Del Gobierno de los CEO quedó claro que carecen de CEO's en seguridad.
La secta cristinista, en boca de Gabriela Cerrutti, Patricia Vaca Narvaja y Marcelo Sain, dibujó estos días una hoja de ruta lineal entre el dinero que dice se le pagó al profugado Martin Lanatta por hacer una denuncia contra Aníbal Fernández y la compra de la fuga del denunciante, de su hermano y del ladero de ambos de apellido Schillaci.
Saín, fue más lejos, llegó a afirmar que la salida gentil de los sicarios ha sido "el pago por la operación mugrienta hecha por (Fernando) Espinoza, (Julián) Domínguez, (Ricardo) Casal y (Alejandro) Granados”.
Las formuladas son denuncias de tal gravedad para la democracia y sus instituciones que no pueden dejarse pasar como así nomas. Involucra en un accionar de tipo mafioso a quienes en el momento del hecho eran nada menos que presidente de Partido Justicialista bonaerense, al presidente de la Cámara de Diputados de la Nación y los Ministros de Seguridad y Justicia de la Provincia de Buenos Aires, confabulados con la única finalidad de manipular a la opinión pública para forzarla a descartar una opción en las PASO del turno electoral 2015 perjudicando a un candidato.
Colateralmente puede anotarse también que es el propio Mauricio Macri quien se ve favorecido en campaña y damnificado en gestión por los mismos personajes aunque en episodios distintos...
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