Este fin de semana las plumas de los principales diarios del país teclearon y nos encontramos con especulaciones acerca de 2017, sin sorpresa para mi fijaron su mirada en Sergio Massa.
A este escriba le importa poco 2017, porque faltan millones de años para ese turno electoral y fundamentalmente porque lo que mas me importa es la situación económicamente y las relaciones de poder de los sectores populares, pero se que lo importante y lo no tan urgente suelen ser compatibles, así que le doy lindo al vicio.
Separo de todas las opiniones algunas que me llamaron la atención. Ignacio Zuleta, por ejemplo, desmitifica un bolazo echado a rodar a partir del balotaje
Entre una elección y otra Macri sumó casi 4,4 millones de votos a los 8,6 de la primera vuelta y le ganó a Scioli, que sólo sumó casi 3 millones a los 9,3 millones que le habían dado el triunfo el 25 de octubre. Esos votos que sumó Cambiemos para pasar del capital real de votos del 34,15% al 51,34% son los votos prestados y a los que deberá atender antes que a otra porción de la sociedad el Gobierno que comenzó el 10 de diciembre. Ese segmento es que más demandas le planteará al nuevo gobierno, el que menos tiempo le dará para que cumpla expectativas. El primer ademán de Macri ha sido alcanzar a esas franjas del voto prestado reconciliándose con los dirigentes que habían recibido ese voto en la primera vuelta, es decir a las disidencias del peronismo (Massa-De la Sota) y del radicalismo (Stolbizer). Los acuerdos con el massismo en la Legislatura de La Plata no sólo buscan darle gobernabilidad a María Eugenia Vidal; también son una recompensa, a través de los dirigentes, del voto prestado. Lo son también las designaciones del ministro de Turismo que viene de De la Sota, o la de Martín Lousteau como embajador, o las confirmaciones del funcionarios del sciolismo como Gustavo Ferrari, Iván Budassi, Ignacio Crotto o Jorge Telerman, que buscan también esterilizar cualquier intento de que esos designados se sumen a proyectos opositores. Macri lee con tino el resultado electoral y por eso fija la mirada en el tablero de octubre más que en el balotaje de noviembre.
Ignacio Zuleta aqui: http://zuletasintecho.com/2016/01/01/para-explicar-el-2016-por-que-paso-lo-que-paso-por-que-pasara-lo-que-pasara/
Hay quienes auguran el alineamiento nacional en torno a los protagonistas del balotaje para todas las jurisdicciones en 2017, otros gustan de "disolver" el FR cuando no en el FPV otras en el PRO. No va a ser fácil que se plasme esta hipótesis, el de una sola oferta electoral entre PRO y FR a nivel nacional, entre otras cosas por la hiperbólica representación de su importancia dentro del CAMBIEMOS de los socios del PRO que gorilizan para evitar un acuerdo entre peces gordos que los saque de una centralidad que el gobierno asumido el 10 de diciembre aun no le ha reconocido. Y otra razón es porque es improbable que tal elección se "nacionalice", es decir que prevalezcan en ella las lógicas de distrito único para las casi dos docenas de jurisdicciones.
Y ahi viene la incertidumbre, que hacer?.
El rosarino Mauricio Maronna programa el GPS y va derechito al grano
El gobierno no podrá recostarse siempre en los DNU. Deberá tejer un marco de alianzas que le garantice el control del Parlamento. Ante la ausencia de un gobierno de coalición, la cooptación deberá ser por la vía de la seducción. En la provincia de Buenos Aires el massismo parece estar dándole buenas noticias.Más temprano que tarde la política comenzará a hablar de escenarios electorales a futuro, teniendo siempre como eje la provincia de Buenos Aires, el principal distrito, el que mueve el amperímetro.Se escribió en esta columna hace dos semanas que no faltaría alguna voz que comenzara a esbozar la teoría de un acuerdo más a largo plazo entre el massismo y Cambiemos si es que no aparece ningún candidato de fuste en el oficialismo. La cuestión ya comenzó a bosquejarse, con sordina, en despachos encriptados."Hay tres referentes que no pueden perder las elecciones de 2017: Macri, Massa y Vidal. Entonces, ¿para qué nos vamos a matar entre nosotros? Pero todavía está muy lejos el 2017", confió a LaCapital una calificadísima fuente del Frente Renovador bonaerense.Cerca de Sergio Massa se muestran gratamente sorprendidos por las "características ejecutivas" de Vidal, aunque describen "amateurismo" oficial en la Legislatura, algo que le hizo fracasar a la gobernadora el tratamiento del presupuesto.Es decisión tomada en el massismo no participar de ninguna interna por el control del PJ. "¿Para qué sirve ir por esa cáscara vacía? Después hay que terminar abrazados a (Gildo) Insfrán y (Eduardo) Fellner", se interrogó la fuente.La idea que germina en ese sector es que las elecciones de mitad de mandato se provincializarán y que las alianzas o frentes responderán más a las necesidades de cada Estado que a un disciplinamiento nacional.http://www.lacapital.com.ar/columnistas/mmaronna/noticia_0281.html
Y esto que habla Maronna se da dentro de los motivaciones superficiales, entre bambalinas la fuerza de los actores es aun mayor que la de los partidos políticos. Uno de los que suele hablar del tema es el perro Verbitsky, en slang marxista se las ingenia para echar luz y operar (todos en cierta medida lo hacemos, algunos con eficaccia y otros al pedo como quien escribe estas lineas), este fin de semana habló de las alianzas económicas del macrismo y en el medio coló la idea de un decenio kirchnerista que desplazó a la gran burguesía nacional y las multinacionales del control de la economía y pintó a Nestor Kirchner como un Lenin patagónico y a CFK como a la Pasionaria de Tolosa, en fin, no es derrape se sabe, pero, siguiendo la lógica del marido tramposo, hay cosas que es mejor no reconocer nunca. Piensa que lo logra cuando escamotea pronunciarse sobre la relación de los gobiernos kirchner con Lazaro Baez, Telefonica, Cristobal Lopez, los bancos, las aceiteras, las petroleras, etc:
Verbitsky apuntó el domingo algo que sirve para ir perfilando las lineas rectoras de ese 2017, al menos sus limitaciones:
“(Hay) un desplazamiento inédito en las relaciones de poder entre las fracciones dominantes del capital que se expresan en el actual gobierno. Por primera vez, la hegemonía se ha desplazado desde los grupos económicos locales, que crecieron de modo exponencial durante la dictadura cívico-militar y condujeron el desguace del Estado bajo el menemismo, hacia las empresas extranjeras, que tienen una impresionante representación en el gabinete nacional, a través de los CEOS de varias de ellas, tanto estadounidenses como europeas.La lógica binaria de la campaña electoral no ayudó a percibir que Macrì no era el representante del Círculo Rojo, sino que lo estaba denunciando. Eso ocurrió cuando le exigían que cerrara un acuerdo electoral con Sergio Massa, en cuyo Frente Renovador activan los grupos económicos locales (aunque los conduzca la transnacional italiana Techint) a través de personeros como el ex ministro José de Mendiguren, y el también ministro en el gabinete de Duhalde, Roberto Lavagna, quien reordenó los fragmentos del estallido (del 2001). “.“Massa cuenta con el poderoso respaldo de ese sector económico desplazado (por Macri), ya sea para apostar por la jefatura de un peronismo deskirchnerizado en alianza con varios gobernadores que desean cerrar el ciclo del Frente para la Victoria, o tratando de nuclear esa misma reacción en su Frente Renovador, dejando a Cristina sola con la rama juvenil" (*).
En el 2017 se juega mucho de 2019.
Desde 2013 el FPV maldecía la presencia de Sergio Massa y su Frente Renovador. A partir de ahora a Lilita Carrió y demás denunciadores seriales de acuerdos prematuramente calificados como espurios y detectores de operaciones de los distintos Círculos Rojos, les va a molestar la resiliencia y vitalidad de este FR/UNA que llegó para quedarse.
A los propulsores de la sociedad maniquea no le cuajan los terceros y menos cuando entienden que les centrifugan algo que entienden suyo.
Ob(*) Cita que encontré en el blog de Abel Fernandez, (clic aqui).
No hay comentarios:
Publicar un comentario