viernes, 23 de febrero de 2018

21F, los caminos del Señor son inescrutables.


El movimiento social que dio origen a la mayoría macrista de 2015 y 2017 denuesta elípticamente la existencia de los movimientos sociales a los que asocia con el que entienden es culpable de -lo que tambien entienden- es la gran frustración argentina, el peronismo. En esa lógica estas serían falsas ONG, producto de la fabrica de pobres, falsas porque para constituir una ONG hay que ser ciudadanos libres, o sea mas o menos "gente como uno", y -se sabe- los desesperados no son personas libres, algunos piensan que ni personas. En fin...

Los origenes del arribo al poder de la centroderecha disfrazada de centro.

Transcurrían los ultimos dias de noviembre de 2007, en C5N Marcelo Longobardi entrevistaba al sociólogo Torcuato Di Tella.  Este último dedicó todo el tiempo que estuvo en el programa  a predicar su preferencia por los sistemas bipartidistas.
Torcuato era intelectual renombrado pero en un sentido, el de la política de a pie, era un "angelito". Su candor lo lleva a pensar que es el tiempo de entrarle al peronismo (es decir, que sea copado por quienes intentan el entrismo por la izquierda progre postmarxista) y quedarse con el despues de expulsar del seno a los réprobos centroderechudos y del centro de poder interno a los centristas y peronistas sin sesgo ideológico. Sin mas consecuencia que hacerse cargo del edifico de la calle Matheu en la capital argenta al que, al decir de un calvo periodista porteño, de tan despreciado que fue por el cristinismo hasta le habían dejado oxidar la parrilla.

Estas lineas que siguen son un esbozo  de las consecuencias impensadas por Torcuato y por Nestor kirchner -y una muestra de la pura arrogancia de este ignorante que teclea-. 

A los peronistas el determinismo ditelliano nos entra por el lado al que nos acostumbró otro determinista, Perón. Esta orientación habla de fuerzas superiores que de alguna manera determinan el curso de los acontecimientos y las interacciones humanas, ya sean dioses, clases sociales, razas, la nación, la voluntad de los pueblos, el espíritu de los tiempos, el destino manifiesto o la conquista del espacio vital. Para el determinismo los líderes son simples vehículos de la historia. Perón fue un determinista y fatalista en lo que se refiere a la naturaleza del proceso histórico. Los pueblos evolucionan hacia el universalismo, el humano "lo único que hace, cuando se le presenta esa evolución, es fabricar una montura para poder cabalgar en ella y seguirla". 

El determinismo ditelliano nos lleva a un parteaguas izquierda/derecha, pero a diferencia del de Perón nace en la dicotomía madre: "civilización o barbarie", que gusta de acomodar el cuerpo al traje que viene de fuera por ser superior solo por la calidad de foráneo.}
 "-en los países desarrollados la gente es de centro, lo lógico sería que hubiera un gran partido de centro (…), pero lo que se da es que hay un centro de derecha y un centro de izquierda".-vamos hacia un cambio dentro de las tradiciones actuales (…) va a haber una tendencia hacia la centro derecha y hacia la centro izquierda".el bipartidismo se irá dando en en orden nacional "por la presión de las fuerzas sociales, no es que lo va a hacer Kirchner".  "La Argentina necesita un centro derecha que defienda los intereses empresariales y un centro izquierda que defienda los intereses sindicales". -(Una) "centro derecha apoyada por gente de posibilidad económica mayor y la otra apoyada por los sectores mas populares, sindicales". (Torcuato Di Tella dixit)
Se hacía imperativo dejar de confrontar con radicales y, cuando estos languidecen con otros peronistas y buscar un enemigo ideológico.

Un acontecimiento, un daño colateral si se quiere, produjo el embarazo y parto de ese esquema. En esta pagina afirmamos hace unos meses que:
Antes de 2011 la nueva derecha ya era una fuerza social y tenía experiencia en la conducción de masas (por caso los cortes de ruta por la R125 que resultaron el gran ensayo general), justo cuando la militancia de centro-izquierda K abandonaba la calle y se volcaba hacia el Estado. La nueva derecha creó una cultura de protesta en la calle, lo que le permitió reconducir las marchas hacia sus objetivos (verbigracia, el 8N como gran prueba y muestra de fuerza).
Con variaciones este argumento podrán verlo desarrollado con brillantez por Martin Rodriguez en su nota: A diez años del "conflicto con el campo". El campo ganó y dejó una herencia: El gobierno actual"  (clic aqui).

En el siguiente -y muy artesanal- cuadrito podrán ver:
-en 1 como funcionó el sistema político con el peronismo ocupando el centro,
-en 2 como lo pensó Nestor Kirchner y que sirvió para el momento en que el proto-macrismo estaba probándose y adquiriendo cuerpo,
-y en 3 como va a funcionar de aquí en adelante si no escapamos de esa trampa.

La coalición que nos gobierna incluye a peronistas y radicales de centroderecha a derecha. A la derecha (Carlos Rodriguez, Espert) no le queda otra que refunfuñar y acompañar a ultimo momento y al centro al que putativaente dice pertenecer por entero se lo roba casi en su totalidad.

El cristinismo hizo que el peronismo abandonara el centro para posarse en la izquierdita progre postmarxista. Con mas afinidad con la izquierda que con el conglomerado peronista se dio el lujo de desvirtuar a Evita y Jauretche y hacerles decir que el centro estaba ocupado por tibios o traidores. En ese orden acotado, de cajón, nos encerrábamos en un corralito ideológico que resta mas de lo que suma, ademas de  aportar poco al acervo doctrinario peronista y fijarnos lo que nos resta la flexibilidad que sirve para acodarnos a las cambiantes necesidades y demandas de la sociedad. A ese centro los corrió y los sigue empujando- hacia el macrismo, como se dijo en su momento "quizo llevarlos al paraíso de patadas en el culo".

Y todo lo dicho sazonado con el condimento indispensable para ir preparando en el mediano plazo el caldo de cultivo de la deconstrucción de una mayoría, la confrontación sistemática con todo aquello que se coloca enfrente del camino del autista. Defecto apenas perdonable en el Perón del 43/55. Revisado por el mismo Perón en 1973, cuando abandona la idea del partido personalista y antes de morir nos entrega su contribución al Proyecto Nacional que es la conformación de un amplio y tolerante espectro al que se bautiza como "campo nacional y popular", reestructuración de las lealtades y solidaridades de su propia fuerza política sintetizadas con genio en la frase "Para un argentino no hay nada mejor que otro argentino".

La confrontación tiene sus ventajas a la corta, y por cierto en este caso las tuvo. Mas cierto es que los antecedentes del propio Nestor y de Cristina en su feudo presagiaban que ese "Modelo Santa Cruz" iba a ser  trasladado a su ascenso al orden nacional. Tal desatino fue recibido con resignación por una dirigencia peronista que no estuvo a la altura de su rol en la historia y que perdió todas las oportunidades que se le presentaron de hacer que la nave en la que todos viajaban recupere el rumbo perdido en ese aspecto.

Para esta cuenta seguir pensando en la confrontación por la confrontación misma y desde el mismo esquema de confrontación ideológica ditelliano es continuar con los marcos que -está demostrado- terminan favoreciendo al macrismo y, lo que es mas grave, hacerle el caldo gordo a la concentración de la riqueza en los sectores económicos que se esconden detrás de la novedosa squadra amarela.

Desde donde escribo.
Siempre me ha parecido que el lector debe saber desde donde escribo. Soy peronista y no me parece una herejía recostarme en el Frente Renovador, aunque bien advertido estoy que de ninguna manera este pequeño colectivo monopoliza la verdad.

La realidad sentenció que massita no atrajo para si una coalición que metiera en un costal al empresariado y los políticos que suelen ser operadores de fracciones de las oligarquías locales, pero si intuyó cual tenía que ser la nueva base para la “coalición de poder” que el peronismo representará en las primeras décadas del siglo XXI: el obrero sindicalizado, el profesional independiente de medianos ingresos, el tallerista Pyme, el pequeño y mediano productor agropecuario, los sindicatos y  los movimientos sociales.

Y mas aun, acertó cual sería el gran desafio de los tiempos que vendrían y su papel. Al respecto adelantaba hace un lustro el gurú de Banfield: -"lo que separa a Massa del resto de la oposición es una ética de la responsabilidad que rige su pensamiento político: que haya una salida ordenada y tranquila del kirchnerismo", -"Las pretensiones están claramente relacionadas con esa búsqueda voraz que tiene el peronismo por capturar nuevos esquemas (tanto simbólicos como prácticos) de representación. Dejar que la piel vieja caiga para que crezca la nueva. Ese salir a la caza de representaciones siempre está retroalimentado por el motor de la voluntad peronista: la construcción de poder. ¿Qué vino primero, la representación o el poder? " (L.Ch. en https://revistapaco.com/2013/07/11/la-cuestion-massa/).

¿Qué vino primero, la representación o el poder?
Han pasado cinco años de aquella visión profetica, toda una vida. Los pueblos suelen buscar nuevos cauces para canalizar sus demandas y sus sueños. Esta semana esa representación y otras se cruzan con la marcha sindical y los trabajadores de la economía popular (los que quedaron fuera del mercado laboral -y por ende del de consumo- y no aciertan en rajarse del país o morirse), aspecto crucial para la unidad en el tiempo del movimiento nac&pop del siglo XXI, la marcha del 21F.

El sindicalismo argentino se negó un buen tiempo a reconocer como compañeros de ruta a los desclasados piqueteros. Temían que sus reclamos le toquen el status quo que los mantenía en situación de "aristocracia obrera" y que las demandas de estos los obligasen a firmar convenios a la baja. Cuestión que finalmente, y a pesar del desacople con los movimientos sociales, sucedió por otras razones mas prosaicas.

Diego Genoud pespuntea razones por la cual los caminos terminan cruzándose y confluyeron en el acto de la  9 de Julio y descubre el naipe escamoteado de la mesa:
"... la marcha del 21F desborda a los trabajadores sindicalizados y camina hacia la unidad difícil -que el gobierno de Macri facilita- con los trabajadores de la economía popular, como los llama incluso Carolina Stanley. Esa amalgama entre pobres y aristocracia obrera que tanto desquicia al circulo rojo no nació ayer. Fue alumbrada en setiembre de 2016 en la CGT, ante los ojos de Marcelo Sánchez Sorondo, el argentino enviado por el Papa que habita las paredes del Vaticano desde hace cuatro décadas.
Cuando pase la marcha y todos se declaren vencedores, será el momento de volver a discutir, otra vez sin acuerdo posible, para qué sirven los paros. Y de pensar, entre los indignados de la era Cambiemos, cómo subir la cuesta empinada que traduce una marea social en un proyecto de poder.
Que más quisiera Francisco, si pudiera elegir en su país, que esa fuera la nueva fisonomía del peronismo, más plebeya, más creyente y en tensión con el pasado kirchnerista. Aún sin líder, es la única posibilidad de base social que existe hoy para confrontar con Macri. Una fuerza viva, golpeada por los errores y la derrota, que carece de dos cuestiones esenciales: un programa económico alternativo -al del macrismo y al del kirchnerismo-  y un candidato que no nace a la velocidad que lo necesitan." https://elcanciller.com/nota/2568/marchar-contra-cambiemos-la-cuesta-empinada-de-una-alianza-inedita-en-busca-de-un-candidato
Veo en los cruces de espadas virtuales de las ultimas -frenéticas y exististas- horas mucha de esa mezcla de deseo y candidez que busca la amalgama. Compañeras y compañeros obnubilados, como si esa aproximación a la unidad no fuese percibida como primer paso, difícil y necesario, para empezar a construir lo que viene sino que es lo que viene. Si es así quedaría el peronismo atrapado en un Partido Laborista ampliado a los Movimientos Sociales, un norte del 15% con suerte. Hay que ir por mas, en cuanto a representación y a la vez en busca del poder, caminar en la cuerda floja, como siempre.

Para este escriba "El peronismo no se va reunificar de un día para otro, es un proceso largo", no están dadas las condiciones para ese milagro. Seguramente se va a definir con lo mas parecido a un partido de pato del siglo XIX. No se jugará en los estrechos limites de un campo de juego predeterminado (unas PASO, ponele) sino por toda la pampa. Definida la conducción y ganado el poder el peronismo se unifica, antes es difícil. El escenario está plagado de pata de lana al lado de la cama -aun caliente y destendida- exigiéndo a su amante y a la pareja de esta (el/la gorreado/a) una relación civilizada y fraternal.

Este tiempo está de lujo para ir por la representaciones.
Clamábamos por un Ubaldini y ya lo tenemos. El macrismo va a correr a Moyano (si no la vandorea) hasta Comodoro Py.

Moyano/Grabois son apenas los primeros ladrillos que se van a utilizar a fin de levantar la pared que ponga coto al avance de la centroderecha ampliada.

Esa alianza, entre sindicalizados de la antigua "aristocracia obrera" y movimientos sociales, deja en el medio mucha representación y nadie va a resistir comer semejante delicia, vamos a ver quien va por ellos.

Hay, en el juego de poder, que sopesar una circunstancia que agrega pimienta al plato, las bases sindicales de los gremios que no fueron convocados tienen los mismos problemas de los que fueron convocados (Raul Aragon dixit), hay allí una presión a su dirigencia para dejar de priorizar su libertad ambulatoria y las cajitas que tarde o temprano va a alejarlos de la comodidad.

Después de esa franja hay que ir por los meritocratas bastardos, los sectores medios, cuyo malestar con el kirchnerismo se prolonga ahora al macrismo. La seguidilla sinfin de malas noticias económicas va crear el caldo de cultivo para su conversión pero solo si removemos sus objetos de odio pasados.

Aun si la franja que va desde los representados por Grabois hasta los de Moyano/Schmid y Palazzo, mas los que quedan en el medio se unificasen no estaríamos acercándonos a ninguna victoria electoral a corto plazo (2019). Los ladrillos amontonados no son pared hasta que el albañil los fija con argamasa.

Habrá que preparar la argamasa e ir por mas ladrillos y mas argamasa. Hay que ir por los que piensan que su confort (aun el asegurado con curitas) es resultado de su esfuerzo y que las medidas económicas de los gobiernos populares no los han beneficiado.

El que quiera ganar hoy tiene que pensar en esos sectores medios y darle paz a sus conciencias, un nuevo contrato con sus representados.

El peronista que quiera ganar debe inspirar confianza en cuanto a su capacidad de:
-derrotar a la inflación sin bajar la inversión (el gasto) social,  
-proveer seguridad ciudadana otoño, invierno y primavera, 
-seguir con la fiesta del dólar y el déficit por las viajes por el mundo que ha terminado de ser el tiro de gracia al déficit comercial.
El que crea que con solo una de estas tres demandas le ganamos a Macri se equivoca. El macrismo le da mas, mucho mas.
La llegada de una factura de luz impagable no es (ni será) el fin de la adhesión al gobierno de Mauricio Macri. Al contrario. Es lo que la explica. Es el precio que muchos “pagan” voluntariamente para mantenerse a salvo del otro.El malestar de los adherentes al macrismo se va a desatar cuando el gobierno deje de garantizarles el mantenimiento de las jerarquías y de las distancias sociales...Dejemos de esperar que “dejen de votarlos cuando se den cuenta de que no pueden pagar la luz”. Porque esa factura impagable es el precio que muchos pagan, voluntariamente, por mantenerse a salvo del otro. Por mantenerse, en suma, con los pobres bien lejos. https://www.pagina12.com.ar/92266-la-promesa-del-macrismo-los-pobres-bien-lejos
Las tres o nada, al igual que la arena mas cal mas cemento es la argamasa, no una, las tres.

Es que, intuyo, los sectores medios ya no se autoperciben solo por el combo de ingreso y nivel de estudios sino que agregan el viaje publicado en redes sociales. Ese extraño fenómeno comenzó con Menem y la masificación de internet. El viaje a Miami de unos y el turismo revolucionario a Cuba de otros. Recuerde el/la lector/a que puesto a elegir el gobierno radical de de la Rua entre la rentabilidad bancaria y su base de sustentación política (la clase media) eligió sostener la banca. El corralito fue en diciembre y dejó sin vacaciones a mas de uno, y fue el principio del fin. De Cristina los alejó también su denodada lucha contra la manía del canuto en dolar, el que había padecido en persona ya que lo cultivaba -de forma viciosa- su difunto esposo.

Tenemos que pensar una política de aproximación para esos sectores.

Este emprendurismo bastardo que creció al abrigo de las ideas del viejo estado de bienestar peronista considera que si bien obtuvieron un titulo de una Universidad conurbana o la de Chilecito lo mismo lo hubiesen conseguido en Harvard. Son los que ni siquiera se plantean que para que cumplan su sueño anual de viajar al exterior tuvimos que darle una mano el resto de los argentinos. Es lo que piensan de la AUH pero no de lo que ellos obtienen. Y todo eso sin jauretchearla, porque los queremos enamorar no humillarlos, tenemos que atraerlos y no alejarlos mas, no queremos que se arrodillen y nos agradezcan haberlos sacado de la ignorancia, o que supliquen perdón por haber vivido equivocados, sino que nos acompañen.

Ese hacerse el boludo, mantener su sueño de prosperidad autogestionada y no echarles en cara nada es parte de su contrato con CAMBIEMOS y no nos van a dar bola hasta que le aseguremos lo mismo o les prometamos algo que los atraiga mas.

En esos sectores (como los de la franja Grabois-Moyano) hay malestar. Dudan de continuar donde están o plegarse a la insurgencia. Pero de este lado hay purismo ideológico, malas jauretcheadas, incomprensión, que le impiden convertirse en partisanos. Tenemos que ir por esos ladrillos también y la argamasa que les puede unir está en la amalgama de esos tres putos puntos que mencioné.

Ademas de sortear todos los intentos macristas por dividirnos mas (la centralidad de CFK o el aborto ponele), tenemos que lograr, si queremos regresar, que este pibe milite junto a nosotros.