Unos hablan del avance del sindicalismo frente a los políticos en el peronismo y otros de políticos y sindicalistas peronistas como "desestabilizadores de próximos gobiernos". Claro, proyectan lo que en realidad siempre fueron.
Lo que no admitirán jamás es su incapacidad de gobernar de cara a expresar los anhelos de las mayorías populares. Si no fuera por que llegados a la Rosada se trasvisten en titeres de los grupos económicos no habría peronismo y reinaría la alternancia entre grupetes de partiditos demoliberales de izquierda y derecha como en todo el mundo.
A propósito de una nota en La Nación que hablaba sobre las "amenazas a la gobernabilidad" el domingo colgué esto en un kilométrico posteo
"No me parece atinado sostener que la CGT "amenaza" a futuros gobiernos y lo expresé en el artículo de ayer: "no quieren entender que la CGT solo es amenaza si amenazan a sus representados, con recortes, devaluaciones, caida de salarios, cierres de fuentes de trabajo, empeoramiento de las condiciones laborales y de vida de las mayoría, pauperización. Si no es asi, el próximo turno sea del signo que sea no debe temer, nadie los señalará con un "en algo habrá andado".
Y para no entrar en discusiones bizantinas donde finalmente quedan expuestos manojos de prejuicios de un lado y de otro, doy un ejemplo de la amenaza a la gobernabilidad de los ajustadores orbi para no hacer cabotaje: España
"Huelga general contra Zapatero cuenta con 70% de adhesión"
"Huelga general contra Zapatero cuenta con 70% de adhesión"
Sean del palo que sean los ajustadores serán enfrentados. Es la naturaleza del escorpión sindical. El aparato político pondrá proa a la recuperación del poder, es la naturaleza de la política. La racionalidad que cierra las cuentas con el empobrecimiento de los sectores populares, protegiendo las fortunas de los poderosos no es nuestra razón, sepanlón (asi con "N" conurbana final) señores y señoras.
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