de la tendencia revolucionaria a la campora hay 20.000 años luz

Mañana seguimos con la serie:"batalla cultural y traicion"

Hoy leimos en la Nación otro ataque a "la Campora"; agrupacion que al entender de mas de uno no tiene entidad para ser blanco de criticas de quienes se suponen son "los medios hegemonicos".

Tambien hay que reconocer que Randazzo peleandose con periodistas como Clarin y La Nacion solo echa leña al fuego de la equivocación de cierto sector que cree que al 14 de agosto se pudo llegar solo por la pelea con un multimedio. Otro acierto de este blog fue advertir que no debía ser llorón el gobierno cuando mandó a su tropa al recuento en Chubut, por mas que la actitud de Das neves fuese de mierda, por que debía ver la campaña en varios tramos y esa mierda que tiraba al pedir reapertura de urnas y nueva elección era una carta con una contra muy facil de ligar. Que no se abran las urnas y no se vaya a una nueva eleccion en las mesas cuestionadas (lo lógico) ahora que la baraja salió dada vuelta -como era de esperar- es una factura que se pasará (no la diirigencia sino el eletcorado) en otra oportunidad, pero que pasará, no dudemos eso.

Para explicar a "la Campora" y su falta de entidad para ser cuco político buscamos otras voces que no sean las nuestras y opiniones que tampoco son las nuestras

Leemos entonces OPINIONES DIVERGENTES QUE SIN EMBARGO TIENEN ESA CUOTITA DE VERDAD QUE LAS SOSTIENE Y TANTO DUELE, (son de otro blog por supuesto)

 El kirchnerismo se presentó a la sociedad como una continuidad histórica de aquella "juventud maravillosa"  de los años setenta, tal como la definió el mismísimo Peron.

Setentistas.

Suena bien, así dicho. Casi romántico. Como si Néstor y Cristina Kirchner (y sus seguidores) fueran los héroes sobrevivientes de una sangrienta y muy cruel lucha a muerte que no pudo acabar con ellos,  aquella epopeya heroica de una generación que dejó su vida en las oscuras y subterráneas y sangrientas mesas de tortura de las patotas militares procesistas, bajo la consigna inclaudicable de liberación o dependencia.

Es obsceno presentarse así. Como héroes. Una mentira muy baja. Es una falsedad ideológica.

Ni La Cámpora, ni la Agrupación Evita (o lo que sea) tiene algo que ver con la militancia de la Tendencia Revolucionaria o con el Peronismo de Base de los años setenta. Todo lo contrario.

La militancia de los años 70, con todas las contradicciones y limitaciones que a cada uno se le ocurra atribuirle, era decididamente revolucionaria y luchaba por la abolición del capitalismo (al que caracterizaba como la explotación del hombre por el hombre) y por la construcción del socialismo.

No al capitalismo. Patria socialista. Tal cual.

Por eso los mataron como a ratas. Los capitalistas.

La militancia K (el Proyecto K) es otra cosa. Kirchner jamás intentó siquiera cuestionar el sistema capitalista o ponerse tan solo un cachito afuera del capitalismo. Por lo contrario, se encargó personalmente de reestructurar el capitalismo argentino luego de la terrible crisis sistémica del año 2001.

No es lo mismo un movimiento político, social y cultural socialista o marxista (o como se quiera caracterizar a la generación de los setenta), con un partido neo-capitalista, como es el Frente Para la Victoria, cuyo objetivo de máxima es moderar la voracidad de ganancia y explotación de las patronales agropecuarias o las corporaciones mediáticas y financieras, pero sin salirse nunca del Sistema que provoca y produce esas ganancias y esa voracidad y esa explotación y esa exclusión y esa violencia e injusticia social.

Un proyecto kirchnerista cuyo otro gran objetivo a alcanzar es moderar la explotación e incluir a los excluidos que genera el propio Sistema que se niegan a abolir, a la vez que redistribuir la riqueza mejorando los salarios y las condiciones laborales de los trabajadores.

Es imposible confundir una cosa con la otra. Son dos cosmovisiones y proyectos e ideologias y militancias totalmente distintas, casi en las antípodas.

Lo cual es legítimo. Si uno es neo-capitalista, ¿qué problema hay?

Y si uno decidió morir por la patria socialista ¿qué problema hay también?

Cada uno sabe donde va y elige su manera de ser y vivir y morir en el mundo.

 Por eso no se entiende mucho por qué desde la misma cabeza del kirchnerismo se quiere identificar el Proyecto K, con la generación de la patria socialista.

No tienen nada en común.

Mas aún, tampoco se entiende por qué los kirchneristas presumen que son un partido de izquierda.

¿Qué tiene que ver el neo-capitalismo con el socialismo, la centro-derecha con la izquierda...?

O la generación del setenta con los yuppies de La Cámpora...

¿¿¿¿...............??????

peronismo disney.

Ricardo Beyer
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