¿la DOS es D o S, D&S o S&D? (I)

Pagina12 sigue hoy  igual que ayer, es decir sin dar señales de su apego o despego con el gobierno de CFK. Esperemos a ver que pasa.

Mientras tanto el resto del kirchnerismo se siente golpeado, la parálisis y la sucesión de malas noticias lo ha hecho preferir transitar estos años de poder siendo pato rengo antes que el pato criollo al que parece  dirigirse la fuerza a todo vapor.

Faltos de reflejos señala las victorias parciales del progresismo (¿?) en América Latina y las festeja en espera del 8N y el 7D. Busca consuelo en la 21-24 de Barracas  y con ello se engaña a si mismo diciendo que que el 54% va in crescendo, tal como alguna vez hizo el menemismo y Carlos Menem cuando intentó disimular una derrota en la Capital diciendo “ganamos en Perico” (Pcia de Jujuy).

Fallan los que leen la borra del café kirchnerista  y con eso predicen. 

El peronismo va en busca del futuro, una (tan solo una) de las posibilidades de conducción en los años venideros gira alrededor del porteño Scioli y el bonaerense Massa, hay más no nos engañemos, pero me animo a estos dos y encima se complica por que nadie puede prever que pasará entre ellos, si jugaran juntos y emnos aun en que orden.

Todo señala como candidatos en 2015 (aun falta el 2013) a Scioli como Presidente y a Massa como gobernador, ahora tomemos esta parcela de la predicción y analicemosla en sus distintas variantes, teniendo en cuenta la gravitación (menguante a medida que se agota el mandato) del kirchnerismo de aqui hasta el proximo turno electoral presidencial.

Busquemos en principio algunos escribas que analizan la realidad mucho mas lejos que el duro presente

la primer señal de un peronismo que empieza a marcar límites

Daniel Scioli se lanzó, con su estilo de emitir señales más que definiciones tajantes. Es el primer desafío fuerte a la construcción de Cristina Kirchner que apuesta a Unidos y Organizados, una organización que blanqueó su objetivo central: despojar de poder territorial a gobernadores e intendentes peronistas.

...justo cuando empiezan a escasear los recursos y se va desplegando ese ajuste desordenado y vergonzante que el Gobierno intenta instrumentar desde principios de año, el cristinismo no tuvo mejor idea que agudizar su confrontación con el peronismo –incluyendo su brazo sindical-.

Esperar que políticos experimentados como los gobernadores e intendentes del PJ anticipen una confrontación con el poder central es esperar en vano. Pero si se mira de cerca esa valla última de institucionalidad del país que son los gobernadores peronistas y se los compara con una foto del año pasado, el cambio es sustancial. Sólo que no es producto de una gran momento de ruptura, sino de la acumulación cotidiana de pequeños deslizamientos, es decir, de política.

Desde el rojo intenso de un Peralta o De la Sota, hasta el amarillo pálido de Daniel Scioli, pasando por los tonos ocres de un Urtubey, Jorge, Fellner, Beder Herrera o Gioja, lo que se ve es un deslizamiento crítico, una toma de distancia regulada, en la que abundan cada vez más los silencios y se oyen menos las declaraciones de “respaldo”.

Es en ese marco que esta noche Scioli lanzó su candidatura presidencial, escenificada en la presentación de una agrupación que proclama entusiasta “Lo mejor está por venir”, luego de recordarle a Cristina que fue ella quien dijo que la primer lealtad es con el pueblo, o sea, no con ella.

Agrupación sciolista que se encargo de titular “El Peronismo, eje de nuestra historia”, un texto de presentación en sociedad que abunda en guiños a la estructura del PJ y propone un país de diálogo. Reivindicando además de manera explícita la figura de Perón como lo que fue, el fundador y líder del movimiento que todavía hoy gobierna la Argentina.

Es que así están las cosas en el peronismo. Hoy es casi un acto de rebeldía exhibir un retrato de Perón –peor aún si es la imagen en la que se lo ve sobre un caballo pinto y con uniforme de militar-, frente a una iconografía oficial que emana desde el poder con eje en Evita, como ícono de una revolución frustrada que acaso ahora otra mujer viene a completar. Como si Evita hubiera sido posible sin Perón.

No es una novedad. Ya en los setenta se ensayó esa diferenciación ridícula, cuando se buscó anclar en Evita un ideario revolucionario marxista, que Perón claramente terminó rechazando.

Cristina siempre navegó con habilidad en esas aguas y en los momentos claves se identificó como peronista a secas. Pero algo de ese trazo fino parece extraviado. No está claro si por falta de conducción o por definición política.

Y Scioli que es un killer de exasperante sangre fría envuelto en un papel de Sarah Kay, olió el malestar y planto una primer bandera.

Porque si todos los gobernadores e intendentes peronistas son el enemigo, el problema ya no es de ellos, sino de un gobierno que tiene más afuera que adentro. Un gobierno que es bueno aclarar, tiene todavía tiempo para corregir el rumbo. Pero cuidado, parece que falta mucho pero es una ilusión, acaso tan grande como creer que todo será como fue.

IGNACIO FIDANZA

http://www.lapoliticaonline.com/columnas/val/696/el-lanzamiento-de-scioli-la-primer-senal-de-un-peronismo-que-empieza-a-marcar-limites.html