martes, 17 de abril de 2018

Temporada de Conejos

¿Que estamos siendo los peronistas hoy??

El Pato Lucas frente al Conejo Bugs, los peronistas no alcanzamos a dimensionar que en estas condiciones cada arremetida es un balazo propio a nuestra cabeza. No podemos ganarle a un gobierno derrumbado por errores propios como este. Y no podemos porque simplemente estamos negados a cambiar, entre muchas otras herejías que nos alejan de las mayorías seguimos sosteniendo que hay que ganar a toda costa sin -muchas veces- saber para que. 

Rebuscados unos, crípticos otros, los Primos de Rivera del choripan hablan de ganar con la camiseta y por la camiseta, y para eso hay que amucharse, juntar agua con aceite, no transformarse, que va, si somos perfectos. Su Unidad de Destino en lo Universal pasa por juntar, aunque mas no sea mucha bosta y si fuese posible un poco de barro, y lo peor es que con el mismo material se pretende alcanzar resultado diferente.


"Los gobernadores en el peor momento con Macri tras la detención de Fellner", un titulo de un portal, "Piensan endurecerse y hacerlo sentir en el Congreso. La foto de Barrionuevo con Sáenz, el catalizador.", sigue. Quien me quita la cabeza que Eduardo F. está en esa situación por la intervención del indigenismo irredentista que anida en el centroizquierda palermitano y que paradoja que "El triunfo de Soria abre a Cristina la posibilidad de un bloque de gobernadores en 2019. La ex presidenta podría tener candidatos competitivos en otras cuatro provincias en 2019", la causante de la festejada crisis de los gobernadores engorda su tropa siendo asistida por el resucitador del macrismo que la necesita como el diabético a la insulina. Y esa es la estrategia de mas de uno, ser furgón de cola con un Raul Alfonsin de faldas después de 1989, fieles a una ideología ajena y a una conducción que es mas tela para nostalgia que para proyectar en ella el vestido de la victoria.


Por otra parte, digresión, quien me saca de la cabeza que lo que estamos haciendo es empujar al jefe del Partido Patagónico (Weretilneck) a los brazos de Macri y regalarles una provincia mas y quizás la Patagonia a los amarillos.
Hay en estos tiempos, como siempre, idealistas, voluntaristas a ultranza que piensan que podemos ganarle al viento de la historia con un abanico, sin metamorfosis, sin tener que acomodarnos a ella fabricando la montura para cabalgarla. Los hubo siempre.

Manolo Barge es como el preso viejo de cadena perpetua que pasó la mayor parte de su vida encanado y no sabe vivir en libertad, se armó el rancho, lo acondicionó lo mejor que pudo, hasta consiguió una tele solo para el sin estar en el pabellón VIP. Se disgusta ante las requisas posteriores a las fugas porque le destruyen todo lo conseguido y por eso denuncia los intentos de evasión. Está acomodado a una situación y no acepta cambiar, no acepta las alteraciones del orden, se niega a empezar de nuevo y de cero, solo eso.

Barge cree que CFK puede jugar pensando en otra persona que no sea ella y la base de su poder y sus sueños de reelección eterna. Y detrás de ella está el zorro Macri, que no es un estadista pero es un buen jugador del poder y con el poder en la mano hay que, al menos, respetarlo.

Idealista, críptico, Manolete es -como decía Perón- "un angelito" pero daña porque permanece impávido frente a las exigencias de amputaciones sanitarias que se nos exige el fin de época. Como buen "basista criado en el Observatorio de San Miguel" debiera recordar las recomendaciones de la Santa Madre de cabotaje: "la cultura de un pueblo está esencialmente condicionada por la evolución histórica, lo cual hace imposible pensar la identidad nacional como algo estático. Por ser histórica, la cultura es una realidad dinámica susceptible de transformaciones; toda fijación en un momento histórico cualquiera significaría esclerosis y muerte". Debiera, pero no recuerda, en el fondo no quiere que le destruyan la ranchadita intelectual que tanto le costó imaginar.

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