domingo, 1 de noviembre de 2015

Especulaciones en torno al "Voto a Massa"



I Mauricio Maronna para La Capital de Rosario
La moneda está en el aire. Y es cara o cruz. Los argentinos comienzan a vivir una experiencia inédita e histórica al ingresar a una campaña que, al final del camino, instalará al futuro presidente de la Nación.
El mayor interrogante que impide por estas horas asegurar una victoria de Macri o de Scioli es el voto que fue a Sergio Massa. Si bien a la hora de la verdad hay que reconocer que Jaime Durán Barba, el gurú ecuatoriano del PRO, tuvo razón sobre la potencialidad del purismo amarillo, ahora se inicia otra etapa en la relación con los sufragantes del tigrense.
En la mesa chica del massismo, a la salida de la primera vuelta, estaban convencidos de que la historia del cambio y los nuevos tiempos eran irrefrenables. "Nosotros no vamos a pedir ministerios, creemos que la llave para un acuerdo es la provincia de Buenos Aires. En la Legislatura Vidal no tendrá mayoría propia, o arregla con el kirchnerismo o con nosotros. Sí aceptaríamos estar a cargo de organismos que la Constitución les dispensa a la oposición, como Defensoría del Pueblo y esas cosas", dijo a este diario una calificada fuente del Frente Renovador.
En ese vector no descartan que algunos dirigentes tomen el camino de Scioli, como pareció indicarlo Felipe Solá. Al margen del imperecedero registro camaleónico de Solá, no será fácil para muchos dirigentes peronistas votar por Macri, máxime cuando del otro lado está un peronista. Y es allí donde el gobernador bonaerense deberá cumplir su objetivo de sciolizarse sin tirar lastre con el kirchnerismo, al fin el máximo distribuidor de sus votos.
A diferencia de otros países en los que las negociaciones permiten conseguir apoyos explícitos hacia las experiencias de segunda vuelta, en Argentina han desparecido los partidos políticos como disciplinadores y orientadores exclusivos de los votos. Los electores votarán más por su propia razón y por lo que digan Macri y Scioli que por las recomendaciones de Massa, Nicolás del Caño, Margarita Stolbizer o Adolfo Rodríguez Saá.
Scioli y Macri ya no podrán pescar en la misma pecera: hay casi 8 millones de votos nuevos entre los que fueron en primera vuelta a otras opciones, votaron en blanco o no fueron a sufragar.
Los anzuelos, como la moneda, todavía están en el aire. La historia aún no tiene final.
http://www.lacapital.com.ar/columnistas/mmaronna/noticia_0270.html
II Mariano Spezzapria para El Dia de La Plata
No cesan las réplicas del terremoto político / El voto a Massa
"... los aspirantes a la sucesión presidencial parecen estar menos atentos a los obispos que a los pasos que vaya a dar Massa en las próximas semanas. El tigrense viene de aconsejar a sus más de cinco millones de votantes que se inclinen por el cambio antes que por la continuidad, pero luego valoró que Scioli hiciera propia su iniciativa sobre el 82% móvil.
Massa, que se encuentra descansando junto a su familia en Brasil, delegó en De la Sota, Felipe Solá y su secretario Ezequiel Melaraña la atención de los llamados telefónicos de dirigentes oficialistas y macristas que buscan convencerlo de sellar acuerdos políticos –totalmente disímiles por cierto- antes del ballotage, para tratar de influenciar así a su electorado.
Desde el macrismo, los interlocutores son Rodríguez Larreta y Santilli, la fórmula electa para la jefatura del Gobierno porteño. Mientras que desde el oficialismo, los llamados los hicieron el salteño Urtubey y el tucumano Alperovich. En el territorio bonaerense, los contactos llegaron por parte del intendente Katopodis y de su par electo de Merlo, Gustavo Menéndez.
En la primera plana de UNA, el que más claro estuvo en su definición en contra de Scioli –aunque eso no signifique un aval a Macri- fue Lavagna. El prestigioso ex ministro de Economía se habría molestado por versiones que indicaban que Scioli le ofreció la Cancillería en caso de llegar a la Presidencia. Se sabe que Lavagna no tiene una personalidad fácil de arrear.
Pero Massa hace su juego. Y si bien le conviene que gane Macri para quedar bien parado en el amplio y variopinto espacio peronista, tampoco le serviría que el alcalde porteño derrote a Scioli con un aluvión de votos. Por eso, intenta guardarse la llave de una negociación futura, en base a cuentas electorales que sus colaboradores más cercanos ya empezaron a realizar.
Por caso, que de los 21 puntos que sacó UNA el domingo pasado, nueve ya se volcaron hacia Macri, seis a Scioli y otros seis aún están aguardando un pronunciamiento directo del líder del Frente Renovador. 
http://www.eldia.com/opinion/no-cesan-las-replicas-del-terremoto-politico-93411

1 comentario:

Anónimo dijo...

Omar, que gane Macri, piensa muy parecido a nosotros, es republica no es chavismo K.
Saludos.
Porota de Tigre.