lunes, 2 de noviembre de 2009

Utilización política de la niñez pobre

El vienés Martín "Mordechai" Buber es el autor de la "Flosofía del dialogo".

La narración de Buber es atrapante, nos dice que cuando el hombre abandona su estado de autismo y sale al “encuentro” del mundo, se topa con el “otro”, es entonces que se produce un dialogo que lo perfecciona y lo hace ser. Es hombre es a partir del otro. Pero ese encuentro se produce en una sociedad concreta. En el caso de nuestros nacidos hoy se encuentran en medio de una Argentina con una brecha enorme entre pobres y ricos y con signos evidentes de que hay colosales poderes que se resisten a la redistribución que llevará a la desconcentración de la riqueza.

El capitalismo sin controles (neoliberalismo) creó la idea de que ese encuentro se llevaba a cabo entre dos individuos iguales. A partir de esa distorsión aparece la cadena de distorsiones: el ámbito donde se llava a cabo el encuentro es el mercado y en ese mercado divinizado el acto creador del trabajo se homologa a mercancia. Otra distorsión es pensar que se le asegura a ambos el intercambio de mercaderías equivalentes (dinero por trabajo humano). La estructura jurídico-política -y también mediática- borra y esconde la diferencia que yace debajo de la aparente igualdad de los participes del dialogo.

Antes de este encuentro “aislado” existe algo que es fundamental en cuanto a las relaciones sociales en un sentido más amplio: la superestructura subyacente que informa el modo de relacionarse entre partes demasiado desiguales entre si.

Las diferencias son siderales, son producto de la reposición que operaron en nuestra croqueta valores que no han sido colocados allí sin sentido o por mera casualidad. La ética calvinista que plantea que Dios premia a cada individuo en este mundo según su trabajo, desembocó en una ideología que escondió las diferencias objetivas. “La Ética Protestante y el Espíritu del Capitalismo” de la que hablaba Weber, apunta a un factor importante dentro del desarrollo del capitalismo que es evitar la solidaridad de los explotados, de los expoliados, de los marginados del sistema, por cuanto todo es culpa de su pereza, de su inhabilidad natural o de sus padres que no se sacrificaron por ellos.

También en política esta ética ha calado hondo.

En materia política la pereza innata que quiere institucionalizar la igualdad entre vagos y trabajadores eficientes suele llamarse "sindicato". En Argentina existe un movimiento que le paga a las personas por no trabajar, aun cuando los niveles de desocupación estén por la s nubes, ese es el pensamiento de más de uno. En política la etica calvinista promueve el reconocimiento de los ganadores del sistema y palos para los pperdedores si se quejan. El calvinismo crea los partidos burgueses de derecha e izquierda..

Para los partidos burgueses, la toma del poder significa el fin de su revolución. Por eso menean la cruenta y muy funcional “Revolución permanente” o el “consenso permanente” según el caso.
Para el movimiento nacional es imposible la coexistencia pacífica entre las clases oprimidas y opresoras, la toma del poder es el necesario primer paso. Pero la transformación va siendo condicionada por nuestro pueblo (sus cambios) y la historia, las condiciones de la lucha cambian, por ejemplo antes el peronismo descreía del formalismo democrático, hoy -aunque bastante transgresor- las respeta en líneas generales, la dictadura nos hizo replantearnos el sentido de la democracia y el valor de defenderla. Hoy cuesta sacarse de encima la pobreza, pero hay que respetar ciertos condicionamientos por que eso en lo general hará de la solución un avance más duradero, las revoluciones como la que se dió entre 1943-1950 duran apenas un lustro más. Experiencia le llaman.

Eso no significa que abandonemos los objetivos, tenemos que meternos bien en la cabezas que el peronismo irrumpió en la historía argentina para producir cambios ye imponer el reinado de la justicia social, esta es nuestra razón de ser y para lograr eso hay que confrontar. Aunque tenemos que poner énfasis en que lo que hacemos, lo hacemos por amor, sino quedamos atrapados en el rótulo de "resentidos", con el que se nos ha atacado últimamente.

Releamos unas notas que alguién que sabía escribió hace unos años:

“Es fundamental que nuestros jóvenes comprendan, que deben tener siempre presente en la lucha y en la preparación de la organización que: es imposible la coexistencia pacífica entre las clases oprimidas y opresoras. Nos hemos planteado la tarea fundamental de triunfar sobre los explotadores, aun si ellos están infiltrados en nuestro propio movimiento político.” * Carta de Juan Domingo Perón a la Juventud Peronista, octubre de 196

La semana que pasó se produjo una sintesis admirable. A partir de la firma del decreto de asignación a menores se rompió parte de la trampa tendida por quienes utilizan la pobreza como latiguillo para golpear y extorsionar gobiernos.

La interpretación política de las realidades sociales de la infancia pobre, fueron durante mucho tiempo el escondite de la hipocresía y de la irresponsabilidad social de muchos. Relojear esas interpretaciones permite identificar las autorías políticas y privadas, también, el espacio social desde donde se lanza la propuesta y el proyecto que informa las propuestas.

Siguiendo el hilo del discurso sobre la infancia popular pobre, podemos llegar fácilmente a darnos cuenta que el mismo concluyeen aquellos verdaderos culpales de sostener un regimen de desigualdad social, así podemos señalar con el dedo a los responsables intelectuales y materiales de las situaciones indignantes con las que nos topamos cuando ingresamos en un hogar atacado por la pobreza.

En la Argentina los chicos criados en medio de la pobreza no deben ser criados, también, para la pobreza. Hay que empezar a deconstruir esa cárcel del destino que se ha formado a partir de la conducta social y marginal (tumbera), de los códigos comunicacionales que revelan la rebeldía ante la resignación a su (mala) suerte y de sumisión a las diferencias de origen social que se les propone, a los oficios de la pobreza, a la escuela como comedor, o simple depósito de almas, a las tácticas económicas a las que apelan para subsistir.

A partir de todo ese entramado -que es reivindicado como herencia cultural e identidad popular- es en el que se vertebra en la infancia los rasgos más importantes de su postergación futura.

Dijimos que la interpretación política de las realidades sociales de la infancia, permite rastrear e identificar las autorías políticas y sociales, desde donde se lanzan diagnósticos y propuestas. Las podemos reconocer en las estrategias institucionales –privadas o públicas- las “sociedades protectoras” y “observatorios sociales”, y “programas sociales” de toda laya que el noventismo promovió, como una manera de atenuar los costes sociales del brutal proceso de pauperización y transferencia de ingresos que buscó y consiguió con brutal eficiencia. Son los que no tienen en cuenta que las políticas económicas planteadas vulneraron sistemáticamente (y vulneran aún por cuanto no han sido en su totalidad desarticuladas) los más elementales derechos de esta niñez por las que claman y se escandalizan. Niñez cuyos derechos y futuro vulneran para luego llamarle “vulnerada”, como si el sistema que defienden y que sponsorea cada atril desde el que abogan no tuviese nada que ver en esa vulneración.

La representación de la infancia pobre en el discurso político de los poderosos en gran parte se ha caído con la firma de este decreto. Claro, quedan los huérfanos y los discapacitados, y tantas otras dolorosas realidades con las que la hipocresía social/económica y política aún puede lucrar.

Aún el progresismo ha caído en esa bajeza, lo hace cuando se suma al coro de los que inscriben su ataque en el marco de la “tentativa de utilización clientelar” (pedorrada para consumo de lobotomizados, si las hay) y con ello de desmerecen la medida en general.

Luciano en uno de sus mejores posteos señala con claridad las diferencias entre clientelismo y formas de utilización burguesa de la pobreza

“Uno de los grandes mitos que alienta el establishment intelectual, mediático y político es el del utilitarismo electoralista como exclusiva razón de ser de la estructura partidaria y social justicialista, negando aviesamente la sustancialidad político-institucional (dar cauce allí donde no hay Estado) de ese macizo durante los restantes trescientos sesenta y cuatro días del año.”…

“…la referencia estandarizada prefiere partir de ilusiorias elucubraciones idealizadas que no tiene ningún correlato con la experiencia cotidiana en la que se enfrentan dos confines: el Estado y la sociedad en sus zonas fronterizas. Estado y sociedad marginales: misma idiosincrasia, el socavón donde se amalgaman las mismas identidades. Un espacio aceitoso, sucio y pegajoso al que la política más altruista no quiere descender.”

“La producción política que surge de esa zona oscura no puede entonces abstraerse de los actores, coyunturas y posibilidades que le son propias. Esta cuestión es muy difícil de aceptar por parte de las fuerzas políticas que miran desde afuera.”

“Aceptar la desmesura, las formas violentas de la vida cotidiana, los coqueteos con cierta ilegalidad para llegar a un objetivo legítimo. Entender que los cauces jurídicos en un terreno yermo pueden ser más opresivos de seres humanos o lesivos de derechos que se dicen defender. La acción política desprolija puede ser a veces el acto reparatorio concreto que otros sólo declaman cumplir.”

“En muchos aspectos, la política es acompañar una identidad (no política, sino de los ajetreos de la vida cotidiana) en vez de narrarla, describirla o adaptarla a mi comodidad. Es ese el primer eslabón para una vendimia popular. Pero el macizo justicialista (el bonaerense) debiera dar ahora el paso más arduo: poder disociar defensividad institucional de defensividad política. Mesitas políticas en el conurbano.” .

Apuntes de Doctrina Social de la Iglesia

“En la protección de los derechos individuales se habrá de dar consideración especial a los débiles y los pobres. La gente rica, protegida por sus propios recursos, necesita menos de la tutela pública”.

–Papa León XIII, Rerum Novarum (Sobre la condición de los obreros) (1891), Nº 27

“El Evangelio, al enseñarnos la caridad, nos inculca el respeto privilegiado a los pobres y su situación particular en la sociedad: los más favorecidos deben renunciar a algunos de sus derechos para poner con mayor liberalidad sus bienes al servicio de los demás”.

–Papa Paulo VI, (Octogesima Adveniens) (En ocasión del 80º aniversario de la Encíclica Rerum Novarum) (1971), Nº 23

“El amor preferencial por los pobres, con las decisiones que nos inspira, no puede dejar de abarcar a las inmensas muchedumbres de hambrientos, mendigos, sin techo, sin cuidados médicos y, sobre todo, sin esperanza de un futuro mejor”.

–Papa Juan Pablo II, Sollicitudo Rei Socialis (Sobre la preocupación social) (1987), Nº 42


Como en el post anterior no se vió el video reproduzco este que es casi el mismo, al menos la música lo es, pero sin las bellas imagenes
Vieux Farka Touré en su reconocidisimo "Fafa", al que los críticos musicales comparan por sus "reverberaciones originales" a "Layla" de Eric Clapton.
Ojo que nuestro oido está entrenado para captar determinada música (yanqui, inglesa, francesa, portuguesa y la nuestra por supuesto) pero si nos abrimos un poco encontraremos en esta interpretación un buen, muy buen tema de esos que hacen época.

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