domingo, 21 de febrero de 2010

Moyano domestica al "Cesar"

En varios post trabajé sobre una hipótesis que podría resumirla en pocas lineas: si el turno 2011/2015 era ocupado por una alianza no peronista + un componente antiperonista (suavemente condimentado con el toque único que le aportará algún cumpa extraviado que represente el tristísimo papel de "el peronista oficial "), y tal engendro fuera manipulado por las corporaciones, entonces no habría otro remedio que volver a viejas pero efectivas fórmulas de defensa. En la calle encabezaría la oposición el sindicalismo, pues el peronismo político va a estar demasiado entretenido en definir su nueva conducción.

Estos dias me gustaría ( si el altísimo me concede tiempo) concentrarme en el supuesto que el próximo turno presidencial fuera ocupado por un peronista un poco especial. De esos que desde la centroizquerda peronista pueden tranquilamente ser considerados como la forma concreta de la profecía que algún dia se les va a autocumplir a la que llaman "derechización". Cual sería la actitud de la inmensa mayoría de peronistas que acompañaron estos períodos kirchneristas, criticamente y que reconocemos que se trató de un gobierno de tradición peruca con algunos avances que hay que defender.

Es decir si aceptamos que el kirchnerismo fue una variante de peronismo y fuimos consecuentes, cabría preguntarnos cuales serían los signos por lo que reconoceríamos rápidamente que ese turno 2011/15 es un gobierno "nuestro", diferenciado del peronismo de nuestros sueños, aún con críticas, y por supuesto sin fanatizarnos.

El quid de la question está dado por lo que consideremos el punto de coincidencia mínima por la que nos mantenemos (los peronistas en 2010) bajo un mismo paraguas o al menos bajo la misma identidad. Cual es el núcleo básico de políticas y medidas por las que vamos a definir si el próximo turno es peruca (aunque no necesariamente "de mi exacto mismo palo"). ¿Que combo nos va a congregar?: la asignación familiar + las paritarias, + la activa defensa de los DDHH?, ¿cual?.

Por las dudas, Moyano apunta a uno de los posibles. Aún está parado al lado del kirchnerismo, pero la C.G.T. no tiene amigos permanentes sino intereses permanentes, asi que no solo desgasta a posibles contradictores del candidato oficial ( que atendiendo a la realidad marcada por el ánimo popular pueden ser Scioli, Nestor o CFK en ese orden según mi punto de vista) sino que ademas le marca la cancha a los pretendientes del trono, por si las moscas.

El "negro" no hace otra cosa que imponer en la agenda de los posibles candidatos algunos de los puntos que le son muy caros a la central de trabajadores que encabeza, recordándoles que solo le ofrndarán la paz si no se domestican. Los apreta para obligarlos a romper los silencios en los que se internan siguiendo los consejos de la especulación electoral.

Lo de los sindicalistas parece ser una lucha en solitario pero, a decir verdad, buena parte del peronismo político está (estamos) esperando que estos tíos se definan.

Por eso lo de "es un bobi".
Por eso lo de "invento de Menem".

Aunque la etapa requiera el asumir este rol, no somos pocos los que creemos que la cgt debe ir por más.

En estos años debe "crecer" lo suficiente en términos de calidad, de transparencia y de encuadramiento como para -en el menor lapso posible- someter a la sociedad argentina a la prueba de amor de elegir a un obrero como "presidente del pais". En eso el sindicalismo brazuca los primereó. Pero ese es otro tema.

Ahora lanzo la pregunta que me dará elementos para empezar a escribir. Cuales son esos elementos mínimos por los que siendo Lole, Solá, Gioja, Reutemann, Scioli, Nestor, Das Neves, Urtubey, Capitanich, etc el futuro presidente podemos considerarlo un gobierno del palo.

1 comentario:

eapc dijo...

OMIX,
Pregunta interesante con alto riesgo especulativo.
Se supone entonces que estas hablando de criterios que permitan juzgar acciones de gobierno y no declaraciones o discursos.
Bueno, te parecerá simplista, pero el criterio sería algo así de claro como ver si se avanza en la senda de las tres banderas históricas.
El Kirchnerismo lo hace, el Menemismo no lo hizo.
El “prontuario” del pasado juega también (mas que los discursos) porque fueron acciones. En esto no confundir “estuvo” con “participó”. Pero me estoy alejando.
Dejo planteada entonces mi moción por las tres banderas como criterio.
Otra cosa respecto a la CGT. Para ser columna vertebral nuevamente (en un espíritu de Movimiento y no de Partido) tendrá que hacer política TERRITORIAL y no solo gremial.
O sea ocupar un terreno ensamblado con las organizaciones sociales…(Corriente Nacional Sindical Peronista?)
Es mucho cambio… pero el pejotismo no alcanza. Nunca alcanzó, en general siempre se lo consideró instrumento electoral (“eso es todo”).
Bueno, corto porque sino se hace un chorro.
Te aclaro que no soy peronista del PJ, el Movimiento ya no existe y me siento históricamente peronista con ganas de avanzar y ampliar sin criterio estrecho.
Es aquí que me agarra una angustia de ver peronistas buscando lo puro.
Justamente, tenemos que abarcar lo “impuro compatible” sin abandonar las banderas.
No se si se entiende… (ver en blog si hay interés por desarrollo…)

Un saludo,
Eduardo.