita (otra vez).
El fin de ciclo de la hegemonía es un hecho.
La forma en que se planteó el regreso después de la convalecencia, además del reformismo , dejó expuesto peligrosamente que el kirchnerismo ya no maneja la agenda de discusión. Aunque eso era algo que le hacía falta a mas de un kirchnerista y muchos antikirchneristas para poner las cabezas en sintonía con el proceso de sucesión. La mayoría de los y las argentinas, en cambio, pensamos otras cosas, necesitamos mas, pero mucho mas que soñar con un "Cristina eterna". (Hablo en representación de las mayorías porque soy pontifice por mandato divino, sino lo sabían entérense).
Ahora son (decíamos hace escasos días) cuatro los factores que pujan por instalar temas en la agenda pública y en forma desordenada lo logran: 1.- El Gobierno Nacional, 2.- La Iglesia Católica, 3.- La Corte Suprema de Justicia y 4.- Sergio Massa.
En estas horas quedó claro que el elenco estable que integran los popes provinciales ha asumido el compromiso de no dejarse arrebatar poder "así como así", que está dispuesto a pelear por ello. Es la quinta pata de la mesa del poder según una interpretación, según otra ha tomado el control de Olivos y ocupa de facto el primer lugar. En cualquiera de los dos casos deberá sorprendernos y mucho. Mucho mas que con una conferencia de prensa y un librito contando como tiene pensado sacarnos del fango.
A riesgo de -y rogando- equivocarme me defino.
Sin querer ella -CFK-, supongo, se acerca -en términos de imagen- al recuerdo de aquella mina que llegó al poder por el único y discutible merito de haberse casado con Perón. Mas pronto que tarde debe mostrarse como conductora.
El rol de Capitanich en la jugada me recuerda al que cumplió Afrio Pennisi, aquel presidente en las sombras que asumió de facto la jefatura del peronismo en 1975, tras derrocar al lopezrreguismo que controlaba la Presidencia del Estado Federal.
Patria Sindical que fue el proyecto oficial del peronismo hasta que fue superado a partir de mediados de los ochenta por el partido clientelar con formalidades renovadas y mas digerible que el que los Penissi, Lorenzo Miguel, Vicente Saadi y Herminio Iglesias simbolizaban.
No les tengo que recordar que el bueno de Don Afrio Penissi nunca fue electo Presidente.
Las circunstancias en que toma el poder Capitanich dan testimonio de lo que digo, asume después del fenomenal apriete a Olivos por parte del nuevo Nazario Benavidez que habló en nombre de los gobernadores en Corrientes formulando una mas que sugerencia de "sacarse de encima a abalito" e internarlo.
Fue un Gobernador provincial el que se atrevió, el mismo que en estos momentos está luchando por su vida. Lo hizo en un acto de apoyo a Camaú en nombre de la unidad del peronismo y en el que la unidad del movimiento sonó demasiado a 1983, cuando nos encerramos en nosotros mismos y creíamos que el pejota es el depositario natural de todo lo popular. No la saca gratis el flaco, como tributo a su insolencia le mandan al expulsado de la Corte adonde mas le puede joder sus sueños de ver crecer económicamente a su terruño.
Pero, a pesar de la crítica es reconfortante tener a un compañero territorial, político en la Jefatura de Gabinete, después de tanto tiempo.
Dejo una cuantas preguntas a los lectores antes de cerrar el posteo.
- ¿Habrá llegado just in time el coqui?
- ¿Desactivará la tormenta perfecta que se estaba formando?
- ¿Alcanzará a salvar a sus pares territoriales de la sublevación que se les viene encima o cada uno de ellos se las arreglará por su lado?
Es tiempo del regreso de la política porque debe ser así y porque la impaciencia empezó a apurar su marcha.
Sin ir mas lejos este mediodía, en el Sarmiento de los motorman y los pasajeros kamikazes, escuché detrás mío una voz femenina decir: "¿Y vos te crées que lo de la operación fue real?", no volteé a mirar quien era, no quise descubrir los rasgos del escepticismo encarnado en hembra, por suerte su compañera contestó con un "ahhh, yo no se" confirmando que aún quedan quienes no perdieron del todo la capacidad de creer en un proyecto político.
(*) no es oximorón
(**) © Manolo Barge