miércoles, 2 de diciembre de 2009

Mañana (en Diputados)

Mañana en el Congreso la sangre puede llegar al rio.

No, no es la primera vez que pasa y tampoco será la última.

Se suponía que todos iban a respetar ciertas normas de convivencia y tal parece que nadie está dispuesto a hacerlo. Con lógica de hinchada de futbol, todos argumentan y se rasgan las vestiduras.

En el oficialismo las voces que se escuchan son las de los
fundamentalistas, aunque una mayoría silenciosa busca una salida al asunto (actúan mecánicamente, están configurados como elementos de poder). En la mirada se les lee un solo pensamiento que lacera: "Chocamos la calesita y ahora que está todita destartalada hay que hacerla andar igual".

Desde el otro lado del rio, solo atinan a desgastar. Con una lija en la mano se ilusionan con cortar el tronco de un sequoia.

La torpe maniobra consiste en debilitar algo que (se considera que) debió haber sido removido, pero que, inexplicablemente, aún está fuerte.

¿Que es este esmerilado que desde hace algún tiempo vemos que esperan que de algún miserable resultado?: táctica o manotazo de ahogado de mediums políticos y económicos que no aciertan el número principal de la quiniela a pesar de que apuestan 99 fijas. ¿Porqué siempre les sale la cifra que no jugaron?.

Tiro una respuesta con total liviandad: mediocridad + improvisación + prejuicios superpuestos con vanidades + objetivos inconfesables. La fragmentación que aplica Kirchner a la esperpéntica oposición
es una simple técnica política (primitiva y brutal), que no sería eficaz si no fuera que lo que está en frente (sumado a lo que se expulsa y deliberadamente se busca colocar en frente) no tiene nivel para estar donde está.

Algo de eso decía hoy Alfredo Zaiat respecto a los desorientados "capitanes de la industria"
Los actuales dirigentes de la UIA logran destacarse: no es sencillo encontrar empresarios en la región que desfilen con el vestido de algo parecido a lo que puede denominarse burguesía nacional, pero que expresan con prodigiosa transparencia que por sus venas circula sangre rentista y aspiraciones de grandes productores agropecuarios.
Y en esa nube de pedo en la que viven dirigentes "opositores" todo es "conspiración". ¡Que hato de infelices que componen!!, hacen lo que precisamente se espera que hagan.

Hasta se manejan con una tosquedad que provoca vergüenza ajena. Un solo dato sirve de ejemplo: Mauricio empezó tocando el timbre de la casa que iba a espiar.

Esmerilado, prueban hoy, ¿a que vergonzosa herramienta echaran mano cuando esta fracase?.

Vamos a ver que sacan de todo esto. El costo de esta jugada lo pagan las instituciones, y se sabe, que las instituciones importan poco cuando está en juego demostrar quien la tiene más larga.

No sería la primera vez que ocurre, ¡¡NO!!. Y no será la última.

Aqui va un antecedente.

Aaron Burr nació en Newark, New Jersey (1756) y falleció en Staten Island (1836). Teniente coronel en la guerra de la Independencia, presentó su dimisión en 1779 debido a sus desavenencias con George Washington. Alejado de la milicia se consagró al estudio del derecho y fue admitido en la barra de abogados de Albany en 1782, En 1783 se mudó a Nueva York , en 1784 resultó electo ganando un escaño en la legislatura del estado. Fue escalando elección tras elección dadas sus dotes de armador de aparatos y una extrema habilidad para el rosqueo .

“Burr era un hombre inescrupuloso que no se detenía ante nada” (Isaac Asimov, Nacimiento de EEUU, página 128)

En 1801 fue propuesto para la vicepresidencia de la Nación, como acompañante de Thomas Jefferson. Fórmula con la que fueron a eleciiones en todos los distritos.

En el colegio electoral empataron pues sus partidarios votaban por dos candidatos, sin discriminar cual era a Presidente y cual era votado para Vice. Sorpresa pero sin grandes consecuencias ya que oficialistas y opositores esperaban que que Burr declinara en favor de "su" candidato a Jefe de Estado y entonces Jefferson sería el tercer Presidente norteamericano, pero el bueno de Aaron hizo caso omiso de la lógica y al grito de ¿Minga, me voy a bajar!! llevó el asunto hasta el final.

Fue cuando -y aqui viene la analogía con lo que vam0s a ver mañana- el derrotado partido opositor (federalistas liderados por Hamilton) vio la oportunidad de explotar la ambición de Burr en su provecho y se sumó al show servido en bandeja por los ganadores en las urnas . Al menos si no ganaron allí sacarían partido del descrédito ante la opinión pública de los empellones entre los compañeros de fórmula rivales.

“Durante una semana, hubo un punto muerto en la Cámara, mientras los federalistas asumían el papel de aguafiestas. Pero fue roto por Hamilton, quien se halló en la poco envidiable posición de tener que elegir entre dos enemigos. Odiaba a ambos hombres, pero sabía que Jefferson era un estadista, por equivocadas que fueran sus posiciones desde el punto de vista de Hamilton, mientras que Burr era un intrigante sin principios.” (Isaac Asimov, Nacimiento de EEUU, página 120)

Se tiró del hilo lo más que se pudo y antes que se cortara -en la votación 36- se respetó la que se sabía era la voluntad de la ciudadanía y Jefferson fue ungido Presidente, pero la magia entre el Presidente y su Vice se había evaporado en medio de una nube gris de desconfianzas, conspiraciones e intrigas.

Lección: para evitar estos "choques de calesita" hay que discernir en un esquema colectivo con actores de primer nivel, un ámbito mucho más amplio que el matrimonio de Calafate.

Quienes se desgastaran más?, quienes quedarán ante la opinión pública como "intrigantes sin principios"?. A eso se reduce el juego de lo que vamos a ver a partir de mañana.

Iva Zanicchi canta "La riva bianca, la riva nera". Para el programa "Buona domenica"edición del 24/02/2008.

1 comentario:

Néstor Sbariggi dijo...

Así es Omix. Los gorilas no tienen para tanto como dicen que pueden y tirarán de la cuerda todo lo que dé.

Macaluse ya amagó bajarse del tren fantasma, debe haber visto algo que no le gustó.

Saludos