Al parecer fue hace poco -y con horror (lean si no"La batalla por el sentido común: ¿Hacia una hegemonía kirchnerista?")- que La Nacion descubrió que el oficialismo ha ganado una parte importante de esa discusión.
... esa construcción, el antikirchnerismo, es de autoría mediática; no una decantación de la realidad sino una simplificación buscada por los grandes medios opositores cuando vieron afectados sus intereses. Decir así, entonces, que alguien es antikirchnerista, como si fuera esa una identidad política, es un insulto y una denigración.
La nota de Raquel San Martín, "La Batalla por...", dice en su bajada:...para algunos, el Gobierno impulsa un intento programáticamente articulado, ya no de imponer su verdad sino de conquistar con ella a la opinión pública, plantándose en la mesa de cada día como el único alimento intelectual que vale la pena. En pleno año electoral, una pregunta clave: ¿podría esa influencia tener efectos sobre las urnas en octubre?
Llega tarde. Y hasta se equivoca cuando coloca a las elecciones de octubre como finalidad de esa influencia. Llega tarde porque la batalla, en gran medida, ya fue ganada por el oficialismo. Coincido en esto con Omix, que es quien viene predicando en favor de deponer lo cultural para avanzar hacia otras cuestiones. Convengamos: la batalla cultural no termina nunca pero llegan momentos en los que, como ahora, los valores llevados adelante por el kirchnerismo han calado de manera importante y en forma transversal dentro de la sociedad. El gobierno lo interpreta así, además: la pelea por colocar representantes en los directorios de las empresas en las que el Estado, y por ende todos nosotros, es y somos socios no es una pelea cultural sino que es un paso adelante en ese debate. Va más allá. Sin la batalla cultural no hubiera sido posible -directamente- discutir la cuestión.
Causal y no casualmente porque la batalla cultural ya fue librada con victorias importantes para el pensamiento nacional y popular es que el Estado puede decir hoy"señores de AEA, allí donde tengamos acciones queremos tener representación", devolviéndole al Estado el status que puede tener cualquier persona jurídica: la capacidad de accionar dentro de la economía. No es sólo octubre el objetivo, a ver si lo entienden, porque arribar al debate y contentarse con describir las dicotomías es, sí, la verdadera estupidez argentina.
http://loshuevosylasideas.blogspot.com/2011/04/la-batalla-cultural-y-la-estupidez.html
En ARTEPOLITICA hay un posteo de Mariano (autor del blog "yendo a menos") que está levantando polvareda sobre el fin de la batalla cultural. Ahi el comentador "Sergio" tira estos dos párrafos sobre el posteo y sobre las denuncias lloronas del gobierno que olvida que ahora está en el centro del ring, olvida que es el campeón y no el challenger.
Dos frases que la rompen. Una, del post de Mariano: “Hay que dejar de pelearse con los periodistas, al menos por dos años.”. La otra, del comentario de César: “Hoy en los programas de chimentos se habla de “complicidad civil con la dictadura”. ¿Si eso nos es ganar la “batalla cultural” que catzo es la batalla cultural o yo no entiendo nada?”.
Sí, lo de Randazzo de hoy me pareció exagerado e innecesario. Para mi es un ejemplo perfecto de lo que hay que corregir. Si ganás 50 a 12, el que grita fraude, queda solo en off side, no hace falta refregárselo en la cara una y otra vez, una sonrsa irónica ante la payasada de la “denuncia” opositora, me parece más efectiva.
Ojo que no hablo de quien tiene razón o no la tiene, quien fue el mala leche y quien no, sino de la actitud de "payador perseguido" que sin enemigo exterior (el imperialismo, la sinarquia, que se yo) no se entiende bien y queda desubicada como chupete en el tuje haciéndole saltar un poco la pintura a un gobierno que acaba de salir del chapista y luce flamante.
Creo que se está usando el libro equivocado, y no va a ser la primera vez que se arroja por la borda un muy buen capital político acumulado con mucho esfuerzo y muchos logros, pasó en el tiempo que transcurre entre la elección de 2007 y el 10 de marzo de 2008 cuando dormíamos una siesta con la amada victoria que nos ratificaba lo bueno y hermosos que somos y a la vez confiabamos nuestra serenidad a un yuppie que terminó firmando un instrumento menor (una resolución) que nos terminó cagando la vida.
Creo que se está leyendo como si esto fuese el kulturkampf (batalla cultural) gramsciano que intentaba encontrar un camino alternativo para arribar al soñado socialismo, para ello el italiano -que pensaba para los italianos- se centró en la idea del "sentido común" del pueblo. Notó que a ese sentido común lo forman -entre otros- los medios en poder del capitalismo, es lógico que el pueblo naturalice como propios los valores que contribuyen a identificar el sentido común con el punto de vista interesado del poder capitalista. Pensó entonces que lo mejor para conquistar este “sentido común" que permanecía colonizado por la cosmovisión impuesta por el capitalismo era desarrollar una lucha cultural.
Dijimos que Gramsci diseña un camino al socialismo y destierra la violencia supliendola por la lucha por el sentido. Entre Gramsci y el kirchnercristinismo sucedió la caida del muro de Berlin y todo cambió, partimos del mismo puerto pero para llegar a disitntos destinos. Me pregunto si el bueno de Gramsci hubiese retocado tanto sus tesis como para poder servir de... soporte ideológico al kirchnercristinismo.
Las señales del camino apuntan para la centroizquierda, y el camino te lleva para otro lado que no es necesariamente la derecha (eso lo puede pensar quien esté encerrado en el eje izquierda-derecha). Como convencer a los que narran avances por centroizquierda que desde fuera del fanatismo a todas luces no se ve como en sus sueños. Este disloque es el que no encaja, esta lectura ideologica desde una idea que ha dejado de tener relevancia por que la lucha que la necesitaba como explicación de los movimientos concluyó.
No vamos hacia el socialismo, al menos no de uno de cuño marxista (como puede ser el gramsciano) pero se quiere creer y hacer creer que es asi. Y ahi está lo equivocado del planteo, hace unas semanas en el post titulado "Boudou y el marxismo", el amigo "el canilla" me espetó:
Hasta aqui mi desacuerdo, mañana cierro con aquella parte de "peronismo y batalla cultural, instrumentación de la ideologia" y chau picho, esto no da para mas
Pd
1.- a partir del viernes le vamos a dar una manita a la oposicion que anda medio desorientadita, a ver si cambian de rumbo y recuperan terreno que esto está bastante aburrido che
El Canilla dijo...Omix, el peronismo no discute el capitalismo como modelo social. Aspira a administrarlo mejor y que sea más justo, cosa que no es poco.
La diferencia es que hoy defender al Estado, desde cualquier postura ideológica, frente a la pretensión neoliberal del mercado como último regulador social, es una postura latinoamericana donde el peronismo se inscribe por su propia cuna e historia.Creo que la cosa va por ahí, es más en el posteo de ayer incluí un articulo de Ricardo Beyer que en un punto señala
No es lo mismo un movimiento político, social y cultural socialista o marxista (o como se quiera caracterizar a la generación de los setenta), con un partido neo-capitalista, como es el Frente Para la Victoria, cuyo objetivo de máxima es moderar la voracidad de ganancia y explotación de las patronales agropecuarias o las corporaciones mediáticas y financieras, pero sin salirse nunca del Sistema que provoca y produce esas ganancias y esa voracidad y esa explotación y esa exclusión y esa violencia e injusticia social.Cayó el muro de Berlin y ya nadie sueña con un socialismo de cuño marxista, empecemos a llamar a las cosas por su nombre.
Un proyecto kirchnerista cuyo otro gran objetivo a alcanzar es moderar la explotación e incluir a los excluidos que genera el propio Sistema que se niegan a abolir, a la vez que redistribuir la riqueza mejorando los salarios y las condiciones laborales de los trabajadores.
Es imposible confundir una cosa con la otra. Son dos cosmovisiones y proyectos e ideologias y militancias totalmente distintas, casi en las antípodas.
Hasta aqui mi desacuerdo, mañana cierro con aquella parte de "peronismo y batalla cultural, instrumentación de la ideologia" y chau picho, esto no da para mas
Pd
1.- a partir del viernes le vamos a dar una manita a la oposicion que anda medio desorientadita, a ver si cambian de rumbo y recuperan terreno que esto está bastante aburrido che
2.- hay que revisar las fotografías del empresariado, rien, están tranquilos. El kichnercristinismo mientras asusta con el avance de la derecha mantiene a los radicalizados a raya, no hay peligro de profundizacion verdadera, ha tocado su techo de demandas y nada le viene mejor que la batalla cultural que circunscribe la pelea a un par de corporaciones mediaticas que cada dia que pasa sienten el vacío que le hacen las patronales, los han entregado a cambio de su paz.
LA BATALLA CULTURAL, HOY POR HOY, ES ALTAMENTE FUNCIONAL A UN EMPRESARIADO ACOSTUMBRADO A AMARROCAR SIN DISTRIBUIR.