El titulo obligado, bastante de razón tiene la Presidenta en hablar con desdén de una prensa que milita tanto como la oficial, pero en sentido contrario. No hay en la información -de un lado u otro- continuidad argumental sino un sinuoso pespunte que no permite ver hilos conductores. La calidad se pierde en la tácticas, operetas, chicanas, es mas producto de SIDE's pedorras que de mentes iluminadas.
Ella ha dicho:
No me detengo en la chiquita del comentario presidencial (¿utópicos candidatos?), voy a lo que me parece importante aunque asumo que lo hago obsesivamente: la lapicera que nos acerca al partido "digitalizado" de Lilita, de Sabatella o de Macri, etc. A esos inventos en los que una persona -y no un conjunto- hace y deshace, por eso busco lecturas y las observo, tal el caso del editorial de la fecha de rionegro.com.ar, la edición digital (y papel) del diario fundado por Fernando Emilio Rajneri.
Parte mal el escueto escrito por que se detiene en discutir la edad de los elegidos y no se fija en otra s calidades. Por que se basa también en cuestionar una venganza setentista, que es un recurso mediocre que no refleja la realidad y en encima lo hacen en anacrónica clave setentista con la única diferencia que se posiciona en la derecha (también setentista).
Ella ha dicho:
"En nueve meses pasé de ser un títere de doble comando a deprimida crónica y ahora, en los últimos tiempos, una autoritaria rebanadora de cabezas de utópicos candidatos"
Muchas voces se han levantado en defensa de los eliminados y mas aun en el caso del senador Verna y algunas despiertan sospechas, como las de Clarín y La Nación.http://www.lanueva.com/elpais/nota/47efa7f53c/22/102201.html
No me detengo en la chiquita del comentario presidencial (¿utópicos candidatos?), voy a lo que me parece importante aunque asumo que lo hago obsesivamente: la lapicera que nos acerca al partido "digitalizado" de Lilita, de Sabatella o de Macri, etc. A esos inventos en los que una persona -y no un conjunto- hace y deshace, por eso busco lecturas y las observo, tal el caso del editorial de la fecha de rionegro.com.ar, la edición digital (y papel) del diario fundado por Fernando Emilio Rajneri.
Parte mal el escueto escrito por que se detiene en discutir la edad de los elegidos y no se fija en otra s calidades. Por que se basa también en cuestionar una venganza setentista, que es un recurso mediocre que no refleja la realidad y en encima lo hacen en anacrónica clave setentista con la única diferencia que se posiciona en la derecha (también setentista).
Debió haber sido monolítica la defensa de la discreción (no injerencia) central sobre las particularidades y sus representaciones que poco tiene que ver con el declamado trasvasamiento o cualquier otra renovación conceptual y estética. Por sobre todo debió hacer notar la injerencia centralista a favor de partidarios que son representativos de aquel que les da lugar y no de los territorios y actores locales, por que para sus partidarios ya tiene un infinidad de lugares, funciones y responsabilidades en el poder que maneja . Al escrito lo pego aqui por que me parece que aporta otra visión al debate que se ha abierto tras de la actitud del candidato a gobernador del peronismo pampeano de bajarse de su candidatura.
Dice el editorial:
La voluntad de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y del cada vez más poderoso secretario legal y técnico Carlos Zannini de reemplazar en las listas electorales del oficialismo a peronistas veteranos por militantes relativamente jóvenes de La Cámpora ha enojado a muchos, entre ellos el senador Carlos Verna que, en señal de protesta contra el atropello del que se siente víctima, acaba de renunciar a su candidatura a gobernador de La Pampa. Su actitud contrasta con la del mandatario bonaerense Daniel Scioli que, haciendo gala de la docilidad frente a Cristina que lo ha caracterizado desde que inició su gestión como vicepresidente en mayo del 2003, está procurando convencer a sus simpatizantes de que nada le complace más que tener a Gabriel Mariotto como su compañero de fórmula. Aunque Verna afirma que a su entender es lógico que la presidenta quiera contar con legisladores que siempre estarán dispuestos a apoyar todas las medidas propuestas por el Poder Ejecutivo nacional, también dice que al armar las listas "hubiese sido preferible hacerlo hablando más que imponiendo". Por ser Verna, que fue gobernador pampeano entre el 2003 y el 2007, una figura respetada en su distrito, se prevé que su rebelión prive a la presidenta de muchos votos en las elecciones del 23 de octubre.
Cristina y Zannini parecen creer que el malestar que ha sembrado entre los peronistas su forma autocrática de decidir la oferta electoral del Frente para la Victoria se limitará a los directamente perjudicados, de suerte que no tendrán por qué preocuparse, pero, como debería haberles enseñado el resultado de los comicios que se celebraron el domingo pasado en Tierra del Fuego, no les convendría minimizar la importancia de los factores locales. Su estrategia electoral se basa en la idea de que el poder de convocatoria de Cristina es tan irresistible que será más que suficiente como para compensar el escaso atractivo de muchos integrantes de La Cámpora.
El 23 de octubre sabrán si están en lo cierto, pero no sorprendería demasiado que una franja sustancial del electorado emulara a los fueguinos que, para disgusto de la Casa Rosada, optaron por votar en contra de la candidata apoyada por Cristina. Mal que les pese a la presidenta y sus asesores, los paracaidistas políticos no están bien vistos en ninguna parte. Como señala Verna, la veinteañera de La Cámpora que fue elegida por Cristina para encabezar la lista de aspirantes a diputados nacionales nunca ha militado en La Pampa, lo que a su juicio fue un motivo más que adecuado para repudiarla.
Es probable que muchos pampeanos compartan dicha opinión.La presidenta apuesta a que la intención de voto que según las encuestas ostenta sea transferible a todos sus favoritos, que en el cuarto oscuro el electorado privilegie la lealtad hacia ella de los candidatos por encima de sus propias cualidades y trayectoria. Sin embargo, aunque no cabe duda de que para algunos todo debería subordinarse a la lucha que se ha entablado entre Cristina y la oposición en el escenario nacional, otros siguen siendo reacios a olvidar que en teoría la Argentina es un país federal y por lo tanto no les gusta en absoluto ver marginados a dirigentes que conocen para que ocupen su lugar jóvenes ignotos pertenecientes a una agrupación que, si no fuera por el apoyo material, político y propagandístico que recibe de la presidenta, difícilmente conseguiría el 1% de los votos.
Hasta ahora, el deseo manifiesto de la presidenta de hacer de La Cámpora su propia guardia pretoriana con el presunto propósito de entregarle el manejo del Partido Justicialista sólo ha motivado extrañeza, ya que los militantes de esta organización se han destacado más por sus lazos personales, cuando no familiares, con Cristina y su marido fallecido que por sus logros, pero si bien el peronismo es un movimiento tradicionalmente "verticalista", no está escrito que se resigne mansamente a ser colonizado por contingentes nutridos de "imberbes". Y aun cuando resulte que pocos dirigentes se animen a emular a Verna, existe el riesgo de que lo hagan sectores del electorado que, si bien esperan que Cristina siga en el poder por cuatro años más, no quieren verse representados por personajes que, de ser otras las circunstancias, no se les ocurriría nunca considerar merecedores de su voto.
En rigor los candidatos de la agrupación de jóvenes son pocos en comparación con todos los que le deben la inclusión en listas a la gestión personal de la presidenta. Por ejemplo en la provincia de Buenos Aires a la Casa Rosada se le guardaban dos lugares en la lista de diputados nacionales, esta vez los 35 (o 18 que pueden entrar) los puso (a algunos no los sacó y con eso basta) Balcarce 50 y avanzó también en la listas de legisladores provinciales y aun de los distritos y eso excede en mucho a los escasos lugares que ocuparán los "imberbes" que no gritan.
Por eso cae en saco roto la critica del medio: "si bien el peronismo es un movimiento tradicionalmente "verticalista", no está escrito que se resigne mansamente a ser colonizado por contingentes nutridos de "imberbes". Debieron haber apuntado a la "incondicionalidad" y no a una cuestión meramente etarea.
Editorial de rionegro.com.ar
1 comentario:
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