D'ELIA - larga marcha antineoliberal

Chicana pura el tipo, sobrevive en un hábitat donde ser visto y oído a cualquier precio supone existir y si no te hacés ver de alguna manera te invisibilizás y morís mediáticamente. De Luis D'Elia hablo, que se acomoda al orden burgués pero con una postura en apariencia transgresora y no le ha ido mal.

Estos últimos dias lanza una fuerza política (compite en la creacion de partidos con Lilita Carrió) cuyo principal objetivo parece ser es detener el avance de la derecha que estaría solapadamente ganando posiciones en el interior del movimiento nacional y popular y anuncia un acto de la misma forma en que las vedetongas de la TV promocionan sus mediocres espectáculos veraniegos (subidas al caballo del escándalo).

“Algunos cumpas creen que tras la muerte de Néstor Kirchner se puede acordar con los neoliberales que miran el 2015 para volver a los ‘90″

“Estaría buena la fórmula electrodomésticos Scioli y heladerías Pérsico, la burguesía siempre resuelve sus problemas políticos”

Por cierto -y a pesar de haber sido un error- lo acompañé en aquel trompis que le propinó a un provocador profesional en Plaza de Mayo durante el intento de copamiento por parte de la reacción y perejiles caceroleros (con la excusa de las retenciones a los productores ruralistas), pero no han sido muchas más las coincidencias.

D'Elía es un satélite pequeño que dice aquello que desde el poder no puede ni debe decirse. Cumple un rol necesario en política, pero no es más que eso (ni menos). No es un pelotudo, por el contrario es un vivo barbaro, y ha jugado el juego que al avatar peronista autodenominado kirchnerismo le convino que jugara en muchas oportunidades como para no considerarlo "propia tropa" y por supuesto bajocuerda reconocerselo.

Intuye la inteligencia de las situaciones, no es un iluminado pero se las arregla bastante, por eso sabe hacer movimientos inconsultos que evita que lo dejen fuera del tablero, como quien dice anda buscando la forma de que nadie se de cuenta que el es uno de los tantos prescindibles y/o fácilmente sustituibles que tiene el poder en todas las épocas.

Estos días D'Elía embiste contra la avanzada neoliberal que a modo de marabunta viene a deglutirse el paraíso que el ayudó a construir, después nos quejamos que el común de las personas se aleja de la política, cuando en realidad le contamos cuentitos menos creíbles que el repollo o la cigüeña.

Scioli y Massa son los verdaderos objetivos a los que apuntan sus dardos (agrega a otros pero esos son cortina de humo).

Caben dos posibilidades: 1.- que sea una tarea por encargo y 22,. que sea una jugadita personal, veamos...

Con frases con punch como esta deja en claro su posición

"Hay que confrontar con los neoliberales como Scioli"

O el menos fino:

"Massa es un sorete envuelto en papel de cumpleaños"

Si Luisito es un delivery, entonces los que le encargan la tarea se equivocan. Si el objetivo es llegar al momento de la definición de candidatos en las mejores condiciones posibles, lo que no podemos hacer es tirar a la linea de flotación de los principales sostenes (al menos es lo que indican las encuestas) por que se corre el riesgo de que su linea de flotación sea la nuestra.

Mal jugador de ruleta rusa el que acepta gatillar con 5 balas en un tambor de 6.

El piquetero le baja el precio a los que sus mandantes ven como negociadores en condiciones de quedarse con la chancha y los 20 chanchitos pero bajar el precio no significa enchastrarlos asi, por que queda claro que el que habla no es el.

El razonamiento es infantil, Scioli y Massa serán "demonizados" por las masas "K" que tal parece ganarían solas las elecciones deslumbrando al electorado con un cuento de disney en que que hay hadas, princesas y principes azules combatiendo a malvadas brujas y salvajes ogros. Demonizados por su origen Daniel y Sergio, son denunciados como parte del eje del mal, vomitivos, agentes del imperialismo, malos de maldad absoluta según el relato tragicómico del tipo que odiaba al finado Fernando Peña. Si no puedo ser Da Vinci no voy a permitirte que tre reconozcan como un Miguel Angel parece seguir siendo la matriz.

Si es una jugada personal, mejor será que el buen compañero Luis que se ha dejado devorar por el personaje se calme, baje dos cambios, gire hacia la moderación, disminuya la velocidad y dedique más tiempo a terminar las viviendas cuya construcción les fueron encargadas hace más tiempo del debido, asi no tenemos que andar bancando posibles Soldatis y Luganos en territorio bonaerense.

De nada valen frases tales como “en el 2015 este fenomenal proceso político que es el kirchnerismo no puede ser heredado por neoliberales conservadores como Scioli, (Sergio) Massa”; en las que el inefable Luis adopta la forma de "patovica ideológico" del modelo (frase acuñada por Manolo Barge) y declama pensar en la herencia bendita cuando en realidad apunta a este marzo/abril y mayo, no tiene mirada larga, sino muy cortita y por eso nomas no se merecía ni este posteo.

El silencio ante las provocaciones es el mejor remedio para los que sacan la lengua del plato.
O.b

Pd.- Favor de leer completo Ezequiel Meler "prueba de ácido"; del que selecciono estos párrafos.

A la política le hace mal el pensamiento binario: lo he dicho muchas veces. Aparte del blanco y del negro, que existen sólo en las mentes de los más afiebrados, existen infinitas tonalidades de grises posibles que pueden encarnar apenas uno da vuelta la esquina. La pregunta es si esos grises son tolerables para todos los que hoy se sienten dentro del barco. Pienso que no.

La apelación a la unidad de lo diverso en torno de un liderazgo de orden carismático de alta instalación, capaz de instaurar clivajes nuevos en derredor, es tan vieja como la política misma. Yrigoyen y Perón, por caso, fueron exitosos en trascender la prueba de ácido aún cuando no quedase tan claro qué grado de pureza tenían sus herederos a mediano plazo -recordemos las denuncias de FORJA frente al “alvearismo”, o bien las internas, en el peronismo y fuera de él, en los años ochenta y noventa-. Sin embargo, fueron exitosos en un plano decisivo: las estructuras que edificaron, aún con otros fines, perduraron, y fueron capaces de enhebrar sociedades impensables en sus días originales. Los discursos que construyeron también perduraron, y sirvieron para consolidar identidades que, aunque no fueron impermeables al paso del tiempo, mantuvieron un núcleo más o menos intacto en el transcurso del devenir.

¿Alguien ha trascendido esas fronteras desde entonces? ¿Alguien puede trascenderlas? No nos equivoquemos: la premisa básica para la existencia de un proyecto político que merezca tal denominación reside en que exista, en todo momento, alguien capaz de retomar la conducción cuando ella cae. Y no, no es fácil hacerlo, pero debe ser posible.

Retomar la conducción no implica necesariamente que todo siga igual, pero sí implica, necesariamente, que los que estaban reunidos en torno al primer liderazgo -no todos, pero sí una proporción importante- perseveren en torno al siguiente.