Historias

De un matrimonio del siglo XV entre nobles de 12 y 9 años, por supuesto que recontraconvenido por sus padres, tranquilamente puede surgir un cuento de príncipes azules y princesas encantadas en un reino de ensueño en el que al final nos aseguran que vivieron felices y comieron perdices. Aunque sepamos que no sea así, al menos podemos afirmar que esa relación contra natura está excenta del reproche del pasado de ambos. En un matrimonio del siglo XXI, entre treintones, cuarentones y mas, la cosa cambia y mucho, ahi no hay beneficio de inventario. Es mejor poner las cartas sobre la mesa y con conocimiento pleno de las realidades hacerse cargo de la historia completa del otro y la otra parte de nuestro rico y voluminoso prontuario.

En política,al momento de evolucionar hacia una fuerza ya constituida,  la única opción posible es la segunda. No quiere decir que se defienda, aplauda o consienta en el futuro aquello que a todas luces no es un buen antecedente sino que se tome como lo que es: historia de vida que es integra, que  no puede ser recortada. No es cuestión de estar todo el día reprochandole a la media naranja  con quien estuvo uno antes de llegar a nosotros.

Fin

Pd:  aconsejo leer los posteos de hoy,


de ManoloBarge  

("Lo notable; y que demuestra que el “Carriotismo”, con todas sus puestas en escena melodramáticas a cuestas, sigue gozando de buena salud; son las posturas de las fracciones del Oficialismo que pretenden transformar a CFK en la Lilita del 2003 y al FpV en el ARI de esas circunstancias. Lo que implica una “purga” “exorcizadora” de las “impurezas” que los Kirchner arrastran desde hace 30 años")

y el de Abel Fernandez   

(¿Y Argentina? Bueno, la realidad nos pone en el medio (en una tercera posición? Chiste. Pero no del todo). Su gobierno no puede hacer la Gran Chávez: no tiene bastante petróleo y – más importante – una parte muy importante de su población, los sectores medios y altos, que no se van a exiliar a Miami, la rechaza profundamente. Tampoco puede hacer lo de Brasil: no ha construído el acuerdo sobre políticas nacionales entre el Estado y los empresarios que es la clave de la realidad brasileña. ¿Qué recomendaría yo?)

Ambas piezas deben, a mi criterio, ser leídas desde una óptica peronista, interior e intima, para ser comprendidas,el que lo haga desde fuera las desechará. Si no está dispuesto a leerlas desde dentro haciéndose cargo de la berruga en la punta de la nariz peronista no pierda tiempo, que pagina12 y La Nacion tienen notas para tirar para arriba hoy.