Se realizarán el 14 de agosto de 2011, para octubre las elecciones generales.
El panorama no cambia con las fechas.
La fotografía del momento no cambia, asi que no hay que detenerse en este aspecto. Menos aún en la obsesión del honestismo que tuvo su momento de gloria hacia los finales del menemismo y murió en algún instante entre el 19 y 20 de diciembre del año 2000 de los fondos para las campañas.
Para cambiar la toma de hoy, hay que hacer política en su dimensión constructiva y no destructiva.
La percepción de los principales candidatos del elenco gobernante no cambia por una fecha más próxima o más lejana.
La capacidad de N Kirchner de hacer añicos los escenarios no cambia la percepción de una parte de la población que no es pequeña y en la que se encuentran gentes diversas, algunos igual lo votan, otros no lo votarían nunca.
Construir un escenario hiperfragmentado y no tomar en cuenta esto es la madre de todas las equivocaciones del fundamentalismo "K", las pasadas y las presentes.
Aunque nadie sabe a ciencia cierta por que vota la gente, arriesgo que fue uno de los pricipales motivos del no acompañamiento popular el pasado 28j, pero no soy terminante en esto por que hay que contar que los 365 anteriores a esa fecha como nunca los poderes fácticos esmerilaron las posibilidades del bloque oficialista, hecho que pesa en una elección y que no estará presente en 2010. Reconozco en esto la muñeca del calafateño en destruir y mantener a raya a sus enemigos.
Ni por las tapas estas virtudes lo hacen ganador.
De antemano tampoco es perdedor, me he cansado de decir que si fuera un delfin del oficialismo ya no habría dudas de que sector sería la proxima administración en Argentina.
El peronismo conducido por los kirchner revelará el misterio que me desvela: estamos trabajando detrás de hombres o de una idea de pais. O mirado desde otro ángulo: ¿será capaz Nestor K de dar un paso al costado y que la historia recoja su nombre como el fundador de un movimiento que lo trasciendió?