lunes, 12 de octubre de 2009

dedo o democracia interna (hablemos)

Post acerca de verdades que no deben decirse, mentiras que se camuflan. Silencios que ahogan y matan. Autoengaños y mentiras que repetimos y terminan por ser creídas solo por nosotros.

Es tiempo de hablar de futuro, hilvanar al menos, aunque a más de uno le moleste.

Pertenezco al bando de la política, la antipolítica fue mi enemigo (y el vencedor) durante muchos años. Por eso no me importaron tanto los demas ejes de discusión.

Giustiniani habló ratificando su postura que suena a lacónico "perdón", mientras la telepolítica intenta mostrarse a si misma como que lo está disciplinando , evitando una estampida que la puede dejar sin mulos. Cuida de esta manera a lo que en el futuro puede llegar a ser parte de su tropa, evita el alineamiento con el gobierno, le ofrece el "ni adentro, ni enfrente" que puede utilizar para porotear llegado el momento, por que hay algo seguro: la anti-política no se resigna va a intentar imponerse otra vez.

Ese sector (el que se ofrece como garante de la rentabilidad empresarial buitre) hace su juego con una visión realista, del lado de la política parece que a veces entran a jugar preferencias personales que obnubilan.

A mi entender lo que sigue es parte de lo que no debe decirse o es puro autoengaño.

Ayer José Natanson en página12 meneando el cuco el improbable regreso de Duhalde (que solo pone nervioso a la redacción del diario en el que escribe) decía
“Si Duhalde no llega –asume uno de sus incondicionales laderos– puede ser un factor de unión, un catalizador del peronismo.” Hay muchos presidenciables justicialistas que piensan de otro modo. La cultura peronista concede poco espacio a los “grandes electores”, los “king makers” u otro tipo de referencias patriarcales o partidarias. Pragmáticos al mango, los compañeros dirigentes miden con crueldad cuántos votos o qué poderío territorial tiene un potencial rival y ese conteo deja a Duhalde muy atrás.

Un haz de dirigentes se mira al espejo y ve un mejor candidato virtual: Carlos Reutemann, Felipe Solá, Francisco de Narváez, Mario Das Neves, los Rodríguez Saá, los demás socios del club de gobernadores que anduvo por el cincuenta por ciento del padrón hace apenas tres meses.

Ha sido una constante del centroizquierda empeñarse en mostrar cerca de Duhalde a estos hombres. Objetivamente, están tan lejos del lomense como lo está NK -que es el único que se desmarca como si fueran el agua y el aceite (que no lo son)-. Algunos de los nombrados comparten con Nestor Kirchner el hecho de haber sido candidatos de Duhalde, al menos una vez en sus carreras. otros lo superan a NK desde esta lógica por que sus carreras poco tuvieron que ver con el dedo mágico del bonaerense.

Este centroizquierda no habla de su temor a una interna peronista que pueda (como regla de juego de una pelotudez llamada democracia interna) poner en peligro su influencia en el poder. Se niega a si misma la pavura y la impotencia pues en esa contundente realidad nada puede hacer para inclinar el fiel de la balanza hacia sus supuestos ideológicos. La interna sería de suyo una claudicación y excelente excusa para no acompañar.

Los puristas se niegan a las internas, por que son impredecibles y por que el mecanismo los deja prisioneros del ganador, aunque no haya sido el candidato que apoyaron. Prefieren que se vayan a disputar. En el fondo es inseguridad y eso no tiene cura.

Del lado de adentro, digo de los peronistas que se sienten cómodos al ser referenciados como "centroizquierda", hay que luchar con ciertos atavismos tan duros de voltear como lo fue Clarín.

Tomás del blog "burbujas con detergente" definía al kirchnerismo como "aprovechamiento de las oportunidades que ofrece la coyuntura", esto me parece punto a favor (sin plan al menos hay voluntad de avanzar a medida que aparecen las oportunidades). Un punto en contra es esa aracterística de Nestor (K) de fragmentar escenarios. En un escenario con diez protagonistas quien junta tres le gana a los que no juntaron a nadie más que su voluntad y a aquellos que cuanto mucho llegaron dos. No midamos, aunque deberíamos, el costo de mantener una sociedad en vilo.

Creo que el tiempo de especular con la fragmentación se ha agotado (el 28J, pudo ser el telegrama de pre-aviso).
Asi como va la cosa la dinámica interna del pejota lo lleva hacia una discusión interna que lo va a enriquecer, si no mostramos la disidencia como traiciones. Lo mejor que puede hacer el kirchnerismo si realmente apoya a los calafateños (ahora que fueron derrotados en Sta Cruz y Rio Gallegos) es prepararse para ello.

La interna, a la altura de 2 períodos completos de Presidentes designados a "dedazo", es un imposición insoslayable de la realidad.

De todas maneras ¿porqué fragmentar?, si una interna podría invariablemente desactivar listas que desgranen la oferta de este peronsimo que gobierna desde 2002. Por que darles la excusa, por que ceder una andanada de apoyos y votos en la hipotética segunda vuelta que estará ansiosa de buscar su "pata peronista" para pasar el 50% de los votos.

El sábado anterior a este que pasó, estuve en el centro de comerciantes de Morón, vino Mario Das Neves y la ronda de preguntas se puso linda. Algunas de las respuestas echaron luz a lo que está atrás del escenario. Dejó en claro que acompaña criticamente (contento yo, pesar para los ultraK, pesar para los antik). Sus diferencias: básicamente de modales, de trato, de amigos, habló de la recuperación de la palabra empeñada, habló de la construcción de estado (con estas palabras).

Lanzó frasecitas como esta: "ahora hablan de superavit, y como no van a tener superavit cuando se quedan con el 75% de la torta". Algo estuvo adelantando durante la semana, aunque a muchos de los que sacan a relucir este tipo de inquietudes se les responde con fuerza disciplinadora.

Otra frase: "Voy a competir con Kirchner en internas abiertas?, despertó el aplauso largo y sostenido.

La semana pasada abro el diario y me encuentro con esta nota de Crítica en la que José Luis Gioja habla en sintonía respecto a esto de las internas abiertas.
Periodista (Rodo Herrera): Muchos hablan de 2011 y ya están postulando gente. ¿Usted a qué apunta?
Gioja – Como parte de un movimiento político importante de la Argentina, como es el justicialismo, tenemos que hacer muchos esfuerzos para ver cómo elegimos nuestros candidatos. Se debe hacer fijando reglas claras de juego, como las internas abiertas, obligatorias y simultáneas. La idea es que a través de esas reglas el que salga primero conduzca y los demás lo ayuden.
La parálisis legislativa, que de alguna manera hay que evitar (con política y no a los empellones) , va a limar más a la oposición que al oficialismo.

Las internas son el punto fuerte del peronismo. Lo revitalizan, es el agua bendita que lo sanaba frente al desrédito del resto de la política. Ellas lo han acercado a las lógicas políticas durante mucho tiempo, a la vez que lo separarón (no mucho, pero lo suficiente) de la dependencia mediática y su distorsiva interferencia.

Por eso fueron el blanco de la demonización.

Esos medios que hoy pierden su posición dominante demonizaron sus prácticas como si fueramos un punto suspendido en el espacio. No hay partido político en el mundo que elija sus candidatos y no utilice nuestras picardías (esto incluye a democratas y republicanos yanquis y PSOE y PP gallegos). Sin embargo las mismas son entendidas por los implicados -y en la medida que no vuelcan el resultado- como como parte del folklore. Pero para jugarla hay que animarse a construir, prueba que debería ser obligatoria para quien quiere postularse a conducir los destinos de un pais. Demostrar que puede enamorar predicadores en cada barrio de la república, que puede entusiasmar hasta hacer sentar miles de fiscales en cada una de las mesas en las que se juegue su destino político. Si no resuta este primer test satisfactorio que abandone, ha demostrado no tener capacidades para llevar a buen puerto la Presidencia de la República.

Esto evitaría interferencias no políticas y restarle un argumento futuro a Jorge Asis (por cierto nunca supe por que Asis solo se redujo a llamar a NK y CFK "el elegidor y la elegida" y nunca oi que les llame "el elegido" a Cobos y "el elegidor" a Magnetto).

En estas internas podríamos innovar haciéndolas solo a Presidente, dejando el lugar vacío para que el vice sea un extrapartidario del frente o el mismo cumpa que salió segundo.

Gonzalo del blog la fiesta de Bismarck decía respecto Mario Wainfeld y al kirchnerismo: "mide victorias en términos de bajas enemigas, sin nunca concebir el propio crecimiento, el devenir de "la Mayoría", como el objetivo político primordial." y mas adelante en su posteo sulfila lo que puede hacer la fórmula de la recuperación de apoyo a la gestión, claro si no es pensada como reconstrucción de la imagen y menos aún si se apunta a recomponer la imagen que del gobierno tienen los sectores medios-medios y medios altos como ha sido inclinación (suicida) del kirchnerismo en todos estos años.

Para terminar dejo la reflexión de Luciano (del blog "desierto de ideas") que le acota al posteo de Gonzalo lo siguiente: "Wainfeld lee a contramano: no percibe que lo que está en baja es la sustancialidad política popular del kirchnerismo; en cambio, se le cae la baba por un fotograma de alianzas superestructurales con el centroizquierda que son pan para hoy y hambre para mañana.

Cuando alguién mete un centrito y cabecea con cierta precisión y hasta mete un gol (como el de esta semana), lo último que puede esperarse que haga es darle bola a lecturas oníricas de la realidad, por que eso puede preparar el escenario del gol en contra, amargura a la que nos hemos acostumbrado.


La italiana Mina en "Fossé vero", "lo sé". Hay una versión en español (2 con la de mercedes Sosa y Valeria Lynch), pero esta me parece insuperable.

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