En cualquier caso, la estrategia de polarizar, preconizada por las maquinarias estatales y sus dispositivos de propaganda, así como por los círculos empresarios y sus voceros mediáticos, ha fracasado: la suma de los porcentajes obtenidos por el FPV y Cambiemos no alcanza al 70% de los sufragios, cifra notoriamente inferior a aquellas propias de 1983, 1989, 1991, 1993, 1997, 1999, etc.En la Provincia de Buenos Aires todo estaba preparado para que un cardumen de pirañas descarnara al Frente Renovador, algo de eso sufrimos pero la tormenta pasó, es irrepetible y quedamos sobre el escenario (leru, leru)
Se le pueden dar muchas vueltas al desempeño nacional de Daniel Scioli, pero lo cierto es que un candidato peronista que no alcanza el 40%, ni en Nación ni en Provincia, y que mide mejor fuera de su propio territorio, claramente es un candidato débil.Madura el #MenosMalQueEstáFelipe peronista en la PBA
¿Es Aníbal el mejor para la tarea que el peronismo se plantea? Cuenta, ciertamente, con una alta imagen negativa y con un vice que es escasamente querido por los mandos territoriales. Quizás sobró en el oficialismo una confianza en el propio coto de caza que le hizo perder de vista, en el plano provincial, aquella unidad alcanzada en el plano nacional: claramente, la interna a gobernador del FPV sólo sirvió para consolidar la impresión de una oferta opositora consolidada. No parece imposible que el peronismo pueda perder un bastión que ha sido suyo desde el año 1987 a la fecha: ese solo dato derriba cualquier mirada exitista sobre la jornada electoral del domingo.Finalmente le pregunta a los voyeur's de grafiquitos desprovistos de análisis políticos si los barones conurbanos debieran replantear su estrategia y apoyar abiertamente a Felipe Solá?
En el plano de las intendencias bonaerenses, el flojísimo desempeño de los añejos caciques invita a repensar las claves con que el mundo académico ha identificado la fortaleza territorial del peronismo. Quizás la lógica territorial que se refleja en infinidad de papers y conocidas publicaciones haya respondido menos a una presunta naturaleza inalterable del armado peronista, quizás sea más ajustado pensarla apenas como la respuesta estratégica a un momento de crisis social y exclusión ya superado. Dicho de otro modo, es el propio éxito de los primeros años del kirchnerismo el que instala nuevamente la pregunta acerca de la eficacia de las estructuras informales que tan bien describieron autores como Auyero y Levitsky. El mundo de los punteros verticales, capaces de negociar paliativos a las limitaciones de los programas sociales, así como de garantizar la gobernabilidad del campo popular, pierde terreno con cada elección.Lo cierto es que la fortaleza territorial del peronismo bonaerense, magnificada en sus victorias, oculta mal un hecho empíricamente innegable: cada vez que el mentado “aparato” enfrentó una propuesta competitiva, fue derrotado. Pasó en 1983, en 1985, en 1997, en 2005, en 2009, en 2013, y no es impensable que vuelva a suceder.
Bueno, esto fue solo un punteo de un escrito intenso de Meler, melhor leelo completo clicando aqui https://ezequielmeler.wordpress.com/2015/08/11/18/
Besis y abraxis, muchis muchis mis chichis y mis chuchis
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