Telegrama para medialuneros

Eyaculadores precoces de la política ruegan que les cuenten el final de la película cuando esta recién empieza.

Ayer Mario Wainfeld y hoy Jorge Asis.

Asis es un especialista en operaciones mediáticas arriesgadas, escribe hoy en INFOBAE como un verdadero halcón con la finalidad de que el fiel de la balanza se incline definitivamente hacia el triunfo del anti kirchnerismo por sobre el fundamentalismo K. Por eso teclea al filo de la navaja, tanto que puede reducir la practica política a pura rosca y decir

“¿Qué gana Sergio Massa con decir que quiere ser presidente ahora? –se pregunta la Garganta. Se responde. “Sólo enemistarse con Scioli, que ya anunció que quiere ser”.

Concluye: “Sergio tiene que ganar la provincia de Buenos Aires. Una vez que la gane, se verá“. Sobran entonces las conjeturas relativas al “ir por afuera” o “por adentro”. Dentro del Partido Justicialista, único aportante de fibra para el cuento del Frente para la Victoria. O por afuera. Y decidan inventar otro sello. O alquilarlo. http://opinion.infobae.com/mundo-asis/2013/02/18/el-massismo-y-las-medialunas/

Pero gracias al cielo el periodismo político tiene mas, mucho mas, material para describir que el embelezo por los garbanzos y las luchas de egos. 

Basta decir que a este análisis se le escapan varios elementos que hacen a una política mayor. Un botón de muestra es que alrededor de Massa se reúne también un nutrido y entusiasta grupo de bonaerenses que quieren rescatar al peronismo bonaerense por y para la política bonaerense, algo muy difícil de lograr con un comando nacional reclutado y probado en la Patagonia y con un porteño de gobernador.

Por eso se me hace difícil pensar política en función de "medialuneros", profesionales de la política cuyo único objetivo es mojar la medialuna en el café con leche ajeno. Ellos engrosan las huestes de cualquier fuerza -y mas que nada las que van en ascenso- pero nunca dirigen nada, siempre son las focas a las que si tenés el balde lleno de pescaditos los vas a tener contentos y aplaudiendo.

Medialuneros que buscan, desde ya, cotizar el apoyo. A la cuenta -siempre alterable- del futuro. Pero sin quedarse afuera, tampoco, por las dudas, del enamoramiento presupuestario que les impone De Vido a los mini-gobernadores... con la chequera selectiva que no admite sutilezas para la clase práctica de ciencia política.“Si querés obras, si querés guita, pedí por la reelección”. Y las decenas de mini-gobernadores, por las obras y “por la guita” ya comienzan a admirar los atributos cautivantes de Alicia Kirchner, La Fotocopia.

Por suerte existe la política y el margen para los medialuneros se achica.

Massa no va a perder el sueño por los medialuneros con vocación de eso y nada mas. Los tiempos nuevos le plantea interrogantes a el y a su tropa que tiene que definir sin dilaciones.

Culmina el tiempo del zelig  porque hay que empezar a definir grandes lineas y el bajarlas implica quedar mal con alguien.

Não conheço nenhuma fórmula infalível para obter o sucesso, mas conheço uma forma infalível de fracassar: tentar agradar a todos. (John F. Kennedy)

Aunque tire un poco mas todavía el esquema zelig se acerca inexorablemente a su fin.

También, el tiempo de los medialuneros se acaba porque hay que definirse y los que vienen son instancias de mostrar la garra y el coraje de los que quieren arriesgarse para ir por mas o de quedarse esperando con la medialuna en la mano a ver si se la puede mojar en la taza del descuidado.

Medialuneros está perfectamente descrito, son los que no pueden doblegar el destino, ni lo intentan siquiera. Se quedan esperando a que pase el tiempo y ver si se da otra oportunidad para colar, y ahi se quedarán,  esperando junto con los aplaudidores del kirchnerismo fundamentalista y con los antikirchneristas acérrimos, porque al final todos -cuando una época termina-  irán a parar al mismo cajoncito de los trastos y delo demodé. Juntitos todos juntitos, los tirios y troyanos de una década cuyo fin ha llegado aunque los protagonistas -de ambos lados- se aferren a sus poltronas y se nieguen a  leer el telegrama de despido.

¿Que hará Massa esta jornada de 2013?: jugará con Scioli, con CFK, en contra de los dos, por fuera, por dentro, chi lo sá. Lo que si se advierte es que no decidirá pensando solo en el porque está claro que el proyecto que se está armando a su derredor excede aspiraciones personalesy lo conducirá a decisiones que no son estrictamente individuales.