sábado, 1 de junio de 2013

Massa como "lider de ocasión" de la telepolítica

"Riquelme está feliz".
La  élite que encabeza la mediocre patria mediática empieza a bajarle el pulgar a massita cansada de esperar su pase a la "contra", como los que quieren que pase al oficialismo mas chupaculo se equivocan, incapaces de escapar del dilema de hierro impuesto en la década que paso (en la que ni se ganó mucho ni se perdió del todo como pretenden los relatos maniqueos) quieren que sea ultrakirchnerista ou opositor acérrimo.
Hasta algunos alcanzan a describir la desazón que los consume en tercera persona.

"Que hablen mal de mi, pero que hablen" decía el calos de la yioja, adelantándose a los tiempos.

Eduardo Fidanza escribe esto en La Nación de hoy
En la jerga de la política se utiliza el verbo "jugar" para referirse a la participación de un dirigente en una elección. Así, todo se cifra en saber y prever si fulano "juega" o no "juega". Esta terminología, que parece ingenua, esconde, sin embargo, algunas claves del modo en que se hace política aquí y en el mundo en esta época.  El caso de Massa resulta ilustrativo: es el furor de la elite política, que lo ve como cuco o salvador; es la figura que bate récords en los sondeos, siempre y cuando se mencione explícitamente su nombre; apenas se sabe que dirigió la Anses y fue jefe de Gabinete; lo conocen bien los vecinos de su ciudad, para el resto no es más que una cara simpática, un porte juvenil y un apellido contundente.
En contraste con las preocupaciones de la clase política, el ciudadano medio piensa en otra cosa. A la luz de los sondeos, está crecientemente preocupado por la inflación, la escasez de trabajo, los delitos y las penurias de viajar y sobrevivir en el tumulto cotidiano. Muestra el ánimo decaído y mira el futuro con pesimismo. Interrogado acerca de la política ensaya un gesto de desdén y distancia. Si se trata de una persona de edad mediana, con cierta educación, puede responder: "No me interesa, los políticos no resuelven mis problemas". Si se trata de jóvenes o de individuos desprejuiciados, acaso espeten, con la rabia que me expresó hace poco en el Sur un muchacho desocupado: "La política es para afanar".
Sin embargo, toda esa gente, más allá de su rechazo a la política, concurrirá a votar en las próximas elecciones. 
...
Fenómenos nuevos, poco meditados u opacados por el fragor de la confrontación atraviesan la política que finalmente atrapará a los argentinos en el año electoral. Las transformaciones, cada vez más veloces y acentuadas, muestran el declive profundo y acaso irreversible de las organizaciones partidarias, desbordadas por individuos que trascienden como imágenes fugaces, no como personalidades meritorias. La política actual se construye con liderazgos personales, amplificados por una aceitada maquinaria de publicidad, agencias de prensa, consultores de opinión y gurúes de campaña. En ese nuevo espacio público ya no alcanza con el resultado de las elecciones; la legitimidad democrática se convierte en un proceso ininterrumpido, alimentado por los sondeos, cuyos resultados adquieren un peso similar a las cotizaciones bursátiles.
Uno de los riesgos que entreven los investigadores es que una democracia de estas características quede atrapada entre el decisionismo de los líderes mediáticos y el reclamo social confinado a la negatividad. En otros términos: que las instituciones terminen colapsando, demolidas por un combate entre cacerolas y líderes de ocasión, devenido en espectáculo.
Como decía un filósofo: los símbolos dan que pensar. Quizá Sergio Massa, por encima de sus méritos y defectos, no sea más que eso. Un símbolo, o mejor un síntoma, de la precipitación, de la continuidad frenética, de las imágenes y los montajes de prensa, de la banalidad de la política sin instituciones.
 http://www.lanacion.com.ar/1587482-massa-un-sintoma-del-juego-politico-actual
Bue... que cosa todos estos chicos, bastante vagos por cierto, siempre pretendiendo hacer de todo aquel que sienta el llamado de la vocación política su "chirolita", y como se calientan cuando no les sale.

5 comentarios:

PoliticamenteIncorrecto dijo...

Cheeee!!! que falta de humildad !!!
Autoubicarte en la elite.

Anónimo dijo...

Mucho porteñocentrismo y antipolítica en el gorilón Fidanza. Scioli y Massa no rompen porque el kirchnerismo tiene entre 30 a 35% de voto cautivo, es decir que estás a 10 o 12 puntitos de ganar la presidencia en primera vuelta, aunque discutas adentro las Paso de dentro de dos años con el candidato de Cristina.Afuera estás a 45% de lograrlo y se encima se te pegan todos los bichos impresentables habidos y por haber.
Saludos.- Juan Carlos de Mar del Plata.-

OMIX dijo...

Bueno JC
por fin se puede discutir rosca con alguien q fundamenta

dos años, se me da q +a puede no romper (scioli no rompe y punto) pero q al kirchnerismo cada dia q pase después de octubre, sea cual fuere el resultado, se le va a ir erosionando la base de sustentación ni q hablar

Hoy tipos como Giustozzi (el goberna de +a Pte 2015) y Zuccaro de Pilar amenazan con acercarse a +a -seguramente para levantarse el precio-. Ellos y el resto después de octubre ya no van a amenazar, van a apostar en serio por lo que viene y en el escenario las fichas del kirchnerismo valdrán menos que un Federal o un Lecop.

oca dijo...

Muchas peticiones de principio en el anterior comentario. Por ejemplo: lo que pierde el kirchnerismo, va para Massa. Otra: en cualquier resultado, el kirchnerismo pierde. Tercera: Giustozzi se la juega "después de octubre". Y después nos acusan a los kirchneristas de vivir engañados por nuestro propio
relato... vamos.

Lo que no se entiende con este análisis es por qué, si el declive del kirchnerismo es tan obvio y absoluto, el peronismo da todas las muestras de ir con lista única. Razón: hubo algunos que se avivaron en 2009, después Cristina repuntó y se las cobró caro.

Hay un hecho que este blog no reconoce: el peronismo está conducido por Cristina. Y esto es así porque después de diez años el gobierno sigue dando pelea a nivel electoral. Hay quilombos de todo tipo y sin embargo... Histórico, ¿no?

En algún momento me gustaría discutir (o mejor: escuchar) el planteo ideológico, o político, o el proyecto de Massa. No digo las simpáticas sandeces de gobernar "sin la confrontación al pedo", "de forma superadora" y otros giros gacetilleros a los cuales el autor del blog desciende con excesiva regularidad. Me refiero a, por ejemplo, si hay que devaluar como pide la derecha o no, si hay que aumentar la carga impositiva sobre los ricos o mejor salir a endeudarse y chau, si hay que reprimir la protesta social, etc. Porque hasta ahora solamente leí en este blog especulaciones de tipo electoral, descripciones sobre el heroísmo y la valentía espartana de Massa, pero ni una palabra sobre lo que vulgarmente se llama modelo, proyecto o algo por el estilo. Y creo que este es el déficit nacional de Massa, como así también su déficit para pronunciarse sobre temas nacionales. O sea, ante cada gran tema nacional, Massa dice "es una pelea entre fanáticos" (del mismo modo que un troskista diría "es una pelea entre capitalistas") y se pone como "superador". Perfecto, con la salvedad de que las contradicciones políticas nacionales NUNCA son boludeces que uno pueda desechar sin condenarse al ostracismo. Y otra cosa: la seguridad no es, nunca fue un tema nacional. No se ganan elecciones al PEN con mano dura o blanda. Un saludo.

OMIX dijo...

Anonimo

ningun candidato en el peronismo -que es la unica fuerza que propone candidaturas con esperanzas de llegar al poder- tiene sesgo ideologico antes de asumir
NK es un ejemplo de ello