martes, 16 de julio de 2013

Costrucción adversarial y fatiga social (Con agregado)

El amigo Efesé nos adelanta algo de su reciente producción. Al leer la nota lo relacioné con la crítica que se le hace al massismo y que se sintetiza en la frase "utopía consensualista", fijense si les pasa lo mismo.
Agrego al final (en violeta) unos párrafos que olvidé pegar, sorry
El concepto de anomia es empleado por Durkheim para describir una patología social que obstaculiza la cooperación entre las distintas partes o funciones de una sociedad. Al observar los efectos que la división del trabajo provocaba en la sociedad industrial, denunció en sus investigaciones la creciente fragilidad de los vínculos humanos, derivando ello en una opacidad que impedía la instauración de normas comúnmente compartidas. Para evitar incurrir en esta patología es necesario, señalaba Durkheim, cultivar sentimientos de mutua dependencia.

Profundiza luego el concepto Robert Merton, para lo cual distingue en la estructura social entre metas de la cultura y las reglas para alcanzar dichas metas. Las primeras son aquellas que cuentan con positiva apreciación social y que prestigian a los que llegan a alcanzarlas. Las reglas, por otro lado, refieren a los medios que se emplearán para alcanzar dichas metas. Y Merton describe en este escenario a la anomia social como el supuesto en el cual las metas (o cultura o valores que definen a las metas) adquieren una importancia mayor que la fuerza social para alcanzarlas de forma legítima.
Desarrollaremos una provocación analógica con las nociones producidas por los compañeros populistas Durkheim y Merton, condimentándolos con la agonista Mouffe.
El proceso kirchnerista (especialmente en la etapa nestorista) consiguió armonizar los intereses de distintas fuerzas representativas para generar políticas más o menos aceptadas entre ellas y que fueron plebiscitadas favorablemente por el electorado nacional. Se pudo (o pudimos trabajadores [formales y no formales], empresarios, sindicalistas, intendentes, gobernadores, y titulares ejecutivos nacionales, y un largo etcétera) establecer relaciones que implicaban algún grado de “mutua dependencia”, lo que permitió que todos pecharamos con alguna convergencia hacia adelante.
Siguió la experiencia cristinista, que dio lugar a políticas públicas de mayor complejidad consensual, pongamos las AFJPs, las estatizaciones, ley de medios, y así. Es decir, definiciones que empezaron a conmover ese sentimiento de mutua dependencia, que vinieron a restaurar, en términos de los Laclaus y Mouffes, la necesaria política adversarial. Dicen ellos que necesaria porque pretender “maduros” y “racionales” consensos democráticos es todo puro verso des-democratizante, pero además peligroso porque suele concluir, advierte Mouffe, en ventanas de oportunidad para las derechas populistas que despiertan con violentos discursos a los adormilados ciudadanos, introduciendo divisiones tajantes, expresadas en un registro moral (emblemático, el del “eje del mal”). O sea que ya no hay adversarios sino enemigos, y la comunicación cooperativa en estos términos desde ya es imposible. Porque estás de este lado, o estás del otro. Lejos de ello, Mouffe propone un ambiente caliente, en sus palabras de “una esfera pública de vibrante lucha agonista”, pero no de una moralización política que alienta a la división entre Bien Vs Mal.
Ahora bien, si lo hubo, ese agonismo cristinista, devino en una (¿predecible?) expresión de la política en el registro moral que condena Chantal Mouffe. O estás con el modelo  o sos un traidor, o aceptás lo que hicimos o venís a demoler todo y vender la patria.  El conmovido sentimiento de mutua dependencia es aniquilado hasta la imbecilidad excluyente y amenazantemente (presupuestariamente) expulsiva.
Pero sucede que hay logros/metas que son valorados positivamente, y que hay quienes esperan se mantengan, y no se comprende por qué el mantenimiento de esos logros/metas deben necesariamente ir acompañados de un ejercicio cualquiera de la política. O sea, ¿por qué mantener la asignación universal por hijo implica aceptar funcionarios chorros con destino de prófugos, o agravios dispensados por la televisión pública, o con la contratación de nenes incompetentes y chorros y con destino de prófugos?  
Volvamos a Merton. El tipo describe distintas forma adaptativas a la estructura social. Están los conformistas, que son los que aceptan las metas y los medios elegidos para alcanzarlas, suerte de conservadores de las propias conquistas, si las hubo, y reiteradores de los procedimientos practicados. En segundo lugar los ritualistas, que rechazan los objetivos pero se pliegan acomodaticiamente a los procedimientos. En tercer término los rebeldes, que rechazan tanto los objetivos como los medios.

Y por último, los innovadores. Se trata de los sujetos que aceptan las metas valoradas positivamente, pero no comparten los medios que se ponen en práctica. Tipos que quieren romper con la anomia que paraliza, que procuran cultivar nuevamente sentimientos de interdependencia y cooperación, imprescindibles para la consagración y aceptación de reglas comunes. Pero que además postulan nuevas metas, valorando también la importancia de contar con una fuerza social que legitime las propuestas.

No se trata del bien contra el mal, sino de una opacidad excluyente y conservadora contra la innovación solidaria, incluyente y esperanzadora. 
Aparte:
Se dieron cuenta que ya no se habla de kirchnerismo-antikirchnerismo sino que la conversa gira en torno del "massismo", que loco, no?

8 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Tenes idea a que se refiere el concepto de anomia de Durkheim? Anda, chanta

Anónimo dijo...

costrucción???quién te pasa estas chantadas?Barbaro???Parentini Posse??y bueno ,lo que me tranquiliza es leer que los editorialistas de La Nación dicen que uds no están aliados al PRo.Por favor,ganen ,festeje,pero no nos tomen el pelo.Uds y los medios.

Luis Barcenas dijo...

Para mi que Jaime tiene que darle a Clarin algunos papeles ...Como hice yo!

Anónimo dijo...

También, con la que le están poniendo al gerente-empleado del mes... En Marzo del 2014 algunos se van a agarrar la cabeza por la guita que tiraron a la marchanta...

Anónimo dijo...

Mucho microclima Omix... El País es grande...

PoliticamenteIncorrecto dijo...

ZIC ZIC dice...
Aparte:
Se dieron cuenta que ya no se habla de kirchnerismo-antikirchnerismo sino que la conversa gira en torno del "massismo", que loco, no?
No sabes loco, en la cola de la verdulería no paraban de hablar de Sergio y Malena...

guido dijo...

Denunciemos la "la imbecilidad excluyente y amenazantemente (presupuestariamente) expulsiva" y la construcción de enemigos en términos morales del tipo "bien vs. mal", y luego definamos a nuestro adversario como "funcionarios chorros" y "nenes incompetentes y chorros con destino de prófugos". Eso si, somos el consenso(?).

(Y esa distinción entre nestorismo consensual y cristinismo confrontativo -además de contradictoria con una reivindicación de políticas mayormente planteadas durante el dominio"cristinista"- solo puede ser sostenida por quien entre el 2003 y el 2007 vivía en, no se, Tayiquistán)

abz

Anónimo dijo...

siempre guido sacandote la careta omix