viernes, 17 de abril de 2009

Sabbatella extraña al menemismo

Acá se habla de algo que me da vueltas por la cabeza alrededor de la única neurona activa que me queda: la falta de comprensión del fenómeno "conurbano", que no es nuevo, pero que surje con fuerza en el relato de la antipolítica y los medios.

El conurbano (es presentado como lugar tétrico) que pierde su heterogenea configuración para adoptar la forma de una gran "villa" (otro término presentado como despectivo) llenas de "negros de mierda" a los que hay que exterminar como al "aedes aegipty".

El desértico
Luciano analiza el por que muchos periodistas de la antipolitica (por derecha e izquierda) cruzan la general Paz y empiezan a adoctrinar en medios de difusión del Gran Buenos Aires.

Revelador este desembarco masivo de “estrellas” hacia la modesta escenografía del canal 26.

Grossos del periodismo político: Grondona, Lanata, Leuco, Clara Mariño se apiñan para dar la batalla electoral en el decisivo conurbano, ese universo cincelado con complejas gamas de subjetividades, intereses, con sus intersticiales Cordones. ¿Sabrán ádonde se meten?

Son los Adelantados que buscan hacer pie, evangelizar el territorio de la barbarie, fronterizo, ese persistente Matadero echeverriano.

Lanata podrá actuar como el educador de masas que siempre creyó ser.

El otro día lo veía entrevistando a Aníbal Fernández, y pensaba: cuánto debe añorar Lanata que vuelva el menemismo, esos buenos viejos tiempos donde para él las cosas estaban tan claras. Esa época donde no era necesario hablar de política, porque todo era narrado como un “gigantesco y perenne caso de corrupción” (tarea para el hogar: repensar el menemismo para no malversar al kirchnerismo).

Aníbal es un todo-terreno, un entrañable colocador del cuerpo que se ganó un lugar en el panteón kirchnerista: como el Chivo Rossi, como Alberto, como El Mono, como Pichetto. Tipos generosamente consustanciados con una ética de la responsabilidad no exenta de convicciones: los tipos que hacen que un gobierno funcione, y que hacen más palpable el ridículo que habita en los caprichosos dilemas de un Bonasso o una Vicky Donda. ¿Por qué no darle, entonces, a Aníbal, la todavía acéfala Jefatura de Gabinete?

Con Lanata pasa que se le nota la capitis diminutio política a la legua: su campo visual e interpretativo sólo le permite ver la política como instrumento para el delito de enriquecimiento ilícito.

Lanata fue, y es, uno de los mentores de la antipolítica, esa antipolítica que el kirchnerismo vino a cuestionar y poner en crisis con una agenda política restaurada: empleo, sindicalización, jubilaciones y derechos humanos para socavar la “épica del funcionario corrupto” fogoneada por el lanatismo moral.

Esa fibra íntima tocó el kirchnerismo, y nació el vómito antikirchnerista a cargo de periodistas independientes que no toleraron “el choreo” de las banderas históricas del progresismo, tan declamadas como incumplidas: ahí descubrieron con horror, que el peronismo también encarnaba al único progresismo posible, y como todo se volvió intolerable, hablaron de “soberbia” y “crispación”. El verso amargo que nace de la garganta del desesperado.

Ahora, “bajan” a canal 26 para educar al soberano a base de Margaritas Stolbizers, Federicos Pinedos, Gerardos Morales, Ricarditos, Colos, y Coboses. Faltan Magdalena y Nelson Castro “bajando” a Crónica TV, y estamos todos.

A mí también los antikirchneristas me tienen re-podrido.
Y omix se quedó enganchado de esta frase

"cuánto debe añorar Lanata que vuelva el menemismo, esos buenos viejos tiempos donde para él las cosas estaban tan claras. Esa época donde no era necesario hablar de política, porque todo era narrado como un “gigantesco y perenne caso de corrupción."

Y se pregunta si a Martín de Morón (ahora funcionalmente "antik") no le pasa lo mismo, Gelblung lo corta y le apaga el reproductor de Mp3 que tiene como discursito, en TN y con viento de cola por parte de los periodistas encuentra al barón de Avellaneda (compañero Cachito) que le tira en la cara la liviandad con que toma decisiones un personalista al que solo le dan bola 2 cadáveres políticos: las liebres del sur y el tano que apoya a su amigo del "campo" y ahora apuesta a la fragmentación sindical (aunque, antes no lo hacía) .

Ahh, los viejos y buenos tiempos de hace una decada donde el menemismo privatizaba, concesionaba y festejaba con pizza y champán. Que fácil que era entonces enrrostrarles a aquellos desaparecidos (políticos) dirigentes del pejota y la UCD que encarnaban esas ideas (eso si olvidamos que la Alianza de 1997, 1999 y 2001 era tan neoliberal como Menem) y la gente las aborrecía.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Cri cri… cri cri…
Ves lo triste que es esto si el Polaco no te contesta??
Date cuenta… tu blog y vos no existen

OMIX dijo...

Que hace mi amigo Polaco, no se me distraiga en los blogs, reme, reme que le falta mucho todavía.

Siga en lo suyo, nos vemos el 29J.

Anónimo dijo...

Al fin te animas a poner la foto de ruselo

Anónimo dijo...

Je, je, je

A ver cuando se animan a confirmarnosque fueron tan neoliberales como Menem pero que les simpatizaba el discursete anticorrupción de Cavallo

OMIX dijo...

Me parece que los que se olvidan de colgar algunas fotitos en la página de Nuevo Morón son Uds.

Esta http://www.clarin.com/diario/1999/12/18/t-00301d.htm les pertenece tanto como la del diente a nosotros, a diferencia de nosotros Uds acompañaron hasta el final y nosotros combatimos desde el principio.