miércoles, 30 de septiembre de 2009

¿Lucas Ghi se diferencia?

Sebastián Etchemendy ayer en "Página 12" mete un golazo haciendo un análisis sobre el centroizquierda posible (ver aquí).

Es sabido que los hombres y las fuerzas políticas evolucionan. En cierto momento madura y empieza a hacer cosas que antes no hacía y a comprender que lo que se hizo hasta allí sirvió, tal vez, para llegar a algún lado, pero que para ser coherentes con las convicciones hay que dejar de hacer ciertas cosas. Casi nunca (naturaleza humana) el/la hombre/mujer hace un "mea culpa" público sobre lo que pensó/dijo/obró en una etapa anterior.

Ejemplo: alguien en política puede ascender acusando a una parcialidad rival de clientelista y aparatismo, de ser la encarnación del mal sobre el territorio a conquistar o reciéntemente conquistado. Podrá constituirse en poder, podrá convencer de sus buenas intenciones a los moradores de la comarca y a los sectores medios urbanos del pais, y podrá avanzar en la destrucción de las estructuras que sostenían a sus predecesores y que se asegura reproducen los males imputados. Pasada una decada, en el poder, cuando ya nadie recuerda a los viejos rivales, estará obligado a cambiar, por que seguir con esas denuncias es apuntar a su propia linea de flotación.

Un gran post de Luciano Chiconi (del Blog "Desierto de ideas") que recordaba hechos vividos en las costas lomenses, me trajo a la memoria circunstancias demasiado parecidas ocurrido en la patria chica moronense.

Cuenta la leyenda que en una reunión con vecinos del área periférica (Cuartel Noveno, quizás San José), en un anochecer cálido de 1999, el flamante candidato del Frepaso por la Alianza a la intendencia explicaba sus intenciones gubernamentales vociferando de modo poco inteligible la promoción de una nueva forma de hacer política, el deseo luminoso de combinar participación ciudadana con una mejor calidad institucional, la necesidad de acompañar a Chacho para el cambio a nivel nacional y erradicar las prácticas clientelistas y perimidas del pejotismo.

Cuando los vecinos comprendieron que el candidato había venido a monologar más que a escuchar, ingresaron en un manso estado de exasperación que se potenció en la medida en que el rellenito futuro intendente evitaba referirse a cuestiones concretas vinculadas a las necesidades del barrio, por ejemplo el asfalto que taparía esas calles de tierra.
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Un viejito taciturno que se mantuvo expectante durante todo el monólogo, lo interrumpe y le pregunta: “Pero, usté ¿Qué va a hacer cuando sea intendente, don?”. Y el candidato contesta: “Nosotros vamos a hacer un gobierno socialdemócrata, como en Suecia y los otros países escandinavos” El silencio y el desconcierto fue el telón que cerró lentamente esa pintoresca mise en scene proselitista. Pocos intuían que allí se iniciaba la larga marcha frepasista hacia la intendencia lomense, la primera gestión no peronista del distrito desde 1983.

(Digresión: que boutade notable la de los gobernantes progresistas que comparan sus gestiones con las del primer mundo: Sabbatella dice que Morón todavía no es Copenhague, y Aníbal Ibarra soñaba con la alcaldía de Barcelona y con Baltimore).

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Politburó. La administración de un área gubernamental tiene menos que ver con la declaración de un rumbo ideológico que con establecer los mecanismos más efectivos para garantizar la continuidad y el mejoramiento de la prestación. En el caso de un municipio, garantizar el funcionamiento administrativo puede parecer simple, pero requiere masa crítica de fuerte eficacia operativa. Adivinen entonces, de lo que careció con estrépito la gestión del intendente Edgardo Di Dio, El Socialdemócrata.

El jacobinismo frentegrandista se desplegó en toda su dimensión a través de una estrategia (siendo decoroso) equivocada: considerar que “la toma de poder” se debía dar en cada dependencia del Palacio Municipal y que el enemigo a vencer era el empleado municipal como pretendido foco de la pandemia peronista.

Se trataría, para los cráneos de la Nueva Conducción Ejecutiva Distrital, de acceder al dominio de la Dirección de Personal y hacer desde allí, la Revolución de los Legajos. Todos los esfuerzos del funcionariado frepasista se centrarían en montar una surrealista securitate en cada oficina: con la toma física del edificio blanco, Di Dio y su desflecada guardia pretoriana creían ganar la batalla contra el frankenstein pejotista. En realidad, esta cosmovisión desenfocada evitaba abordar el drama tras bastidores: la ausencia palmaria de un desarrollo territorial que permitiera “hacer bajar” una batería de iniciativas de gestión a visualizarse popularmente. Drama que se profundizó a medida que la estrategia de copamiento administrativo provocó la parálisis total de la capacidad de gobierno del Frepaso. El intendente gastaba sus días acovachado en el segundo piso del Palacio: los más avezados le recomendaban que bajara al territorio, hacerse conocer al vecino, “vean, soy la nueva forma de hacer política, vamos a liberar a Lomas del yugo peronista que la sumió en la corrupción, otro municipio es posible, queremos rankear bien en el listado de Transparencia Internacional, vamos por la autonomía municipal y el presupuesto participativo, por el defensor del pueblo, por un Lomas como Malmö o Gotemburgo, conózcanme, soy El Socialdemócrata” Pero no, Di Dio seguía mirando TN en el treinta pulgadas de su despacho, pidiendo instrucciones a Mary Sánchez y al resto de los Papales de la Mesa Provincial del FG.

Si una política gubernamental se centra en discutir la mejor ingeniería posible para efectivizar el despido fulminante de 2000 trabajadores municipales que “estarían de más”, en vez de pensar en articular políticas de fuerte impacto territorial (o sea, seguir gestionando, obra pública, asistencia sanitaria), la parálisis de gestión está a la vuelta de la esquina.

Razonablemente, las intenciones de “limpieza” del cleaner Di Dio motivaron la reacción del sindicato municipal y el malestar del personal: paro, quite de colaboraciones y trabajo a reglamento, por un lado, y amurar con policías las entradas a la Municipalidad por otro, se convirtió en la diaria. El comienzo aventuraba el final, como en esas pedorras películas hollywoodenses protagonizadas por Jennifer Aniston.

Di Dio bajó sus pretensiones, y avanzó en despidos-hormiga, creyendo que de ese modo reducía la conflictividad: el efecto lógico fue la acentuación del obstruccionismo sindical y territorial del justicialismo. El Concejo Deliberante sesionaba al borde de la batalla campal, las piñas en la barra y las puteadas, escupitajos y apretadas cruzadas a concejales contribuyeron a engrosar un anecdotario memorable, con ediles que tuvieron que rajar ocultos en baúles de automóviles para evitar ser linchados por la masa enardecida, y escenas lamentables se registraron cuando el Concejo siguió sesionando con la mayoría ajustada de la Alianza, aún cuando ya se sabía que acababa de fallecer Juan Bruno Tavano: con el doble voto del presidente del cuerpo (radical), el Frepaso aprobaba proyectos “populares y progresistas” como la instalación de antena$ de empresas de telefonía celular.
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Ionesco es un poroto. Cuando Di Dio asumió enfocó sus quejas preliminares en la “excedida planta de personal” que dejaba el tavanismo, dando a entender que no se contaba con los fondos para sostener a esos 5000 empleados; de ahí la imperiosa necesidad de racionalizar gastos y echar trabajadores. Grande fue el estupor cuando dicho esto, El Socialdemócrata procedió a dictar un nuevo organigrama municipal: con la insólita creación de los rangos de Prosecretario y Coordinador se producía una inflación de la planta política, ese problemático fifty-fifty entre frepas y radichas que desvelaba los días y las noches del aliancismo lomense hasta dejar a un prolijo costado todo lo relacionado con GOBERNAR.

El cargo-fantasma de Prosecretario fue creado como ficticio nexo entre las secretarías y las direcciones, y el de Coordinador era un penoso comodín puesto debajo del Director sin labor especifica en muchos casos, aunque en realidad se trataba de mediocres informantes, boluditos que se dedicaban a “marcar” empleados municipales y derivar sus informes a la Dirección de Personal (controlada por el didiísmo puro) y que por esos servicios recibían una jugosa paga. Como la invención de estos cargos obedecía al faccionismo frenético, es decir a los requerimientos de los dirigentes frepasistas y radicales del distrito y la tercera (que no habían cobrado en sus respectivos pueblos y querían seguir metiendo gente en base a pactos preexistentes), y no a reales necesidades operativas, uno podía toparse por los pasillos municipales con estos prosecretarios y coordinadores que se desgastaban en un eterno deambular pirandelliano, en busca de funciones concretas que cumplir, tratando de encontrar a quiénes dirigir: sencillamente, el funcionamiento administrativo no los necesitaba, no tenía lugar para ellos, ese cardumen de frepas y radichas estaba, literalmente, al pedo. Algunos de ellos, los más temerarios, ensayaban grotescos actos de autoridad, ingresando marcialmente a las oficinas “bajo su órbita”(?) al grito de “soy el prosecretario designado por el señor intendente, y vengo en su prestigioso nombre a…” y ahí nomás inventaban algún chamuyo, porque en rigor de verdad, ni siquiera sabían para qué habían sido designados, y se exponían a las divinas humillaciones de experimentados empleados, al solapado gaste de jefes de departamento y otros funcionarios de carrera que soportaban casi con ternura el amateurismo de estos “jefes”. En cambio, los más avergonzados por su cargo falso, se acercaban furtivamente al despacho de algún director y pedían a media voz si no le podían habilitar un espacio físico en la dependencia para poner, aunque sea, un escritorio, una silla y un percherito para colgar el saco o la carterita, para luego admitir la necedad de El Socialdemócrata casi a modo de disculpa. Otros llevaban la fotocopia del decreto de su nombramiento doblada en el bolsillo para mostrarla cada cinco minutos a los incrédulos, a esos empleados que desdeñaban su autoridad y se les cagaban de risa en la jeta. Faltó, tan sólo, que desfilaran por la explanada del palacio municipal con cartelitos que dijeran “Somos funcionarios, Queremos mandar”. Se cumplía así, una máxima colosal del progresismo: los caciques superaban largamente a los indios.
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Trabajo notable de Luciano que se divide en dos partes (cliquear aquí), (cliquear aqui)

martes, 29 de septiembre de 2009

Manolo (Barge), ¿seguís siendo católico?

Manolo Barge, ¿vos sos católico?

Si sos católico despejame esta duda.


Se que cuando la apóstolica romana ocupó la posición dominante entre las confesiones del mundillo occidental, las cosas en economía no andaban bien para las sectores de menores ingresos. Pero después que varios herejes hicieran rancho aparte de la católica, las cosas anduvieron peor para el pobrerío en los sistemas que se crearon prohijados por las ideologías surgidas al calor de las visiones generadas por esos cismas.

Esta introducción y lo que sigue tienen que ver con una pregunta que te hice una vez sobre el guardián jesuita Bergoglio: si este no se daba cuenta (o ya no le importa nada) que le hace el juego a la ética protestante parándose en el lugar donde se para, o será que los prejuicios de alguna clases que no son bajas ni altas son irresistibles.

En junio de 2008 comentaba esto en labarbarie.com.ar

.. los que se disponen a frenar cualquier peligro de avanzada redistribucionista se están armando, se alinean, construyen su aparato, su base social de sustentación y representación, sus lideres.

Los medios “independientes” difunden su “mística” en base a que el bien particular es el bien de todos, por eso la consigna inicial: “el campo somos todos” que se traduce en el “hoy por ti y mañana por mi” corporativo de sectores que pertenecen a los deciles más altos a efectos de no dejar avanzar al estado y a la política pues estos pueden cometer el dislate de “redistribuir” todo lo que “supieron conseguir”, yendo sobre la concentración capitalista y la renta.

“El campo somos todos” es el juramento de lealtad de los que no estan dispuestos a compartir renta, ni siquiera extraordinaria: “Oh Juremos con Gloria Morir” antes que nos toquen una sola moneda.

Es la lógica de la “etica protestante” calvinista que dió origen al capitalismo y que generó una ética de trabajo afín al espíritu del capitalismo, lo cual incidió, de manera no buscada inicialmente, en una tendencia a la acumulación de capital en detrimento de los otros sectores sociales. Concentración que, a su vez, modificó la dinámica de intereses del desarrollo del capitalismo devenido ahora en neoliberalismo.

Etica protestante pura que, parece, es defendida ahora por el mismisimo “Pastor” Bergoglio) que pide gestos de grandeza que suenan a cerrar la puerta de cualquier posibilidad de redistribución.

Ahora agrego que tiempo después se dió cuanta que tiró mucho de la cuerda y empezo con la hipócrita y tardía preocupación por la pobreza.

Y te lo pregunto por que esto de la ética protestante se está vulgarizando horrores y se está masificando y justificando a nivel popular lo que el peronismo había logrado desterrar.

Esto me llegó en un em@il, te lo transcribo y tiene que ver con lo que te pregunto
...cuando te hablé chateando sobre la propiedad privada ... cuando te obligan a que si inviertes en algo (en este caso algún medio) y después te dice NO AHORA QUIERO QUE LO VENDAS ... ¡OJO, QUE PASARÁ !!!!!!!!!!!!!

Pensamiento de Adrian Rogers
Todo lo que una persona recibe sin haber trabajado para obtenerlo, otra persona deberá haber trabajado para ello, pero sin recibirlo..

El gobierno no puede entregar nada a alguien, si antes no se lo ha quitado a alguna otra persona.

Cuando la mitad de las personas llegan a la conclusión de que ellas no tienen que trabajar porque la otra mitad está obligada a hacerse cargo de ellas,

y cuando esta otra mitad se convence de que no vale la pena trabajar porque alguien les quitará lo que han logrado con su esfuerzo, eso, mi querido amigo, es el fin de cualquier nación.

"No se puede multiplicar la riqueza dividiéndola"

Dr. Adrian Rogers, 1931
Pastor americano
Te repito la pregunta Manolo: ¿Bergoglio no se da cuenta que le hace el juego a la ética protestante parándose en el lugar donde se para?, es decir: ¿lo hace en forma deliberada o no se da cuenta que traiciona a la grey católica que le ha confiado entre otras cosas la difusión de la doctrina de Cristo tal cual la interpreta la Iglesia de Roma?.

sábado, 26 de septiembre de 2009

El gallo otra vez, me quiero moriiiiiiir

El gallito podría jugar lunes y jueves, asi al menos no me caga el fin de semana. A ver si entienden, no me gusta el futbol, pero sufro sus efectos colaterales.
Deportivo Morón no emboca una y el clima de crispación de los hinchas (incluidos los 3 energúmenos hijos mios) tensa el clima de dialogo y consenso que signa esta época pos 28J y pone la perla del Oeste a punto caramelo para estallar en cualquier momento.
La cosa está más aspera que el senado después del 10 de diciembre, las posibilidades que gane un partido son menores a que en esa cámara aprobemos un puto proyecto por los próximos 24 meses que le siguen a esa fecha.
¿Que mal hemos hecho para merecer esta seguidilla de desastres?, tengan piedad de nosotros
.
Ehh amigo que no decaiga, vamos vieja a rezar todos:


Ohhh hermanos, tomemonos de la mano y oremos: "Gallito eso redondo no es una pizza, es un fulbo. Eso con forma rectangular del otro lado del campo de juego se llama arco y hay que hacer pasar la pelota por ahi, amén".

Video de arriba: el griego Yorgo Ntalaras (Jorgito Dalaras) interpretando el Kyrie, de la monumental obra de Ariel Ramirez "Misa Criolla",
Quien quiera escuchar otros temas de la misma obra interpretada por Dalaras en 2001 en el escenario musical más importante culturalmente de occidente: el Odeón de Herodes Ático en la Acrópolis de Atenas, favor de cliquear en los nombres.
AGNUS DEI, LA PEREGRINACION, GLORIA,

Al Andaluz Project interpretando "Nassam Alaina Lhawa", artista invitada la cantante de voz extraordinaria Iman. En este enlace los argelinos Cheb Khaled y Assala en una versión más modernosa del mismo tema.

Vente para el peronismo, compañero












Vente ...

viernes, 25 de septiembre de 2009

Vidas perpendiculares: Cobos y John Adams.

"I am Vice President. In this I am nothing, but I may be everything"
John Adams.

Al establecer la carta magna argentina los constituyentes de 1853/1860 tuvieron, entre otras fuentes, muy en cuenta la constitución de los Estados Unidos de (Norte) América, tanto que se puede afirmar que -mutatis mutandis- adoptaron el modelo norteamericano. La Corte Suprema argentina ha interpretado la Constitución en muchísimos casos a la luz de la jurisprudencia creada por la Corte Suprema de los Estados Unidos y los precedentes sentados en ese país por los políticos de carne y hueso. La Vice Presidencia de la Nación en U.S.A. constituye una autoridad políticamente relevante pues utiliza su posición en el Senado para favorecer las políticas en las que está empeñado el Poder Ejecutivo.

Toda atribución otorgada al Vice Presidente de la Nación, no es un atributo de la banca –que no la tiene- sino un atributo representación; lo que significa que al momento de ejercer sus atribuciones, debe hacerlo en nombre del Poder Ejecutivo y nunca en su contra.
El Senado se compone de tres senadores por cada provincia y tres por la ciudad de Buenos Aires. Así el vicepresidente no representa absolutamente a ninguna de ellas. Su legitimación democrática radica en los votos que obtiene, en nuestro caso, la fórmula presidencial, que institucionalmente se ubica en espacio correspondiente al Poder Ejecutivo Nacional. Toda la legitimación constitucional de la figura del vicepresidente de la Nación, se encuentra entre los artículo 87-98 de la CN. Esto es Poder Ejecutivo Nacional.
Respecto a la posibilidad de desempatar una votación en el senado, llegado el caso, el vicepresidente representa decidida e indudablemente al poder ejecutivo.
El Vice tiene libre albedrío pero de ninguna manera puede trabar o cambiar el rumbo impreso por quien tiene el timón de la administración (el/la Presidente/a). Los funcionarios suelen tener atributos y una ciudadanía recortada, a un juez, por ejemplo, se le prohíbe el ejercicio activo de la política, tiene que ver con la naturaleza de las instituciones, en algunos casos está escrito y en otros no.
El caso de John Adams es paradigmático y sentó doctrina, fue el primer vice constitucional de los Estados Unidos y el primero de los vice en el mundo entero que tuvo que ejercer el voto de desempate unas veintinueve veces.
Adams pensó siempre que no el cuerpo estaba hecho para una sola cabeza y que no hay barco con dos timoneles. Solía decir:
"The worst evil that can happen in any government is a divided executive; and, as a plural executive must, from the nature of men, be forever divided, this is a demonstration that a plural executive is a great evil, and incompatible with liberty"
Los redactores de la Constitución norteamericana crearon la Vice Presidencia tardíamente. En realidad fue un efecto colateral de la creación de la Presidencia. Al crear el colegio electoral provenientes de los estados que fundaron la Unión y les impusieron que voten por dos candidatos y uno al menos que ”no deberá ser habitante del mismo estado que ellos”. Corría el riesgo de que los electores se vieran tentados a votar comprovincianos y eso generara un bloqueo paralizante al haber una multiplicidad de candidatos con muy pocos votos cada uno. De esta manera empezaron a buscar personalidades de proyección nacional. El sistema era simple el que tenía mayor cantidad de votos era electo Presidente y el que salía segundo (no importaba la facción que representaba) era el sustituto con cargo de Vicepresidente.
En 1787 no existía el cargo de Vice, pero si se registraban antecedentes. Antes de la Revolución los tenientes gobernadores “lieutenant governors” presidieron los consejos de las gobernaciones de las colonias reales (inglesas) con función legislativa, funcionaban como cámaras altas (senados).
John Adams estaba familiarizado con este instituto ya que el había presidido este “senado” en su natal Massachusetts. Cuando los estados declararon su independencia, adoptaron nuevas constituciones, pero continuaron la tradición de muchas de las instituciones coloniales adaptándolas al nuevo régimen.
Dice Alexander Hamilton (El Federalista, Nº 68) que la Constitución del Estado de Nueva York de 1777 ya preveia un vice gobernador que preside el senado estatal y que es el sustituto constitucional del Gobernador ("a Lieutenant Governor chosen by the people at large, who presides in the senate, and is the constitutional substitute for the Governor in casualties similar to those, which would authorise the vice president to exercise the authorities and discharge the duties of the president.") figura que podía aplicarse para la acefalía presidencial.
Los redactores de la constitución no precisaron demasiado los alcances de los deberes y atribuciones del Vice Pte, tal vez teniendo en cuenta que se trata solo de un potencial sustituto, disponiendo que fungirá como “Presidente del Senado , pero no tendrá voto, a menos que este se divida en partes iguales” (Art. I, sección 3).
El rol dentro del poder legislativo de un funcionario del departamento ejecutivo provocó que no fueron pocos los que alzaron su voz por lo que entendieron que es una clara violación al republicano principio de división de poderes, Elbridge Gerry entre ellos. Lo cierto es que sin el vicepresidente, al menos un estado –de ordinario- se vería privado del voto de uno de sus senadores, con lo que se resentiría su representación en la cámara.
En el primero de los dos mandatos como Vicepresidente de George Washington (su rival en el colegio electoral) Adams tuvo un papel destacado en el senado apoyando abiertamente las políticas del Presidente (aún las que el se oponía) y rompiendo el empate volcando la votación de forma de asegurar la provisión de herramientas legislativas que la Administración requería. Lo que generaba polémicas y ataques al Vice que Adams asumía como inherentes a la función.
Si algo no se discutía en U.S.A. de entonces y no se discute en el mundo es la lealtad al Presidente por lo que ella representa a las instituciones. Todo el mundo sabía que a partir de Adams el Vice votaría a favor del Presidente en caso de ser un tema crucial para decidir la marcha de la administración.
El Vice suele ser considerado una prolongación de la administración de un Presidente y solo en situaciones extraordinarias (el empate senatorial es una de ellas) hace notar esa característica propia del cargo.
El autor de estas lineas es peronista, de nada se escandaliza y entiende que las conspiraciones o te matan o te fortalecen, el arte está en aprovechar la fuerza de los felones utilizándola para fortalecerse uno mismo. El vice presidente es el primer conspirador de la república, esto ha sido siempre así en cualquier tiempo y lugar, pero como en el chiste cordobés, a pesar de la prohibición no son pocos los que hacen pis en la pileta, lo que si: a ninguno se le ocurre hacerlo desde el trampolín.

El que quiera consultar antecedentes sobre como vota el VicepPresidente en U.S.A. puede cliquear aqui, y si encuentran un émulo de Cobos me lo hacen saber.
Para los que solo dominan el comechingón como segunda lengua cliquear aquí.

Como aparece el instituto "VicePresidente" en la Constitución norteamericana ver aqui
En traducción automática de google aquí

PD: La idea de este post no es original como todo lo mio, la tomé prestada sin autorización de aquí.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Mi silencio frente a Sabbatella

Alguno se preguntará la razón de mi silencio frente a Sabbatella, al menos en el último año.
Podré decir que me dediqué a cosas importantes y no deja de ser cierto, pero el asunto, al menos en su dimensión mayor, pasa por otro lado: Sabbatella se dedicó a hacer un poquito política, a construir pensando ya no en marketing sino en ideología, a armar sin estar condicionado por el "que dirán", a asumir el desgaste como costo propio de decisiones políticas ineludibles.
Pero, esta actitud no e sun invento actual, las tenía desde antes, pero no le daba prioridad. Apoyar la "equidad" es loable, pero puede ser un subterfugio para no inclinar la balanza hacia políticas, posturas y personajes concretos de la actualidad en el marco de un proyecto de poder para el pais (propio o de otro) y encima ese no querer codearse con... quienes comparten objetivos comunes por que -te están diciendo (y vos repetís) que- son impresentables.

No fui yo, fue el, el que cambió. Tiró mucho de la cuerda, no podía ser que su construcción adversarial fueran los tapabaches del reino, los temidos "barones" del conurbano, que dicho sea de paso es su club de pertenencia (como a Borges le dolía ser argentino pero no podía evitarlo). No fui el que provocó mi alejamiento de las filas de los detractores de alguien que por cierto creció bastante aprovechando el viento de su funcionalidad al sistema.
Su impronta anterior queda dando vueltas, algunos de sus bufones andan por ahi repitiendo consignas gastadas que alguna vez confundieron a alguien (al sabatelismo), bueno... eso pasará, seguramente pasará, espero que pase. Sería una lástima que no ocurriera. Es una suerte que Sabatella en diez años haya pasado del Frente Grande a la Alianza, de la alianza al Nuevo Morón y del Nuevo Morón al EDE, renaciendo como el ave fenix cada 3 años, así es fácil operar con beneficio de inventario, en cambio tipos viles como yo guardan sus fotos junto a de la Rúa entre otros y liberales como el ex ministro Cavallo, de puro malo que soy y para demostrarle que todos en mayor o menor medida fuimos funcionales a cualquier ideología.
A este sabbatella lo banco, le disputaré el territorio por que es mi naturaleza, y se que con mucha suerte el espacio donde milito tendrá la misma suerte que el ratón enfrentando al león, pero lo banco, sin que esto se entienda que olvidé lo funcional que fue.
Adios Nonino por Carel Kraayenhof


A continuación el amigo Gerardo Fernandez se quemó las pestañas escribiendo un post que en partes choripublico aqui sin su autorización y que narra el paso de algunas fuerzas de la centrosinistra autóctona del antisistema teórico y funcional al antisistema práctico y desafiante.

Sebastian Etchemendi me acaba de recomendar un pasaje de esta nota de Eduardo Mocca, publicada en Página/12 del domingo, que aún no había leído y me parece central. En un artículo para releer varias veces, donde por ejemplo Mocca caracteriza con un nivel de justeza asombroso el modus operandi "raro"de Solanas, hay un párrafo para enmarcar:

"No importa si el progresismo clama contra la pobreza y la injusticia: eso forma parte del folklore de cualquier “país normal”. El problema es que esté dispuesto a comprometer sus fuerzas en la definición de las pulseadas reales de poder que transcurren. Si así ocurre se termina con los buenos modales. Sobreviene el chantaje, las campañas de descalificación, el silenciamiento. Para tener buen marketing, la izquierda tiene que tener comportamientos “razonables”."

Brillante, contundente y al hueso.

El centroizquierda debe estar para pensar bonito y hablar generalidades, pero ojito si se le da por incidir en la política concreta; ojito si se le ocurre por un instante dejar los "hay que hacer" y se decide a accionar en base a los "cómo hacer", porque ahí dejará de ser la niña mimada del dispositivo mediático ...

y sigue.

Encima sin darnos respiro publica esta otra.
Sugerencia: leanlán (así, con "n" conurbana final)
Ademas de escribir Gerardo Fernandez conduce junto al blogger's Mendieta el programa radial "la bloguera" que se puede escuchar todas las noches de 21 a 22 hs por AM Radio América (1190 khz) o por internet cliqueando
aquí.

martes, 22 de septiembre de 2009

Izquierdas/derechas categorías liberales

El que sigue es un fragmento de una excepcional entrevista a José María Rosa del año 1968
Periodista- Generalmente usted no responde cuando se le pregunta si es hombre de derecha o de izquierda porque considera —según lo declaró más de una vez— que esas son categorías propias de un liberalismo que rechaza.

Jose María Rosa: Eso de progresista o reaccionario, dicho en términos absolutos, lo usan quienes creen en el avance de las sociedades hacia una meta determinada, como los liberales o los marxistas.
Para mí, "progreso y reacción" son términos de física, que pueden aplicarse a la historia de las sociedades en relación con algo: el bienestar individual, el de una clase social, el de una comunidad nacional, o mi concepto personal del arte, del confort, de la moral, del derecho, etc. Entonces, sólo así podría decirle si hay progreso o regreso: en relación a eso "algo". Y usted me podría catalogar, con Mannheim, según creyese que comienzo el futuro o continúo el pasado.
La pregunta y su respuesta vienen a cuento como introducción a la lectura de la nota de Luciano Chiconi, (una de las plumas más ágiles y prometedoras de la blogósfera nacional y popular) en la Revista Zoom, donde dice barbaridades como esta
"...La épica de nuestro tiempo hay que buscarla en las promesas incumplidas en veintiséis años de democracia: lo que no llegó fue la Justicia Social. La épica de una política popular no es, paradójicamente, ninguna utopía, sino un estado de la vida popular que alguna vez se logró, se vivió, se aprehendió hace cincuenta años en este país, cuya representación y expectativa sigue residiendo en el peronismo aun con sus mutaciones, limitaciones y defensividades..."

Por supuesto, aconsejo que lean las dos notas.

Marconi's en piano y bandoneón y un Yo Yo Ma en cello pelandosela para llevar adelante Libertango de Astor Piazzolla

El vicepresidente que no fué (I)

Una de las cosas que más me revienta es que cuando cierto discurso único (autoritario y oficial del poder económico concentrado) quiere defender algo referido al status quo, lo hace descaradamente sin reglas.

El voto de Cobos en la R125 de julio del año pasado es uno de esos casos.

Va de suyo que el vicepresidente integra una fórmula en el que va de coequiper y de repuesto. En realidad ambos van a cumplir un mandato: el programa de gobierno expresado en campaña. El vice es el reaseguro de que la voluntad popular no será traicionada en caso de vacancia de la Presidencia.

Todos sabemos que el Vice es también el primer conspirador de la República, pero ninguno se atreve a dar señales públicas de su vocación reemplazante. Es el sigilo lo que hace de un vice, un conspirador exitoso.

Mientras tanto se entretienen sonando la campanita del Senado y desempatando.

La figura del Vice Presidente que adoptaron los constitucionalistas argentinos de 1853, fue copiada del Vice norteamericano.
Fué justamente Jhon Adams, el primer vicepresidente de los EEUU quien dijo: "El de Vice Presidente es el cargo más insignificante jamás conocido por el hombre".
Así y todo Adams acompañó a su gobierno, a su Presidente (George Washington) desempatando con su voto "Si, Positivo" una veintena de veces durante los mandatos de este (de 1789/93 a 1793/97) .

Lo que sigue (que extraigo de aquí) es un muy buen resumen acerca de cual es el rol del Vice en la Constitución Argentina.

Debe señalarse que la figura del vicepresidente está tomada de la constitución norteamericana (Artículo I, Sección 3ra, 4). En ese país constituye una autoridad políticamente relevante pues utiliza su posición en el Senado para favorecer las políticas en las que está empeñado el Poder Ejecutivo.

El primer vicepresidente de los Estados Unidos, John Adams, es citado como un claro ejemplo del apoyo que significó para el presidente en el Senado, utilizando en esa dirección el voto de desempate.[1]

Adviértase que los constituyentes de 1853 no crearon una forma de gobierno sino que –según los miembros informantes de la Comisión que redactó el proyecto, Gorostiaga y Gutiérrez- la adoptaron, tomándola del modelo norteamericano. Esta decisión de adoptar un sistema de gobierno ya creado, ha constituido el fundamento para que la Corte Suprema argentina haya interpretado la Constitución a la luz de la jurisprudencia creada por la Corte Suprema de los Estados Unidos, elaborando, al mismo tiempo, una doctrina propia a partir y en armonía con las demás disposiciones constitucionales.

Incluso, la similitud entre nuestra constitución y la norteamericana se aprecia desde la letra misma de los preámbulos.[2]

De tal inteligencia, se desprende claramente que la atribución otorgado al vicepresidente de la Nación, no es un atributo de la banca –que no la tiene- sino un atributo representación; lo que significa que al momento de ejercer sus atribuciones, debe hacerlo en nombre del Poder Ejecutivo y nunca en su contra.

b) La principal tarea del vicepresidente deriva de una función de Expectativa, como es la de reemplazar a la Presidenta en los casos previstos por el artículo 87 de la CN, el que también reconoce como fuente directa a la Constitución norteamericana.

La tarea ordinaria del vicepresidente es la de presidir el Senado, sin voto en la deliberación. (salvo, como se dijo, en caso de empate).

Luego, el vicepresidente no es un senador. Y ello esencialmente pues su legitimación democrática radica en los votos que obtiene la fórmula presidencial, que institucionalmente se ubica en espacio correspondiente al Poder Ejecutivo Nacional.

Señalar que el vicepresidente no es un senador, implica señalar que no representa ni a los intereses de las provincias, ni al gobierno de ellas.

De conformidad con el artículo 54 de la CN –también originado en la constitución norteamericana- el Senado se compone de tres senadores por cada provincia y tres por la ciudad de Buenos Aires. Así el vicepresidente no representa absolutamente a ninguna de ellas.

De otra banda, en caso de acefalía vicepresidencial, no corresponde la aplicación del artículo 62 CN –dado que no es senador-, sino del artículo 88, que corresponde a la naturaleza y duración del Poder Ejecutivo.

LO DICHO EN ESTE PUNTO B) VIENE A RATIFICAR

LO SEÑALADO EN EL PUNTO A) EN CUANTO A QUE LLAMADO AL DESEMPATAR UNA VOTACIÓN EN EL SENADO, EL VICEPRESIDENTE REPRESENTA AL PODER EJECUTIVO (DADO QUE ES SU ÚNICA LEGITIMACIÓN).

Por lo demás, toda la legitimación constitucional de la figura del vicepresidente de la Nación, se encuentra entre los artículo 87-98 de la CN. Esto es Poder Ejecutivo Nacional.

c) En otro orden, puede señalarse que el vicepresidente tiene toda la libertad de plantear deberes y objeciones de conciencia, o de tipo partidario, en el marco de una racional y civilizada relación con la Presidenta de la Nación, y ello dentro del contexto de la actuación del Poder Ejecutivo Nacional, pero de ningún modo puede plantear esas cuestiones para –en el marco de actuación del Senado- decidir en contra del Poder Ejecutivo que representa.

[1] Corwin, Edward S., “La Constitución de los Estados Unidos y su significado actual”. Editorial Fraterna, Bs.As. 1987

[2] Corwin, Edward S., “La Constitución de los Estados Unidos y su significado actual”. Editorial Fraterna, Bs.As. 1987.

Autor de la imagen: Aero