¿Hacer los deberes o defección?

Desde la devaluación del verano pasado, y en coincidencia con la conformación de un nuevo gabinete político–económico presidido por Jorge Milton Capitanich, el Gobierno viene tomando una serie de medidas (negociación de activos en litigio; cambio de estrategia frente a los organismos de crédito; blanqueo de las estadísticas públicas; ajuste de tarifas de transporte, agua y energía; etc.) que pueden ser consideradas como acertadas, tanto desde el punto de vista fiscal, como desde la percepción del mundo de los negocios local. La mejor muestra de ello estriba en lo rápido que se desaceleró la burbuja financiera en torno al dólar paralelo una vez que se sinceró la devaluación oficial.

¿Constituye este paquete de medidas un nuevo rumbo económico? ¿Representa un giro en las políticas del Gobierno? ¿Es políticamente viable? ¿Qué otras medidas podemos esperar en el futuro inmediato? Se trata de preguntas importantes, lógicamente anteriores a las caracterizaciones abundantes sobre el tono y el color del presunto giro.

En principio, es cierto, el Gobierno ha tomado medidas cuya necesidad era renuente a aceptar...

La pregunta, sin embargo, es otra. ¿Puede un gobierno que “hace los deberes”, todos juntos y con un cierto nivel de torpeza, aspirar a la continuidad política bajo algún tipo de formato? ¿Es socialmente aceptable el ajuste que estamos viviendo? ... ¿Quién puede heredar al Gobierno?

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Es Ezequiel Meler quien formula las preguntas, clic aquí: http://hoydia.com.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=9803:una-serie-de-aciertos-impopulares&catid=187:magazine&Itemid=635
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