Calma chicha en Calafate

Es posible que este fin de semana en la soledad del Calafate la Presidenta reincida en dibujar con su Montblanc ofertas electorales camporista y familiares matizadas con la inclusión de aquellos territoriales a los que -con su bic- Nestor Kirchner incluía sin tanto recelo.

Que será de los muchos movimientos sociales y kioscos de centroizquierda que reunió el kirchnerismo todos estos años una vez que la estrella polar que los guía disminuya la intensidad de su luz?

Edgardo Mocca envía un telegrama de despedida a sus socios cuando teclea las siguientes palabras decidido a no prolongar el dolor del adios

  "La transversalidad no presuponía –salvo la presunción de un temprano suicidio político– sino la pelea por conducir al justicialismo desde una perspectiva progresista (o, para decirlo con más fidelidad a la experiencia, nacional-popular) capaz de asegurar hegemonía interna y, al mismo tiempo, atraer liderazgos de otras procedencias"

Aunque queda claro que ya no se piensa en una futura instancia superadora del peronismo no puede quejarse el centroizquierda de la primavera K. Después de las tímidas apariciones de sus individualidades, paseo de vanidades y mini equipos de gobierno en la experiencia alfonsinista y en la -vergonzante- del delarruismo no mojaron nunca como en esta oportunidad  en cantidad y calidad el pancito en el tuco del poder.
El Cigala lo expresa mejor:

Fue aquel romántico prime time, el del regreso de la política, subsumible a los campos izquierda-derecha y susceptibles de leer en clave gramsciana lo que los atrajo y les pagó, pero como empieza ese viejo y buen instante como la palabra que da inicio al presente párrafo el párrafo: "fue".

Cortemos con tanta dulzura

Una retahíla de datos duros adversos determinaron la clausura del "Nunca menos". Después de eso solo cabía esperar lo que vino: se impuso un "mirar para cuidar" diferente al que ocupa a los voluntarios camporistas, el que llevó al gobierno popular a someterse al implacable escrutinio de la opinión publicada, que para disgusto de los predicadores de la batalla cultural  cuenta -otra vez- con el acompañamiento popular.

 Guerra de emociones, sentimientos y descargas. ¿Batalla cultural? La disputa política sometida al sufragio del rating donde el enemigo juega de local y vence al deporte nacional. (Tomás Borovinsky)

La realidad es cruel cuando aparece colada en los acontecimientos que no podemos ocultar, no hay holgura económica que sirva de placebo para sostener el relato y entonces aparece como defensa absurda el "...pero hacen". 

Y sin vaselina la realidad proyectada, exagerada y opinada puso al gobierno contra la pared.

La suerte del kirchnerismo se juega este fin de semana

Este turno electoral es distinto al que parió el 54%.

Queda en manos de la viuda Kirchner el futuro del proyecto político que le legó su difunto esposo. De su habilidad para armonizar los diversos y dar en la tecla de los reclamos de los electores que han aumentado en los últimos tiempos.

Le dará prioridad a sus debilidades o constataremos en la boleta que la cumpa priorizó al peronismo, y es el mismo Mocca el que limita el concepto (amplio de suyo) y explica que es -desde su perspectiva- lo que se discute este año con las urnas como escenario.

La suerte del kirchnerismo se jugará en el interior del peronismo... la relación de fuerzas en el peronismo será la clave de la continuidad o la interrupción del proceso político abierto en 2003.  

Y cuando hablamos del peronismo, lo hacemos en dos planos: la identidad política de masas y la estructura territorial-estatal... El peronismo es una identidad política que perdura y se actualiza a través de una red de prácticas y experiencias sociales y políticas. 

Pero en el contexto del argumento que aquí se desarrolla, cuenta el hecho de que el peronismo no tiene otra expresión práctico-política con gravitación decisiva que no sea el PJ o, para decirlo con más precisión, la red territorial, social y estatal que hace política desde esa pertenencia.  

Claro que la disputa entre dos relatos no es teórica. No se resuelve en congresos ni en think tanks. Se define en la lucha política. Y no se define principalmente en el siempre imprescindible terreno de las maniobras y las roscas, sino ante todo en la relación con el bloque social que sustenta esta experiencia política. La lucha por el peronismo no es una “lucha interna”; su terreno es la voluntad de grandes masas de millones de hombres y mujeres que serán quienes decidan en última instancia. El resultado de la batalla no lo conocemos. Lo que sí parece seguro es que la batalla no será reemplazada por el retiro, por más “ordenado” que sea, de la actual fuerza dirigente.                                                                                          

Lo que viene es una lucha por la continuidad de un proyecto de poder y una hegemonía política.

El massismo moverá sus piezas cuando hayan hecho lo propio los otros jugadores. Por lo pronto, como surge de la identidad peronista que en palabras de Mocca es "la red territorial, social y estatal que hace política desde esa pertenencia" adelanta su respuesta no para 2013 sino para 2015 con la imagen que sigue, muestra de que tiene en cuenta el "bloque social que sustenta esta experiencia política"  y es a l representación del peronismo a lo que apunta:

http://www.pagina12.com.ar/diario/principal/diario/index-2013-06-09.HTML

Ni Massa ni aquellos que lo acompañan parecen abrigar intenciones de traicionar convicciones, negar orígen, pertenencia o destino común con el resto de los peronismos, y eso queda de manifiesto en cada señal que envía en medio de la confusión de la guerra de nervios que lejos de concluir ha -deliberadamente- exacervado estos días. Sus movimientos dejan ver que no están dispuestosa esperar mucho tiempo mas que los que no pueden, no saben o no quieren ensayen las respuestas  que con premura se reclaman en la sociedad y para  las que ya aparecen como no preparados o carentes de imaginación y poder para hacerlas realidad.   

Pd.- Me permití resaltar algunas ideas.