Es tiempo de hablar de futuro, hilvanar al menos, aunque a más de uno le moleste.
Pertenezco al bando de la política, la antipolítica fue mi enemigo (y el vencedor) durante muchos años. Por eso no me importaron tanto los demas ejes de discusión.
Ese sector (el que se ofrece como garante de la rentabilidad empresarial buitre) hace su juego con una visión realista, del lado de la política parece que a veces entran a jugar preferencias personales que obnubilan.
A mi entender lo que sigue es parte de lo que no debe decirse o es puro autoengaño.
Ayer José Natanson en página12 meneando el cuco el improbable regreso de Duhalde (que solo pone nervioso a la redacción del diario en el que escribe) decía
“Si Duhalde no llega –asume uno de sus incondicionales laderos– puede ser un factor de unión, un catalizador del peronismo.” Hay muchos presidenciables justicialistas que piensan de otro modo. La cultura peronista concede poco espacio a los “grandes electores”, los “king makers” u otro tipo de referencias patriarcales o partidarias. Pragmáticos al mango, los compañeros dirigentes miden con crueldad cuántos votos o qué poderío territorial tiene un potencial rival y ese conteo deja a Duhalde muy atrás.
Un haz de dirigentes se mira al espejo y ve un mejor candidato virtual: Carlos Reutemann, Felipe Solá, Francisco de Narváez, Mario Das Neves, los Rodríguez Saá, los demás socios del club de gobernadores que anduvo por el cincuenta por ciento del padrón hace apenas tres meses.
Este centroizquierda no habla de su temor a una interna peronista que pueda (como regla de juego de una pelotudez llamada democracia interna) poner en peligro su influencia en el poder. Se niega a si misma la pavura y la impotencia pues en esa contundente realidad nada puede hacer para inclinar el fiel de la balanza hacia sus supuestos ideológicos. La interna sería de suyo una claudicación y excelente excusa para no acompañar.
Los puristas se niegan a las internas, por que son impredecibles y por que el mecanismo los deja prisioneros del ganador, aunque no haya sido el candidato que apoyaron. Prefieren que se vayan a disputar. En el fondo es inseguridad y eso no tiene cura.
Del lado de adentro, digo de los peronistas que se sienten cómodos al ser referenciados como "centroizquierda", hay que luchar con ciertos atavismos tan duros de voltear como lo fue Clarín.
Tomás del blog "burbujas con detergente" definía al kirchnerismo como "aprovechamiento de las oportunidades que ofrece la coyuntura", esto me parece punto a favor (sin plan al menos hay voluntad de avanzar a medida que aparecen las oportunidades). Un punto en contra es esa aracterística de Nestor (K) de fragmentar escenarios. En un escenario con diez protagonistas quien junta tres le gana a los que no juntaron a nadie más que su voluntad y a aquellos que cuanto mucho llegaron dos. No midamos, aunque deberíamos, el costo de mantener una sociedad en vilo.
Creo que el tiempo de especular con la fragmentación se ha agotado (el 28J, pudo ser el telegrama de pre-aviso).Asi como va la cosa la dinámica interna del pejota lo lleva hacia una discusión interna que lo va a enriquecer, si no mostramos la disidencia como traiciones. Lo mejor que puede hacer el kirchnerismo si realmente apoya a los calafateños (ahora que fueron derrotados en Sta Cruz y Rio Gallegos) es prepararse para ello.
La interna, a la altura de 2 períodos completos de Presidentes designados a "dedazo", es un imposición insoslayable de la realidad.
Lanzó frasecitas como esta: "ahora hablan de superavit, y como no van a tener superavit cuando se quedan con el 75% de la torta". Algo estuvo adelantando durante la semana, aunque a muchos de los que sacan a relucir este tipo de inquietudes se les responde con fuerza disciplinadora.
Otra frase: "Voy a competir con Kirchner en internas abiertas?, despertó el aplauso largo y sostenido.
La semana pasada abro el diario y me encuentro con esta nota de Crítica en la que José Luis Gioja habla en sintonía respecto a esto de las internas abiertas.
Periodista (Rodo Herrera): Muchos hablan de 2011 y ya están postulando gente. ¿Usted a qué apunta?
Gioja – Como parte de un movimiento político importante de la Argentina, como es el justicialismo, tenemos que hacer muchos esfuerzos para ver cómo elegimos nuestros candidatos. Se debe hacer fijando reglas claras de juego, como las internas abiertas, obligatorias y simultáneas. La idea es que a través de esas reglas el que salga primero conduzca y los demás lo ayuden.La parálisis legislativa, que de alguna manera hay que evitar (con política y no a los empellones) , va a limar más a la oposición que al oficialismo.
Las internas son el punto fuerte del peronismo. Lo revitalizan, es el agua bendita que lo sanaba frente al desrédito del resto de la política. Ellas lo han acercado a las lógicas políticas durante mucho tiempo, a la vez que lo separarón (no mucho, pero lo suficiente) de la dependencia mediática y su distorsiva interferencia.
Por eso fueron el blanco de la demonización.
Esos medios que hoy pierden su posición dominante demonizaron sus prácticas como si fueramos un punto suspendido en el espacio. No hay partido político en el mundo que elija sus candidatos y no utilice nuestras picardías (esto incluye a democratas y republicanos yanquis y PSOE y PP gallegos). Sin embargo las mismas son entendidas por los implicados -y en la medida que no vuelcan el resultado- como como parte del folklore. Pero para jugarla hay que animarse a construir, prueba que debería ser obligatoria para quien quiere postularse a conducir los destinos de un pais. Demostrar que puede enamorar predicadores en cada barrio de la república, que puede entusiasmar hasta hacer sentar miles de fiscales en cada una de las mesas en las que se juegue su destino político. Si no resuta este primer test satisfactorio que abandone, ha demostrado no tener capacidades para llevar a buen puerto la Presidencia de la República.
Esto evitaría interferencias no políticas y restarle un argumento futuro a Jorge Asis (por cierto nunca supe por que Asis solo se redujo a llamar a NK y CFK "el elegidor y la elegida" y nunca oi que les llame "el elegido" a Cobos y "el elegidor" a Magnetto).
En estas internas podríamos innovar haciéndolas solo a Presidente, dejando el lugar vacío para que el vice sea un extrapartidario del frente o el mismo cumpa que salió segundo.
Para terminar dejo la reflexión de Luciano (del blog "desierto de ideas") que le acota al posteo de Gonzalo lo siguiente: "Wainfeld lee a contramano: no percibe que lo que está en baja es la sustancialidad política popular del kirchnerismo; en cambio, se le cae la baba por un fotograma de alianzas superestructurales con el centroizquierda que son pan para hoy y hambre para mañana.
Cuando alguién mete un centrito y cabecea con cierta precisión y hasta mete un gol (como el de esta semana), lo último que puede esperarse que haga es darle bola a lecturas oníricas de la realidad, por que eso puede preparar el escenario del gol en contra, amargura a la que nos hemos acostumbrado.
La italiana Mina en "Fossé vero", "lo sé". Hay una versión en español (2 con la de mercedes Sosa y Valeria Lynch), pero esta me parece insuperable.
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