jueves, 19 de septiembre de 2013

La batalla cultural en Morón

"Gallina robada" era un tipo tan fulero que las minas solo se animaban a comerlo a escondidas, algo así le ocurre al kirchnerismo pretendidamente nacional.

Los gobernadores advirtieron a sus tropas que en esta oportunidad se salvan solos y ordenaron el aislamiento. Mandan cuadrillas todas las noches a boquetear las pistas de los aeropuertos no sea cosa que de algún avión baje un funcionario nacional ( un joven para la liberación, un vicepresidente, una presidenta,, un ministro, alguna presidenta de bloque de legisladores) a recordarles a los esquivos electores que pertenecen al colectivo reprobado el 11 de agosto.

De los afiches y papeleteas faltan los rostros que hilvanaban a lo largo y ancho del país la fantasía de un partido hegemonico, ganador, monolítico unido bajo la ferréa conducción de la  que llaman ahora -sin tapujos- "la maestra ciruela", esa que se pone a dar clase tan por encima de sus alumnos que estos terminan por rechazarla.

Algunos casos son irrecuperables, otros no, pero todos los bandazos que se den, todos los Costa Concordia que se refloten serán para demostrar que fue el capitan del barco (la capitana) la responsable del fatal desenlace de las PASO.

Igual, la minoría intensamentedespistada, tiene preparada la campaña en la que van a mentir(se) que el kircnerismo superstite es la primer minoría nacional, pero bueno... con algo deben acumular algunos vivillos aunque sea a costa de las ilusiones de los demás.

El ex kirchenrismo es asi, comparado provincia a provinica y en la Provincia de Buenos Aires, donde se ha cuestionado la autoridad del payasito Pioli, de intendencia a intendencia. El collar de perlas perdió el cordel que las mantenía unidas y ahora muestra el carácter de rejunte que nunca dejó de tener.

En Morón hay afiches color pastel de todas las gamas como para que quede claro el abandono del azul frentevictorista, con letras grandes en los que se recuerdan a si mismos las victorias del ratoncito Cerebro -hoy titular del AFSCA- contra las mafias (un gordito cerrajero minusvalido, un simpático panadero gay que los votó, y un par de vendedores ambulantes en la vieja estación de bondis de Morón) y en las papeletas un demasiado extenso mensaje de Sabbatella que expresa el desconcierto de la fuerza: no le pido que me vote, le quiero explicar porque estoy donde estoy.  Le tienen que explicar que hay malitos y malosos y el solo está con los malitos en transito a malosos.

Tanto dar vueltas en circulo que al final los demonizadores, tan blanquitos y puros, terminaron de teloneros de los demonizados.

Tambien en Morón el kirchnerismo es  galllina robada.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Todo expresado desde la autoridad que te da ser ñoqui del Congreso.