"Que no quede ni uno solo"

“La clase política quedó otra vez al borde del agujero negro, que, como tiene más gravedad que masa, cuando te toma un dedo, te aspira entero hasta sus entrañas sin fondo”.

Lo dice un experimentado dirigente del peronismo bonaerense con alto poder de análisis y síntesis. Y lo intuye buena parte de la clase política, sobre todo la parada en la vereda opositora, donde creen que los que más cerca están del borde del agujero negro son “los gobiernos”, sin distinciones de distrito y jurisdicción, pero saben que también ellos están ingresando en zona de riesgo.

Esa lectura -ese temor- comenzó a extenderse al cabo de diez días de vorágine y bochornos políticos de intensidad inusual. Y de enorme importancia institucional, en algunos casos. Casi profético, con la masiva movilización del 18A un segmento sustancial de la ciudadanía salió a subrayar cuáles son sus límites frente a la clase política. Fue la antesala admonitoria de una semana en la que esa dirigencia, sin embargo, hizo todo lo que no debería hacer.

Marisa Alvarez en "Diario El Dia" de la Ciudad (anegada o abnegada) de La Plata.
http://www.eldia.com.ar/edis/20130428/Al-borde-agujero-negro-opinion6.htm

Una oposición política y empresarial miope solo alcanzó a entender que no había sido una buena semana para el kirchnerismo como relatan en un medio (LPO), la sucesión de hechos nefastos incluia "cacerolazo, reforma judicial, irrupción en Clarín, dólar a más de 9 pesos", ministro diciendo "me quiero ir",  es que se quedaron en los tiempos chachofrepasistas (neoliberales en la comunicación y la política  en los que  la militancia se parecía demasiado al papel que ocupan hoy Fariña, Jacobo Winograd y la Momia Gemelli y en la que el set de televisión suplió al viejo comité, la decadente -o nostálgica- unidad básica  y al lleno de la Plaza de Mayo o de la Nueve de Julio.

Al gobierno, según mi humilde opinión, le alcanzaron un par de artículos para descorchar champan. Uno de ellos, quizás el mas importantes en términos de puja por que quede claro por quien pasa el poder, es el de la elección de miembros del Consejo de la Magistratura por distrito único que cambia el foco del turno electoral 2013. Una elección nacional con mas votos en juego que cualquiera provincial y en la que el oficialismo lleva ventajas al momento de encararlas, o al menos es obvio que esa es su inteligencia.

En eso llegó la represión del neurosiquiatrico Borda para traer un poquito de aire fresco a los agobiados seguidores de Olivos. Macri -calculo o causualidad ¿...?- decidió apuntalar su imagen de Rudolf Giuliani y afirmó así sus posibilidades de calar en mucho en los sectores medios, altos y, aunque parezca una contradicción, en una parte nada despreciable de los bajos que buscan una tranquilidad que tiene mas de paz esporitual que de seguridad ciudadana. Habrá quedado encajonado en la Ciudad de Bs As, seguro que si, pero también va a poner un pie en  los poderosos distritos ricos del conurbano y en todas las capitales  y ciudades de mas de 50 mil habitantes del país, zic zic.

Menem en 1995 tenía fe ciega en los pueblos de menos de 10 mil habitantes y se impuso, claro que había matado a la inflación que hoy nos corroe, pero digo esto para que no creamos que todo pasa por los grandes conglomerados urbanos.

La gente (lease los sectores medios urbanos- en si, marchantes y no marchantes está descreída  al borde del ataque de nervios del "que se vayan todos" al que ya no adherirán por inconducente y porque estamos lejos de aquel 2001 y del corralito que lo provocó. 

Es la situación que la periodista Marisa Alvarez llama "Agujero Negro" de la que hay que salir y pronto. Toda esa tensión  debe salir por algún lado y es aconsejable que las mentes políticas empiecen a pensar rápido nuevos ductos de escape de la presión antes que el caldero explote.