El escenario electoral bonaerense construido por Cambiemos es una tormenta perfecta para la oposición.
Ellos, CAMBIEMOS, enfrentarán a la hydra peronista en pleno proceso de reconstrucción de la autoridad interna. Itinerario que se remonta al 27/10/2010, día en que crepó su último jefe. Su única chance era reeditar 1985 con tantos peronismos como hicieran falta para que con un 25% de los votos pudieran tener chance, de ganar, es decir supieron construir una chance que era remota.
Supieron aprovechar la impronta centrifugadora que le imprime la presencia en el campo de batalla de Cristina Fernandez, la viuda, que montada en el aparato estatal supo destruir las bases de la sólida construcción económica del heterodoxo equipo económico de Roberto Lavagna y que de paso se llevó puesto la unidad del peronismo y tiene en su haber, como conductora de una linea interna,la seguidilla de tres elecciones con dos derrotas electorales sin preguntarse,siquiera, si hizo algo mal, como para regalarle el gobierno a los conservadores,que hace 80 años no mojaban la medialuna en el café con leche del poder por medio del voto.
Supieron hacer que la Sra Fernandez y Randazzo se mantuvieran como los chicos del policial "La Fragilidad de los Cuerpos" que en la vía esperan la llegada del tren rogando que el contrincante salte primero. Saltó Fernandez pero Randazzo no ganó la pulseada.
Massa ya estaba en el escenario y era el preferido de las encuestas hasta que se largó la campaña y en cuestión de segundos aparecieron las operaciones en las que súbitamente aparece tercero.
Para mejorar sus posibilidades, el gobierno se encontró, o supo llevar al ruedo, a Pino Solanas.
Completan el escenario, las izquierdas de Pitrola y Ripoll y la tozudez de un quinto peronista con las mismas posibilidades electorales que el inefable candidato Mussa en las presidenciales.
La torta peronista que ya no ronda en el 75% se dividirá en estas cuatro alternativas. Es obvio que no son iguales.
En rigor, las encuestas que daban punteando a Massa/Stolbizer y estas otras, encabezadas por el ignoto Bullrich o la odiada Fernandez mienten en un punto: los indecisos, es decir, aquellos a los que aun el sano derecho de sufragar los tiene sin cuidado y que son un 80% de la población. Proyectan el 80% por lo que dice querer votar un 20% que ya está definido.
Los medios juegan su carta en esta, y mas que cualquier otra corpo el poderoso multimedio que tiene que devolver el favor a Macri de ponerlo en el juego internacional de las telcos junto a la mafia italiana. Hay que recordar nomas a Fastweb y Telecom Italia Sparkle (TIS) para reconocer la marca indeleble de la 'Ndrangheta (leer) y seguir la guita depositada en el paraíso fiscal de la Centroamérica continental como para darse cuenta que no será otra cosa la festejada fusión empresarial mas queelfestivalde los corruptos y un toma-daca la cobertura electoral de la campaña que recién inicia.
Jorge Lanata tituló hoy "Cristina ya ganó", la que concluye así: "Su rol de “resistencia” -de CFK- llegó a convencer al mismísimo Jaime Duran Barba, quien dijo en Radio Mitre que “la gente percibe que Macri defiende a los ricos y Cristina a los pobres”. ¿De quién, sino de los sectores más pobres habrán salido las toneladas de bolsos de la corrupción?. El sueño del gobierno de crearse una oposición que los justifique fue un fracaso. Aunque saliera derrotada, Cristina ya ganó.".
El enfoque de los medios, las precisas instrucciones de CAMBIEMOS a los que hacen campaña (leer en Clarin "Carrió, Durán Barba y una estrategia comunicacional disciplinada para el PRO"), el accionar en las redes de las cuevas destinadas a direccionar lo que debe hacerse en el marco de la espontaneidad. Nada es dejado al azar, están orientados a definir a una buena parte de ese universo del 80% que aun no define el sentido de su voto y que, en principio, no se lleva bien con Fernandez. Esa parcialidad que debe estar ante el precipicio para votar (aun con los dedos apretando su nariz) al macrismo.
Es probable que en las mediciones en serio que se hagan a partir de la instalación de la idea de "victoria inevitable" de Fernandez comience a repuntar Bullrich, restando intenciones de voto que de no mediar semejante comesesos podían haberse encausado hacia Massa, Randazzo o Solanas.
Una aceitada maquinaria propagandística opera para fortalecer el voto antiK. Por lo bajo musitan "ella va ganando, no aflojemos, unamos fuerzas detrás de Mauricio que puede no ser lo mejor pero que sabe como pararla, a no abandonar la lucha. Pongamonos de pié".
Si Massa cae en la trampa de elevar el voltaje de ataque a Fernandez resentirá sus posibilidades de crecer dentro de esa porción grande de anticristinismo y no cristinistas que no la está pasando chiche bombón económicamente.
A su vez los no cristinistas que aun no definen lo descartarán a Massa como alternativa porque se va a desdibujar por acción de la propaganda macrista que lo muestra (a Macri) como adalid (mal menor) de la lucha antiK, ante dos antiK se quedan con el de contornos mas definidos.
A su vez los no cristinistas que aun no definen lo descartarán a Massa como alternativa porque se va a desdibujar por acción de la propaganda macrista que lo muestra (a Macri) como adalid (mal menor) de la lucha antiK, ante dos antiK se quedan con el de contornos mas definidos.
Hay un voto que no quiere a Fernandez con la misma intensidad con que rechaza a Macri. Pero si le decimos de alguna manera u otra que somos solo anticristinistas y que esta elección se define en cristinistas vs. anti-cristinistas puede que se vuelquen a cualquiera de esas dos causas y sean indiferentes a nuestras interpelaciones.
El "Cristina ya ganó" levanta la moral de la tropa cristinista que va a salir con los tapones de punta a repetir viejos errores, sepamos esperarlos y anticiparlos, cuando no provocarlos solo si nos conviene.
Con fuerza el macrismo repite la campaña del miedo de Scioli y sale a generar la necesidad de votar a "Mauricio" en la única puja que les conviene "Cristina o Mauricio" y en la que pueden acumular.
Con fuerza el macrismo repite la campaña del miedo de Scioli y sale a generar la necesidad de votar a "Mauricio" en la única puja que les conviene "Cristina o Mauricio" y en la que pueden acumular.
El casi 20% real con el que Massa/Stolbizer arrancan la elección los pone en una posición de ventaja frente a las demás fuerzas que compiten.
Sepamos poner de manifiesto esa relación enfermiza que tanto el macrismo como el cristinismo le proponen a la sociedad.
Es al elector volátil que la está pasando mal a quien el dueto Massa/Stolbizer debe conquistar pero no creamos que ese elector es solo antik, con menos fuerza -por cierto- es antimacrista. Su "independencia" es abominación a formatos políticos de corte "vasallo o enemigo" y no los culpo,el crawling peg de Fernandez y el ajuste por goteo de Macri los golpeó y golpea en su víscera mas sensible.
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