¿Ajuste o Trampa "K", es la única disyuntiva que proponen?

"El kirchnerismo da señales de que no esta dispuesto a aplicar ninguno de los ajustes que requiere la economía local para volver a generar las condiciones para un crecimiento económico sustentable.

En tanto, en la vereda de enfrente hay una oposición heterogénea que, hoy por hoy, está más preocupada por competir por la sucesión y, al mismo tiempo, intentar minimizar el tamaño de la herencia que podría dejarle el kirchnerismo. En consecuencia, los agentes económicos privados asisten a una carrera presidencial adelantada, donde el oficialismo busca desconocer los problemas y conseguir los recursos para dilatar los ajustes, mientras que la oposición se los anuncia y le bloquea el acceso a los recursos de capital, como forma de obligarlos a realizar ese ajuste.
Sin embargo, ninguno de los dos da señales concretas sobre cuales son las medidas a implementar para enfrentar y solucionar esos problemas, ya sea en la actualidad o a partir de 2012. En tanto, los problemas se profundizan. En ese contexto de alta tensión política y elevada incertidumbre, el sector privado reduce inversiones productivas y cuida su rentabilidad, con el objetivo de generar reservas líquidas que le permitan pasar la tormenta. Y es justamente en este punto, donde la economía argentina entra en un equilibrio donde todos pierden: El kirchnerismo, la oposición y, también, el sector privado.
En síntesis, los que se discute es la herencia 2012. O, mejor dicho, cuando y, en consecuencia, quién hará esos ajustes. Y se la juegan a todo o nada.

Con palabras como estas el diario "La Prensa" se desgañita clamando por un ajuste hecho a la medida de las exigencias de los grupos concentrados de la economía y de aquella vieja oligarquía que ha migrado a otros negocios y con la astucia que siempre la caracterizó dejó el "campo" en manos de aquellos descendientes de gringos que supieron arribar al pais con una mano atrás y otra adelante, para que pasado el tiempo lo confundamos con nuestro objeto de desprecio. El autor de la nota linkeada sugiere escapar abruptamente de esta situación de paridad -a la que -eufemismo mediante- llama: de "equilibrio bajo"-, donde asegura todos perderían.

La politóloga María Esperanza Casullo (una de las mentes más agudas de la blogósfera) habla también de "equilibrio bajo", pero de otra índole:

"la organización del sistema de partidos, expresada en el Congreso, ofrece altos incentivos para la negociación, sobre todo en un contexto de paridad. Si de un solo voto depende que una ley salga o no salga, ese voto tiene casi infinita capacidad de alterar la legislación a su voluntad..."

"Sin embargo, el problema es que existen incentivos opuestos, muy fuertes, sobre todo en términos mediáticos, para ser justamente la cara visible de la oposición total y absoluta...

El problema de fondo de esta dinámica es que empuja hacia un “equilibrio bajo” en donde todos pierden, me parece. Por un lado, el gobierno tiene pocos incentivos para negociar, y se expone a una doble crítica: si pierde, será tildado de débil e ineficaz, y si gana, será tildado de autoritario y poco institucional. Por otro lado, la oposición debe optar por aparecer como la responsable de una total parálisis legislativa, o aparecer como comprada y contaminada."

El estilo K de fragmentación produce esos "equilibrios bajos", de alli se expande al resto de los quehaceres sociales. Sumado al problema principal que es la altísima exposición a la bosta que esparcen con ventilador aquellas empresas que se escudan en el derecho de prensa para obtener ganancias -como cualquier otro capitalista- sin medir los costes y con poder suficiente dado por la superestructura jurídica, la población termina crispaándose, siente pánico, se deprime, se desanima.

El equilibrio bajo económico por el que se preocupa el articulista de La Prensa evita que siga pronunciándose la tendencia que -con matices- se impuso a partir del 24 de marzo de 1976 de transferencia de ingreso desde los sectores de menores recursos hacia los de mayores ingresos. El equilibrio bajo del que habla M.E.C. evita por el momento tener que definirse por cambiar o continuar un modelo que necesita con urgencia retoques en sus trazos gruesos.

La del articulista de La Prensa apunta a una salida archiconocida y que ningún político en campaña podría siquiera permitir que se sospeche que adscribe ("Si contaba lo que iba a hacer, nadie me votaba"), pero es una solución realizable y al menos tiene la virtud de ser franco en sus objetivos.

Del otro lado está la legión que no quiere pasar otra vez por congelamientos de sueldo, rebaja de haberes de quienes estamos en actividad y de jubilados, de recortes de beneficios, de tener que enjuiciar al estado para que nos jubile después de haber aportado 40 años, de ver que no te hacen ni un metro más de cloaca o asfalto o rutas o puentes, de corralitos, de festival de bonos. Los que estamos del otro lado de esa solución, decía, estamos divididos y por lo tanto , también, débiles. Nos arriesgamos a que en algún momento se junten o nosotros no juntemos el minimun "k" (¿tenemos que olvidarnos de las mayorías?) y entonces padecer el "chás, chás" en la colita.

Para el próximo turno debemos de dejar de ser brutales y audaces, para ser audaces e inteligentes. Si nos obsecamos en mantener las cosas como están, ponemos los avances conseguidos (y futuros) en peligro. Necesitamos un salto hacia adelante que solo pueden imaginar "mentes frescas". Es hora que nos pongamos a pensar en el proyecto en serio y no en aferrarnos a mujeres y hombres que no van a darnos más que "más de lo mismo" y estancarnos.

Nestor Sbariggi hace la siguiente interpretación de la operación dominguera del otrora prestigioso periodista Joaquín Morales Solá -que escribía mucho mejor y era menos operador berreta en las páginas de La Gaceta de Tucumán , tal vez por que sus jefes de redacción y la competencia con plumas -y actitudes éticas- tales como las de Rodolfo Windhausen y Arturo Alvarez Sosa no se lo permitían-.

Joaco hace un llamado a "la política" para que invente otra cosa, para que no discuta sobre lo que finalmente no será, que no pierda el tiempo en pavadas y se dedique a armar una opción competitiva que pulverice al kirchnerismo, porque no alcanza con ganar sino que hay que arrasar para imponer el programa ajustador frente a lo que sería la oposición real. Tiene que ser un armado conducido por alguien que pueda articular al peronismo con los poderes fácticos y un radicalismo que entienda quien manda y entre ambos cooperen para "el ajuste inexorable".

Leí a Morales Solá y me parece que acierta Sbariggi.

Pero desde Olivos estan dando señales de centro-izquierdizar el proyecto para ir hacia el partidito del 10% y alejarse del partido del 50% +1. Ya no más avances sociales, solo mantener los actuales, que en téminos de correlación de fuerzas no son pocos, pero que no han cambiado sensiblemente la csalidad de vida de los humildes argentinos. y alguna reforma para que la aprovechen los sectores económicos de ingresos más que altos -altíiiiisimos- que en estos años han acompañado al gobierno.

Frente a una oposición mayoritaria cada vez más derechizada, el oficialismo imagina avanzar en una agenda parlamentaria de corte progresista que le permita reencontrarse con aquellos sectores transversales que supieron en algún momento tenerle simpatía y que, imaginan, ahora se encuentran sin rumbo fijo. El matrimonio gay, autorización del aborto en casos de riesgo para la salud o violación y la reforma a la Ley de Entidades Financieras para darle una nueva dirección al crédito, están en carpeta. (Fernando Cibeira pagina12, 3/4/2010).

Si lo miramos con las anteojeras del eje izquierda-derecha, el asunto parece sintetizarse entre: ajuste o quedar pendientes de los K. Que manera de descomplejizar las cosas con estos reduccionismos baratos.

Para salir de esta alternativa solo bastará plantear otra disyuntiva.

Para ir sincerándonos, la disyuntiva: ajuste o quedar pendientes de los K, puede ser deshechada cuando las usinas de la oposición se quiebren y entre ajuste y que se vayan los K, se resignen al segundo término de la fórmula, dejando el ajuste para otra circunstancia.

Eliminados los marcos de la anteojera izquierda/derecha, quedará a la vista la realidad, la verdadera disyuntiva: status quo kirchnerista o avances significativos. Para mantener el estado puesto de pie pos 2001/2 se necesita de la apropiación de alguna que otra renta extraordinaria. Para avanzar, en cambio, se necesita mucho más que apropiarse de una renta extraordinaria, mucho más.

El asunto pasa más por: Mantener los avances o avanzar en un sentido revolucionario y en esto no debemos ver tanto los antecedentes de los propuestos a liderar el próximo turno. Bastará con pensar que fue el cuarteto compuesto por la esposa de uno de los privatizadores de YPF, más uno de los privatizadores de YPF, más un ex UCD y un ex becario del CEMA los que se apropiaron de la renta de las aefejotapés, para animarnos a pensar que cualquier otro equipo puede ir por más, por mucho más.

En ese sentido le doy la razón a los detractores de siempre del peronismo que ahora denuncian que el pejotismo es funcional a cualquier ideología: SOY DEL EQUIPO QUE ME OFREZCA MAS.