Sabbatella huele a calas

Excelente resumen del bloguero Mendieta acerca de la situación del dias después de las elecciones:

El oficialismo será la primera minoría a nivel nacional. El porcentaje de sus votos oscilará entre un piso de 32 y un techo de 37 puntos. Nótese que pongo “oficialismo” y no “kirchnerismo”, que no es lo mismo y a los efectos prácticos de la política real dependerá del resultado que Kirchner obtenga en la provincia de Buenos Aires. Hacia dentro del PJ y de su actual conducción nacional, esos pocos puntos de diferencia serán importantísimos: cuanto más cerca del 30%, más cerca de un confederal de gobernadores el lunes 29. Cuanto más cerca del 40%, más cerca de que Néstor sea el gran elector para 2011. Y acá no está prohibido votarse a sí mismo.

Ahora bien. La tapa de los diarios, las columnas de opinión y balance de los comicios y las declaraciones de las principales figuras opositoras ya están escritas. Como las necrológicas de los papas. Dirán que el kirchnerismo perdió, ya sea por la reducción de sus bancadas en Diputados y Senadores, ya sea por la cantidad de provincias obtenidas, ya sea por sumar el total de votos opositores (aún cuando provengan de listas distintas) y compararlo con el obtenido por el FpV.

Esos puntitos de más o de menos que el peronismo sale a buscar con el cuchillo entre dientes sellan la suerte del sabatelismo que va a descubrir la orfandad (a la que lo ha llevado la megalomanía y los infaltables chupamedias que suelen rodear al principe en su ascenso y lo abandonan rápidamente en la desgracia) o se salva de una paliza. Hoy parece que se salva, pero a medida que avance la campaña el electorado suele ir adoptando un comportamiento mas racional y conservador, si siente que tira su voto a la basura va convenciéndose de las virtudes de alguno de las principales ofertas y aquí serán Nestor/Daniel, el colo/Felipe, Marga/y el fantasma de Raúl, no hay lugar para el sabatelismo.

El voto útil que tantas alegrías le trajo en su versión local al sabatelismo es el monstruo tan temido en su versión "lanzamiento provincial". Si es golpeado el sabatelismo se diluirá, pues como todo partido "hagalo Ud mismo" se convirtió con el paso del tiempo en un colectivo político que vive inyectándose exitoína y no olvidará fácilmente la derrota electoral de su hasta ahora jefe.

Por adelantado algunos vecinos -antes sabatelistas furiosos, ahora aliados al sabatelismo- me han dicho que ya han empezado a recomponer relaciones con "luquitas" (Ghi).

Espero que esta nueva cepa no sea gorila y podamos hablar y construir junto a ellos.

Para ellos (los nuevos) transcribo parte de este reportaje del último domingo del diario "La Nación" al presidente brasileño Lula Da Silva en el que aborda ese fenómeno al que la conducción sabatelista -a la que ya le empezó a correr el tiempo de descuento- le ha machacado es el horrendo peronismo:

-Si usted hubiera nacido en la Argentina, ¿sería peronista?

Lula: -Seguramente hubiera sido peronista porque todo el mundo lo era.

-¿Y entiende al peronismo?

Lula: -No entiendo mucho al peronismo, pero entiendo el fenómeno que significó el paso de Perón por la Argentina, así como el fenómeno de Getulio Vargas en Brasil. Ellos marcaron la historia de estos países. Getulio no consiguió crear en Brasil el movimiento que Perón fundó en la Argentina. Nosotros no tuvimos un partido laboral tan fuerte como el peronismo. Es casi como una religión. Vi gente de derecha que era peronista. Y vi gente de izquierda que era peronista. Es un milagro que solamente los argentinos pueden hacer (risas).

-¿Y hubiera sido de Boca o de River?

Lula: -Yo soy de Boca... Pero déjeme hacer justicia con algo que me olvidé. El cambio fue tan grande que, en realidad, creo que ... ¿Se acuerda de la época en que en la Argentina nadie quería asumir la presidencia? Fue Duhalde el que asumió. Me acuerdo de que fui a hablar con él y le pregunté quién sería su sucesor. Se mencionaban a [Carlos] Reutemann y a [Carlos] Menem, pero él me dijo que Kirchner iba a ser el próximo presidente. Yo pregunté quién era y me dijo que era el gobernador de Santa Cruz y que iba a ser elegido. Y fue así.

http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1119713

P.D. a Lucas Ghi y la nueva generación:

Tenemos un futuro que podemos recorrer juntos (no conmigo, con el peronismo) o no y eso lo deciden Uds. Desde 1946 hasta hoy, todas las elecciones nacionales en Argentina han mostrado un voto peronista que nunca fue inferior a un 30 %, y un voto no peronista o antiperonista (no son lo mismo, pero coinciden en la forma que se expresan en las urnas: no votan a un candidato peroncho), que también nunca fue inferior a un 35 %.
Justamente eso que decía Lula "Nosotros no tuvimos un partido laboral tan fuerte como el peronismo. Es casi como una religión." es lo que les falta a la fuerza de la que forman parte, dejar una autonomía que huele a aislamiento y sectarismo, integrarse en un pie de igualdad con sectores que desconfían se les esté ofreciendo una posición dependiente y por ende jamás se arrimarán.
El desafío Lucas (Ghi) es unir el laborismo de los sectores más humildes y el progresismo de algunos sectores medios sin relación mando/obediencia de uno sobre otros. Está claro, a estas alturas, que Martín Sabbatella no tuvo ni tendrá vocación de sumarse a una empresa tan alta como esta.