lunes, 25 de enero de 2016

Resistiendo con aguante (y auto-crítica)

Algún día, en una (fría) mañana de (setiembre), 
te levantaras temprano.
Te pondrás a la ventana.
Y tu aliento tibio 
empañara tu corazón en el vidrio...
Empacaras tus lagrimas sonrientes 
y tu sonrisa que llora.
Así lo espero yo.
Şerafettin Yıldız

“Nuestros enemigos no nos han derrocado ni,  mucho menos, derrotado sino que hemos caído victimas de nuestras propias debilidades internas. O, con mayor rigor, de nuestras defecciones, de nuestro aburguesamiento. Un movimiento político cuyos dirigentes no estén dotados de una profunda moral, que no estén persuadidos de que esta es una función de sacrificio y no una ganga, que no estén armados de probada abnegación, que no sean hombres humildes y trabajadores, ese movimiento está destinado a morir, a corto o largo plazo, tan pronto trascienda que los hombres que lo conducen y dirigen no tienen condiciones morales suficientes para hacerlo. Muchas veces he dicho que los pescados empiezan a descomponerse por la cabeza...  (En nuestro caso) en los equipos dirigenciales, amén del desgaste propio del ejercicio del poder, defeccionó el espíritu de lucha, en tanto la corrupción burocrática, el descreimiento, la desidia, ganaban terreno hasta pudrir nuestros mejores elementos y volver aleatorias las intenciones mejor inspiradas. Yo vi claro que debíamos reconstruir el movimiento pero con otra tónica, con otra moral”.  J.D. Perón


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