Francis Sabbatella o Martín Fukuyama

En el video el Intendente de Morón se explaya sobre la construcción de una fuerza progresista a nivel nacional.
Narra la forma en que renovará la política. Opone a la lógica del pragmatismo, recuperar el valor de las ideas y de las buenas prácticas, con proyectos políticos, con valores, con ideales, con debate, sin aparatos.
El Estado como garante de estos derechos de disfrute de bienes públicos a las mayorías.
La democracia como espacio y límite de la política. La imposibilidad de la llamada democracia consensual, la apuesta a la democracia con pluralidad de fuerzas políticas que expresen distintas ideas, la tolerancia y la aceptación de la necesaria confrontación.
Las estructuras políticas conformando un sistema agotado que ya no sirven como herramientas de transformación, "no pueden construir lo distinto por que están anclados en lo viejo y construir lo distinto va en contra de su propia subsistencia".

Doce minutos integros rellenos de lugares comunes, frases hechas y generalidades, especialmente diseñado para un auditorio presto al aplauso fácil.
De hecho ninguna nueva idea, ni una. A todos los lugares comunes que aparecen en esta alocución los podemos leer -con un poco de buena leche- en las manifestaciones de los principales actores de las revoluciones francesa y norteamericana al cierre del siglo XVIII y la americana (centroamérica y sudamérica) de principios del siglo XIX: "el anciano régimen vs el nuevo régimen".

Hace poco la historia dió la posibilidad de reeditar el ideario refundacional, en 1989 con motivo de la caida del muro de Berlín el neoliberalismo lanzó -lo que no es un hallazgo teórico pero si es una excelente herramienta de la vieja propaganda lava cerebros-: el "endismo". http://www.wordspy.com/words/endism.asp
El "Endismo" es la prédica del advenimiento de un tiempo nuevo, de un orden nuevo, a partir de la convicción de que la duración y los alcances de algo que creemos tan significativo como negativo está llegando a su fin.
Para Sabbatella es el sistema de partidos políticos argentinos, en especial el pejotismo lo que se derrumba.
Y de allí salta a otra expresión de deseos: de esos viejos partidos nada sirve, si se construye a nuevo y sobre los huesos de la obsolescencia partidaria va a convertir el circulo vicioso, en circulo virtuoso. Una cosa buena lleva a otra; "es decir, una situación en la que mejora un elemento de una cadena de circunstancias conduce a la mejora de otro elemento, que luego da lugar a nuevas mejoras en el elemento original, y así sucesivamente." http://www.wordspy.com/words/virtuouscycle.asp
Lo cierto es que la tan meneada obsolescencia de las estructuras políticas (que va de la mano de otro mito: el ocaso de los estados nacionales), apunta a guiarnos a la necesidad de reemplazarlos por otras estructuras mas amigables con el status quo y los nuevos ordenes, que de paso gozarán siempre del favor y la complacencia de quienes asumen el rol de task force del capital: los multimedios (fijemosnos, sino, en la experiencia del Frepaso y la Alianza). Esas tan alabadas prácticas son el necesario corsét que se calzan quienes quieren ser aprobados como potables para ese nuevo orden político internacional.

Claro hasta el 2003 todo le venía bien, pero después de esa fecha y poco a poco se le empezó a complicar: los derechos humanos, la corte, las jubilaciones de prepo, aerolineas, la recuperación de la acción de oro de YPF, la estatización de la empresas de aguas y del sistema previsional, la preocupación por marchar juntos en un proceso de integración regional con tipos como Evo, Lula, Chavez, Lugo, Tabaré, Michel, Nestor y Cristina y por suerte sigue la lista, la confrontación por facultar al estado a intervenir la economía, etc le movieron el tablero.
Eran los tiempos en que Kirchner era un peldaño hacia arriba y eso les permitía el "ni adentro ni en frente", es decir disfrutar su auxilio y no ser su chirolita.

Pero era evidente que el espacio que decía querer ocupar, ya estaba siendo ocupado y empezaron a verse esos malabares que sonaban a "Si, coincido, pero por ahora no me sumo.".

Las cosas cambiaron radicalmente de un tiempo a esta parte, desde el incidente "R125" el partido se juega en cada lugar, en cada comuna rural, en cada taller, en cada facultad y es hora de repensar estrategias surgidas al calor del albertismo, que cumplió bien su ciclo, por que sacaba de la galera respuestas para un momento diferente.

Vienen tiempos duros, si no nos sinceramos con respecto a quienes son los que tratamos como compañeros de ruta y que en realidad no solo no suman, sino que -por el contrario- estan definitivamente detrás del viejo planteo de "restarnos del mapa" de nuestra agrietada base de sustentación en las masas.

El zenith del sabatelismo es lo mismo que el nadir de otros, en definitiva todos persiguen el fin del peronismo y de los gobiernos peronistas, incluso el del matrimonio Kirchner. Ese es el punto de arranque que fijaron para la expansión de su fuerza, y tarde o temprano la suave mano que nos acaricia pasará a ser la garra que se clavará en nuestro por demas flagelado lomo.

No nos confundamos, la mano de Sabbatella esta impregnada en curare, el solo contacto nos mata. Va escalonando, ahora viene a diferenciarse con los subalternos de los Kirchner, más temprano que tarde sus "ideas" le indicaran la condena a las prácticas del matrimonio Kirchner en el poder.

Soy conciente que en los 70 no se decía "Municipio de Morón o muerte", sino "Patria o muerte" y a ella llegaron los Kirchner, entonces se dan el lujo de transar con quienes son dueños del poder territorial y de otros poderes si lo consideran conveniente y oportuno, aún a costa de lastimar a sus leales.

Morón -que se aguantó todo- está dando señales de un estado de rencor que debe ser tratado, esperemos que sin nuevos palos sobre el lomo. Esperemos que se lea así en Balcarce 50, el "pejotismo" de los alrededores contempla y saca conclusiones.