Sabbatella y Ciudades Unidas, tribulaciones del Ratoncito Cerebro

En un cruce de opiniones con el lector Polaco (que asume lel rol virtual en este blog de “voz autorizada del sabatelismo”, según su punto de vista y según el mío de “oficialista energúmeno”) decíamos lo siguiente:
Omix:
“Ahhhhhh ahora recuerdo que ese era el proyecto entre el 2001 y 2005, recuerdo la participación de Sabbatella en "Ciudades Unidas", que grande el ratoncito Cerebro diciéndoles a los demás alcaldes que no debían esperar nada de los estados nacionales y que se vayan a dormir temprano que al otro día tenían que salir a conquistar el mundo.”

Polaco:
¿Cuál es el punto? ¿Usted está en contra de la existencia de entidades que nuclean gobiernos locales, como Mercociudades, CGLU o la Federación Argentina de Municipios? Ah, bueno, avise: / Avísele a Descalzo, que se inventó el cargo de presidente provincial de la FAM y a Espinoza que se saca fotos en todos los encuentros de gobiernos locales.
Omix:
“El problema no son las ciudades unidas, sino que a ustedes les hace falta decir y hacer lo que hacen y dicen desde un movimiento nacional.”

Polaco se olvida de Pereyra de Florencio Varela y de muchos otros peronistas y petistas (del PT brasilero), es decir adherentes a un movimiento nacional poderoso, que se encargan como caras visibles de actores subnacionales de las relaciones internacionales con sus pares en un mundo que es interdependiente.
¿Entonces, cual es mi reparo al respecto?. Si no le dibujo alguna argumentación va a pensar que es pura mala leche mía.
¿ Pereyra, Toti Descalzo y Fernando Iº de San Justo son “modelos” por ser alcaldes que se relacionan con otros alcaldes del mundo y Lifschitz y Sabbatella son horrendos por hacer lo mismo?. No, no es así de lineal y berreta.

La respuesta se la da otra compañera del campo Nac&Pop (nacional y popular), Claudia Alicia Bernazza.
Bernazza dixit en “El paradigma del desarrollo local: virtudes y contradicciones del modelo municipal de los noventa”, lo siguiente,
“En Argentina, a fines del siglo XX, podemos observar la convivencia de tres concepciones o visiones que postulan modelos para los estados municipales:
Modelo neoliberal / Modelo social demócrata / Modelo “situado”:

Voy a obviar la cita acerca del modelo neoliberal, y voy directo al granito (sabatelista), me parece a mi que el sabatelismo es una vertiente clasemediera y veccinalista de la socialdemocracia. Nuestra socialdemocracia es la única en el mundo que no solo no se asienta en los sindicatos tal cual son, sino que además los aborrece y trata de cambiarlos encolumnandose con las patronales que buscan su atomización, sin mucha suerte a juzgar por los resultados utiliza los argumentos de los conservadores en contra del sindicalismo peronista.

Bernazza define asi al modelo municipal socialdemócrata y a otro más :

Modelo social demócrata: gravita especialmente en España, así como en otros países donde la ciudad ha sido muy importante en la historia. En estos territorios, la memoria, la identidad y el destino de los pueblos se dirime en sus ciudades, y resulta innecesario, cuando no nefasto, el Estado Nacional . Surge así el concepto de desarrollo local, y propuestas como Ciudades Unidas o, en nuestro caso, las Mercociudades. Resulta necesario señalar algunas fortalezas del modelo: moviliza las capacidades locales, dado que al gobierno local se le delega la gestión integral del territorio y la producción económica. Se promueve la participación y se favorece la definición de proyectos estratégicos locales. Debe señalarse, como debilidad, el peligro de que estos modelos se “desconecten” de la situación real de los distritos, de su vínculo con la provincia, la nación, con la política de coparticipación y la política crediticia, entre otras regulaciones económicas que se definen en el nivel nacional. Por su parte, el modelo de “gestión asociada” y las metodologías de participación ciudadana afines a esta concepción, puede debilitar aún más las representaciones legislativas –desconociendo o minimizando el rol de los Concejos Deliberantes- alimentando el desprestigio de la política.
Autores, como Pierre Mauroy, ex primer ministro de Francia y presidente de la Federación Mundial de Ciudades Unidas, pregonan la creación de un ente supranacional al que habría que denominar Ciudades Unidas, en un intento entusiasta de emular a las Naciones Unidas. Movidos por el mismo entusiasmo, animadores de experiencias de desarrollo local en este rincón del mundo han dado vida a una red regional de Mercociudades.
Estos espacios pueden favorecer el intercambio de experiencias y los aprendizajes para el gobierno y la gestión local, pero también pueden colaborar con algunos problemas de identificación de la situación inicial de la que se parte: la realidad latinoamericana es muy diferente de la europea. Los senderos se bifurcan y resulta necesario elaborar nuestros propios conceptos, para gestionar el desarrollo local desde una concepción propia.
Antes de postular el tercer modelo, debe señalarse la existencia de una convergencia entre posiciones neoliberales y progresistas. Mientras “la propuesta neoliberal justifica la importancia de la descentralización desde el Estado Nacional hacia las jurisdicciones menores con la finalidad de minimizar el gasto público; la propuesta democratizante asocia las posibilidades de la democracia con el ámbito territorial...” (Coraggio, 1991).
Modelo “situado”: América latina es un continente que peleó por patrias nacionales, “patrias grandes”, propias de grandes geografías y pueblos jóvenes. En este continente, el Estado nacional fue constructor de sujetos sociales, tanto en proyectos que se propusieron el poblamiento (“gobernar es poblar”), como en proyectos que se propusieron dinamizar la economía e integrar al conjunto social (“gobernar es dar trabajo”). La Argentina, desde su primera constitución, reconoce gobiernos federales preexistentes, y la presencia en los territorios de “gobiernos municipales”. Sin embargo, un territorio extenso y con graves problemas de comunicación, así como el devenir histórico en cada región, dio lugar a un alto grado de diversidad en cuanto a tamaño y regímenes municipales. En algunos casos, los municipios fueron definidos tomando como centro la ciudad, por lo que hay provincias en las que los municipios no son colindantes y el ámbito rural es provincial (Córdoba y Neuquén, con territorio urbano y cinturón rural; o el caso de San Luis y Santa Cruz, donde los municipios sólo tienen jurisdicción sobre el territorio urbano) mientras que en otros casos la sumatoria de territorios de jurisdicción municipal es igual al territorio provincial (Buenos Aires). Asimismo, existen cuatro provincias donde la figura de “distrito” o “departamento” está asociada a “municipio” (Buenos Aires, La Rioja, Mendoza y San Juan), mientras que en el resto pueden convivir más de un “municipio” con todas sus instituciones en un mismo departamento (el resto de las provincias). En la provincia de Buenos Aires, el modelo distrital, abarcativo de todo el territorio, dio lugar a controversias de límites pero también a la posibilidad del ejercicio de la solidaridad social, dado que regiones prósperas han permitido el desarrollo y/o la subsistencia de territorios carenciados del mismo distrito. El distrito supone la declaración de una “ciudad cabecera”, lo que también ha traído problemas a la hora de postular que el resto de las ciudades del mismo distrito fueran administradas por “delegados”, del mismo tipo que las delegaciones de secciones urbanas en ciudades grandes. El enfoque “situado” reconoce esta historia y esta realidad. Por esta razón, no confunde la autonomía y la elaboración con la desvinculación de un orden político superior.
El municipio autónomo, al que debemos arribar a partir de una estrategia de descentralización y autonomía creciente, se subordina a un Estado soberano en el marco de una misma geografía, vinculándose a su continente a partir de esta pertenencia. El proyecto local se liga, por historia e identidad compartida, al destino provincial y nacional, por lo que deberán acrecentarse las convicciones referidas a que el desarrollo local es posible en el marco del desarrollo regional, nacional y continental. En el mismo sentido, deberán acrecentarse los esfuerzos por dar contenido comunitario a instituciones como el MERCOSUR.

Colofón: El plan del dia del ratoncito Cerebro es mostrarse como la superación de los tiempos, y para eso necesita destruir a ese movimiento nacional que es un escollo. Maquina su división, habla al oido a algunos prominentes de ese movimiento y les dice que el va a construir algo superador y les ofrece el espacio a construir como red de salvación por si el Titanic se hunde, alguno entra en duda, otro desde su imposibilidad de construir compra la idea (algún lugarteniente en Morón consecuente con esta linea renuncia a su presidencia de bloque), otros -los más- lo utilizan.
PD: los actores del video son, como Cerebro : Martin Llevatelá y como Pinky: el amigo Polaco