Kirchner será parte de lo nuevo?

Un dia de mierda y Ezequiel Meler escribe párrafos que a uno lo dejan pensando por demas,

La población ha premiado ya la conducción de la economía -varias veces, de hecho- en aquellos tiempos difíciles. Hoy, naturalmente, los planteos son otros.
El año que viene, el kirchnerismo enfrentará un mapa complicado, que, de no mediar cambios estratégicos, sigue siéndole adverso. Sus desempeños del orden del 10 al 15% en la región centro – litoral hacen difícil pensar en una victoria nacional. La complejidad del déficit político -déficit de discurso, de candidatos, de referentes, de propuestas y de praxis- se nota especialmente en la PBA, cuyo resultado hoy incierto bien podría retrotraer al peronismo al escenario de diciembre del 83.
Si se señala, incluso reiteradamente, estas falencias, no se trata de una acción destinada a tirar sal en las heridas, sino a pensar un poquito más allá de la pobreza opositora, y percibir aquella que nos es propia. Encerrados en agendas propias de minorías iluminadas, vamos derecho al diagnóstico autocompasivo -vg: “estamos a la izquierda de la sociedad”, “no nos comprendieron”, “ganaron los noventa”, “la población votó a la derecha”, etc.- que no hacen sentido por sí mismas y encubren mal el hecho de que no estamos mereciendo que nos voten por nuestros propios méritos, sea porque no los tenemos, sea porque no los mostramos. Cultivar minorías intensas tiene este costado difícil: uno puede terminar creyendo que con esas minorías alcanza, y renegar así de la vocación de mayoría. En democracia, eso equivale al suicidio. Para seguir, si existe la voluntad de seguir, hay que cambiar.

Coincido y como no hago (no hacemos Eze) seguidismo, me desgasto en oraciones laicas rogando por que Nestor Kirchner entienda de una buena vez que es preferible ser parte de lo nuevo a quedar como el último de los viejos. Como Menem y Duhalde cada uno en su momento y en su pretensión por seguir imponiendo una conducción contranatura, pero que no se malentienda, no es por la conducción, sino por que prefiero creer que hay "idea de pais" para rato y que lo que huele a agotado es la conducción hermética, concentrada en pocas manos.

Horacio Verbitsky por dar solo un ejemplo, cierra el copete de su insufrible nota con este párrafo que pego a continuación, que asi como sirve para endilgarle a una cúpula eclesial el carecer de contacto con base alguna es un bumerang que se vuelve hacía la centro-izquierda vernácula y especialmente a sus escribas e ideologos que solo tienen contactos con élites.

H. V. dixit

"La Iglesia Católica aprendió que su relación con las elites no equivale a inserción social y que haría mejor en bajar su dedo admonitor."

Guardé silencio en estas semanas por el matrimonio igualitario y creo que se debe a que el kirchnerismo trata a los no discuten el avance concreto, como funcionales al enemigo. Práctica que en los resultados, hace agua de hace rato. Pretenden todavía que discursetes de circunstancias sean respetados como dogmas.

Me parece que esto había votarlo sin tanta alharaca simplemente por que es un escalón hacia arriba y punto.

Para la lucha de las mayorías, esto es una gota en el océano y a buena hora que se haya dado, pero hacerse cargo de este punto no suma para dar vuelta la relación de fuerzas (ya se que es una cuestión de convicción).

Lo digo por que cuando uno se embarca en algo tiene que sacar muchas cuentas. Las cuentas hay que sacarles por que, tarde o temprano- llega el tiempo electoral o una gran puja y tenemos que aguantar derrota y /o retroceso. O en todo caso ir a mendigar votos de tipos que puteamos.

Se sigue comunicando que se trabaja pensando para minorías. Ojo que se percibe, ya se lo de los millones de jubilados y bla, bla.

Se trabaja sobre principios morales renovadores como en este caso, pero se sigue muy sospechado en otros, el stablishment comunica que esto es solo cortina de humo para tapar aquello que no puede mostrarse.

Da la sensación que se trabaja para la retirada. Se votan leyes de este tipo para crear el “sujeto social” que te haga el aguante cuando estás en el llano, cuando vengan degollando. Si esa fuera la finalidad tampoco estamos ante una táctica eficaz. Los “Fernando Peña” -el contra de cualquier minoría-, esos no nos van a hacer el aguante nunca.

Acá gastamos un montón de fichas, para conseguir un objetivo menor en la escala.

Empezamos haciendo anticlericalismo al pedo. Eso había que dejarlo para instancias más elevadads de la lucha, tal vez pase que se pensó esto como el último esfuerzo.

A ver si me explico. Si tengo que hacer un acuerdo con Iran por que me tira tecnología, fierros o petrodolares, lo hago y se quien va a saltar (pongámosle que los USA e Israeliés y las comunidades y sectores allegados a estos, me putean y sigo para adelant, la pelea es sacarlo. Acá nos tragamos el caramelito de la “batalla cultural” y de las “minorías intensas”. Lo hago, procedo, voto lo que tengo que votar, apruebo acuerdos, desde la base de mi libertad para hacerlo, pero no hago ni antinorteamericanismo al pedo, tampoco tomo “Mi Lucha” y recito la necesidad de terminar con la cuestíón judía dandole una solución final.

Quedan batallas más complejas y ya gastamos todos los argumentos, cerramos (o al menos complicamos) la escalada para obtener más triunfos relevantes al peronismo que le toque gobernar.

Nos quedan las hermanas pobres abortadas en condiciones que ponen en riesgo sus vidas. Debimos pensar antes en ellas, digo antes de dejar a cavérnicolas ideologicos ser voceros de esta lucha o al menos ponerle el relleno a esta empanada.

Alguien hace poco me contaba algo que seguramente leyó por ahi, pero para lo que quiero expresar viene como anillo al dedo.

Goethe coloca a su Fausto en un apuro, en el mismo momento en que está pactando con el diablo, sellando el acuerdo, un perro que andaba en el lugar lo muerde, y simultaneamente piensa en las dos cosas en el mismo nivel de urgencia, cerrar el pacto en el que entrega su alma y decirle cucha para que el cuzco no se ensañe con su pierna.

En la política, es inevitable y posible hacer varias cosas a la vez. Hay niveles, prioridades, pero por hacer algo no hay que detener todo (como lo que vimos que pasó con la gestión durante el conflicto R125).

Es decir, no digo que había que no tocar este tema y avanzar (matrimonio, aunque habría que cambiarle el nombre a la institución en todo caso, por que la etimología lo deja pegado a la procreación hombre-mujer). Si decidimos avanzar por ahi, lo hacemos. No hay que dudar.

Pero repito el ejemplo (aunque nunca más inoportuno que hoy), si tenemos que hacer un acuerdo con Iran, lo hacemos, pero si la comunidad judía salta, a mi no se me ocurre echar mano de conceptos “goebellianos”.

Aqui, sabíamos que iba a saltar la iglesia. No puede hacerse la boluda. Pero innecesariamente -en términos de prudencia política- tensamos la cuerda en busca del necesario (para el centroizquierda) enemigo para obtener una victoria y ganarle a alguien: la superioridad católica, en este caso. Es el kircbhnerismo el que necesita una victoria cadad tanto, el ideal de pais puede continuar sin esos desgastes. Y ahi echamos manos de conceptos perimidos, que si el propio Marx hubiese vivido 20 años más, los revisaba. Es decir, nos desgastamos mucho, en pos de un objetivo político menor (no hablo del matrimonio) que no es otra cosa que dejar bien en claro que Nestor la tiene más larga.

Encima gastamos todos los argumentos.

Ademas. si ganamos, ¿a quien le ganamos?: a la Iglesia. Les aclaro que a la Iglesia le ganaron todos los gobiernos conservadores de la Argentina, hasta Rivadavia le ganó. No vamos a ser progres por ganarles a estos hombrecillos con sotanas.

Encima, algunos gerontes aprovecharon para vengarse de enfrentamientos de hace decadas y con ese anticlericalismo al pedo pensamos que ganamos una supuesta “batalla cultural”.

Fuimos p’atras en ese aspecto, no lo duden.

Desde hace 3 años (y no por exclusiva culpa de CFK) el sector viene p’atrás.

PD. para blogueros: el editorial de Verbitsky me hizo acordar demasiado a un posteo de Tomás (burbujascondeterbgente) titulado "Matar al padre" y el final a este otro de Dante Palma.