Alguien por ahi empieza una tesina con esta piedra basal: que la meta de algunos por subir el piso de ganancias más allá del limite de supervivencia que nos marca el sentido común aggiornado a estas jornadas situadas a comienzos del siglo XXI es a todas luces un penal en contra de la valla del gobierno nacional y a patear en el alargue de su financiamiento en épocas de crisis porque, nos dicen, que la otredad yerra olímpica y semánticamente ya que no es Impuesto a las Ganancias sino que es Impuesto a la Renta y debido a que existe la variable de la productividad, en algunos casos, el salario es ganancia.
Asi como hablar de "aristocracia obrera" siempre me pareció llevar agua para el molino del quiebre de solidaridad entre obreros, argumentos como el señalado en el primer párrafo pegado en este humilde blog me parecen van en dirección de tirar abajo una buena parte del derecho laboral que fue soñado por socialistas y adaptado y puesto en marcha por peronistas.
"Aristocracia obrera" y "salario como ganancia" están tan agarrado de los pelos como si a 10mil o quince mil pesos se le llamara enriquecimiento y con una visión prejuiciosa de señora en vias de engordar que exclama escandalizada "de que se queja, que pretende, si hasta manda al hijo a estudiar a un privado de 250 pesos".
Decir que el salario es ganancia es alterar la concepción del trabajo y darle una ayudita extra a quienes a diario pregonan que el salario se fije bajo las condiciones del mercado, en definitiva por los dueños del mercado.
El trabajo, es un bien del hombre, es un derecho inherente a la condición humana. La remuneración del obrero es una bajada a tierra de ese derecho natural, un lógico desenlace de "trabajar" en un sistema determinando como el capitalista. El beneficio obtenido por el capital invertido por el capitalista se llama "ganancia".
Antes de hablar del status quo del impuesto a las ganancias de los capitalistas, tendríamos que empezar a descular que carajo es el salario.
Con respecto a esa definición de salario como ganancia, digo que me parece surge de aceptar mansamente la concepción del trabajo como mercancía y entonces tendremos que atender a razones de más peso y anteriores a la "libre" voluntad de los que hacen el contrato laboral. Olvidando otras maneras de abordar la cuestión social como la de los viejitos sabios de larga sotana purpura: "una justa remuneración por el trabajo de la persona adulta que tiene responsabilidades de familia es la que sea suficiente para fundar y mantener una familia y asegurar su futuro" (Wojtyla, Laborem Exercens) aunque esta por su carácter fronterizo pueda para algunos ser considerada ganancia.
Este "salario" como "justa retribución" merecida por el hombre por una actividad que situada ya en un sistema dado (en nuestro caso el sistema capitalista) ofrece ganancias o no, pero que lo ayuda a autorealizarse y en la medida en que no se trata de mera acumulación de renta sino solo para asegurar su "sustentación" en un aquí y en el ahora (Argentina y principios del sigloXXI, calculale unos 6000 pesitos para comer con dos hijos a cargo y de ahí para arriba, transporte, servicios por ahora subsidiados en algunas locaciones "privilegiadas", etc. animate, sumá).
Hasta aqui el salario no fue mas que una especulación con infulas de teorizar pero los seis mil pesitos lo convierten ya en una realidad efectiva, lo bajamos a tierra de un ondazo.
Debido a que en el mercado hay diferencias objetivas en las negociaciones entre el poder del patrono, a menudo asistido con la fuerza de los demás aparatos del estado, que suele abusarse frente a la debilidad del obrero, estos últimos se agrupan patoterilmente en sindicatos que suelen -en estas pampas- ser de naturaleza corporativa y burocrática, genuina expresión de sus representados, y estos logran que la negociación de las relaciones laborales escapen al dilema de hierro de capitalistas y estatistas, entonces "la libre competencia o la fijación estatal" ya no son las vacas sagradas al momento de aumentar el salario.
Que eso no era una ley natural lo entendió la corte menemista al tirar abajo los derechos adquiridos, ¿Adquiridos por quien? ¿en razón de que? y la verdad que en razón de nada, para el peronismo eran adquiridos por derecho natural, espontáneamente por la condición de débil en un estado (comunidad organizada) que debía velar por llevar in crescendo la satisfacción de demandas y necesidades de los trabajadores. Una vez que con lucha lo conseguías te quedaban y no te lo sacaba ni magoya, hasta que magoya se togó y utilizó el apellido Nazareno.
Eso cambió y coincidentemente con el viento de cola y la muñeca para conducir de un piloto de tormentas como fue N. Kirchner y su alianza con el líder sindical H. Moyano que impuso condiciones a su apoyo al modelo propuesto por el primero- la mera práctica del mercado dejó -paritarias mediante- de determinar la retribución del obrero. Entre las cosas que cambiaron, mis queridos nostálgicos del "uno a uno", fue la concepción del trabajo como mercancía y como ganancia.
En esa nueva-viejísima concepción juegan un papel preponderante unas boludeces teóricas que incluyen como ingredientes de una receta magistral algunas almas sensibles que aun se guían por convicciones, y acá viene a cuento la cuestión de las primacías
Algunos románticos dicen que existe la
•Primacía del ser humano sobre el trabajo.
•Primacía de la persona sobre las cosas.
•Primacía del trabajo sobre el capital.
•Primacía del destino universal de los bienes sobre el derecho de apropiárselos.
•Primacía del ser sobre el tener.
En resumidas cuentas la
•Primacía de la política sobre la economía.
Quizás tengamos que discutir esto antes de hablar de salario como ganancia y de modificaciones
impositivas como meros lances destituyentes, en todo caso cabe preguntarse si no son tentativas de horadar cierto status quo que nos ahoga.
a vos te parece que el setentismo se interrumpió o es que llegó hasta el final (mas que nada sus calamidades). Es decir llegó a su plenitud pero en realidad no çdue lo que izquierda y dererecha soñaron.
Uno de sus componentes fue llegar hasta el final, sin importar los medios, realmente crées eso de que se interrumpió?
http://artepolitica.com/comunidad/kachigani-setentista/
Hasta ahí, le admito, los que se alinearon en forma inmediata tal vez fueron mayoritariamente los setentistas, seguramente por lo que había quedado silenciado. Sin embargo, yo creo, que la condición del setentismo, no responde sólo a una cuestión coyuntural propiciada por Perón, sino fundamentalmente porque lo que toca el líder, en su primer gobierno, es el fondo mismo de la constitución del ser humano, donde anida una condición de dignidad (inmortal) que se subleva contra la discriminación, la exclusión, la injusticia y el frío y calculador poder de los dominadores (llamémosle amos porque no quiero hablar de clases para no confundir lo que digo con el discurso marxista). El kirchnerismo vuelve a tocar el mismo punto y cuando muere Néstor explota esto en el corazón de los jóvenes.
Por ese motivo no comparto eso que usted dice que el setentismo viene a taponar a las nuevas generaciones. Las nuevas generaciones también tienen ese núcleo. Podrían morir todos los setentistas, pero esa parte de lo humano, que en ellos se expresó, seguirá estando, como antes y durante la existencia de Perón también lo estuvo, porque es constitutivo.
Yo creo que hay dos tipos de peronistas, A y B, si quiere para no llamar de derecha o izquierda. Pero son inconciliables en lo profundo, no porque en uno de ellos el núcleo inmortal no se encuentre sino porque al modo de los genes (y me pongo un poco biologista) no se ha expresado. Uno de ellos, el grupo A literalmente hablando, se cree el heredero ¿de qué?, de una parte de lo que era Perón (del legado), pero Perón también tenía la otra parte (no fue un solo legado). Tal vez no pudo, como sí lo hizo con la oposición, abrazar a estos hijos y los echo de la plaza, pero eran sus hijos y tenían los mismos derechos. Evita sabía de eso.
Pareciera que se quiere repetir la historia, con la falsa ilusión de que desaparecidos los K el problema se termina. Yo les digo a los peronistas del grupo A, los enemigos no son los K.