El Zelig y las PASO

Zelig es el hombre camaleón, quien asume el rol mas apropiado al entorno en que se encuentra.

Zelig llama Mario Wainfeld a Sergio Massa en una semblanza tendiente a tranquilizar a la tropa kirchnerista.

Es que massita culminó el año pasado en crecimiento y amagaba este año a comer mas fichas y mas de uno pensó que se iba a tragar todo el tablero.

El sciolismo salió a parar a quienes ponían abiertamente un pie en su hinterlan y el otro en el masismo con una opereta en el programa radial  de Gonzalez Oro en la que el conductor puso al aire "per se"   a los dos y les pasó su pálpito: "Scioli Pte, Massa Gobernador" que le ponía al tigrense el techo que los sondeos no le ponen.

Prestamente el kirchnerismo (Conti mediante) hizo saber que massita podría ser su candidato y le daba el abrazo de oso necesario como para desvanecer la imagen de outsider's y catch all que tanto lo beneficia.

Mas refinado hoy Wainfeld ensaya un critica que que combina futurología, piedras y flores

“Massita se reúne con todos”, dicen... “Le dice a cada uno lo que el otro quiere oír”... Massa sería, entonces, una suerte de Zelig(*) conurbano, de una clase media no muy refinada, con pocos complejos, sin pudor por vivir bien. Un cultor de la política sin desbordes verbales, de la palabra-clave “gestión”, con un estilo cool que tiene su dosis de ideológico.

En la maraña de promesas o medias palabras sus interlocutores traducen que el tigrense quiere promover que el FpV tenga competencia interna en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), que deben ocurrir en agosto. Alega que se tiene fe para ganarle a cualquiera, incluida la ministra de Desarrollo Social Alicia Kirchner. Si se diera esa redoblona podría quedar en un sitial notable. Vencer al kirchnerismo con sus propios colores y quedar posicionado para una eventual secesión futura o para seguir en la escudería K, según le pinte o convenga. Si se desmalezan detalles, ese fue el derrotero de Scioli. Claro que sin confrontar, menuda diferencia. 

http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-214024-2013-02-17.html

Derrapa cuando recurre a la sentencia que se asemeja a expresión de deseos de cualquiera que se ubique ideologicamente en el centroizquierda.

Massa no goza del favor de la Casa de Gobierno. Cristina Kirchner lo nombró jefe de Gabinete, cargo del cual lo despidió muy defraudada. Desde entonces, primó la distancia... Con esas referencias, sus pares imaginan que hay una linda chance para que el candidato a gobernador del FpV en 2015 sea alguien menos vistoso que Massa pero mucho más “del palo”.

Involuntariamente Wainfeld tira flores

Massa es muy vivaracho para hacerse ver. Megaencuentros de tenis, presencia activa cuando juega Tigre y difusión mediática por doble vía. Una es la más convencional: reportajes cariñosos, muchos concretados mientras Roger Federer se luce en los courts de Tigre. La otra es la propagación de logros de cámaras de seguridad de su distrito, presuntamente híper eficaces, la panacea en la lucha contra el delito. Los hechos se difunden en formato noticioso aunque tienen olor a “chivo” encubierto. Canales de cable muy atentos divulgan el arresto de un arrebatador o la llegada policial tempestiva para separar a dos pibes pasados. El relato y las imágenes describen una epopeya, transforman escenas triviales en un curso sobre cómo debe gerenciarse la seguridad.

Este párrafo es puro beneficio colateral para "+a"  y daño colateral para el fundamentalismo K. Afirma que Massa comunica diez puntos y deja al  descubierto que tienen un flanco débil que es la comunicación y como  el cronista de pagina12 pertenece al aparato comunicacional kirchnerista y es abogado le cabe aquello de "a confesión de parte". 

Veremos como sigue la pelicula y si estos avances pasan al rango de ataque, hecho que -a juicio de este bloguero- sobrevendrá en el preciso momento en que Scioli esté definitivamente maniatado, amordazado y genuflexo ante Olivos, por aquello de uno por vez.

Zelig es el hombre camaleón. Zelig rotula hoy Mario Wainfeld a Sergio Massa, veamos que dice la critica acerca del Zelig