jueves, 16 de septiembre de 2010

16 de setiembre de 1955

"No dejen que Argentina se convierta en potencia. Arrastrará tras ella a toda América Latina"

Winston Churchill, Yalta 1945.

“La caída del tirano Perón en Argentina es la mejor reparación al orgullo del Imperio y tiene para mí tanta importancia como la victoria de la segunda guerra mundial, y las fuerzas del Imperio Inglés no le darán tregua, cuartel ni descanso en vida, ni tampoco después de muerto.

Winston Churchill, discurso en la Cámara de los Comunes 1955.





En Argentina, sectores políticos (conservadores, radicales, socialistas) junto con la aviación de la Marina y sectores de la Iglesia católica intentaron un golpe de Estado en junio de 1955 y bombardearon la Plaza de Mayo, en el centro de Buenos Aires, con un saldo de más de 300 muertos y centenares de heridos.

El ataque se produjo con más de 20 aviones, cerca del mediodía, sobre la multitud que se encontraba en una manifestación. Los ataques continuaron hasta las 6 de la tarde. El ejército instaló tanques y baterías antiaéreas para proteger al presidente, por lo que a los insurgentes se les ordenó atacar a los miembros del ejército y a los civiles que apoyaban a Perón. Finalmente los atacantes pidieron asilo político en Uruguay.

Luego de los ataques, Perón pidió calma a la población. Pero sus seguidores, en respuesta a los ataques, incendiaron tres iglesias en el centro de la capital, provocando sólo daños materiales. Entre el 16 y 19 de septiembre las Fuerzas Armadas, dirigidas por el General Aramburu y el Almirante Isaac Rojas, derrocaron al Presidente Perón mediante lo que llamaron “Revolución Libertadora”, estableciendo un régimen represivo y reaccionario.

Traición y Decadencia–

Cuando el Gral. Lonardi, jefe de la rebelión iniciada en la ciudad de Córdoba, en 1955, fue designado como presidente de facto de la Nación, dio amplia publicidad al slogan de: ¨ni vencedores ni vencidos¨…algo que al parecer contrariaba las ambiciones de los imperios que dieron asistencia “logística” aceptada por los traidores a la Patria.

Como resultado de esta situación y tras una “pulseada de palacete” en Noviembre de ese año Lonardi fue destituido, tomando su lugar el Gral. Aramburu. Durante su gobierno se dictó el Decreto Ley 4161/56 que originó la peor persecución política que registró la historia argentina.

Todo lo que se relacionaba con el gobierno derrocado estuvo absolutamente prohibido quedando, por lo tanto, los ciudadanos que apoyaban al ex presidente depuesto y sus simpatizantes sometidos una proscripción absoluta en nombre de una falsa “democracia” dictatorial y antinacional.

extraido de "nacionalypopular.com"

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