intervención provincial y ajuste, daño colateral

La intervención al pejota provincial y a la provincia necesita seguir con sus tres patas (los patagónicos de Olivos, los porteños en la casa de gobierno de La Plata y la CGT)

El 15 de diciembre, frente a un estadio de Huracán frenético, Moyano desgarró las frases más furiosas contra Cristina de Kirchner aunque sin nombrarla: no sólo repitió su menú de reclamos sectoriales sino que inauguró las objeciones políticas.

A la distancia, en el PJ y en parte de los gremios se interpretó como un error aquella ráfaga del camionero porque se malquistó con los jefes del peronismo y forzó, además, reposicionamientos -en desmedro de su poderío- en el planeta sindical.

El impacto de su renuncia (al consejo nacional del pejota) duró un par de horas pero nunca la efectivizó. Scioli, ahora, le pide que revise su decisión: le ofrece una atajo para que trate de desandar el camino de belicosidades con el Gobierno.

Argumentó su postura en que el jefe de la CGT debe estar involucrado en las cuestiones partidarias, sobre todo -según trascendió- cuando se trata de un gobierno «peronista». El planteo de Scioli es, hasta donde trascendió ayer, una iniciativa personal. Es decir: no existieron consultas con la Casa Rosada ni tampoco con el jefe de la CGT. Es más: a pesar de que en al menos dos ocasiones Moyano planificó un encuentro con Scioli, las citas se frustraron por determinación, a último momento, del gobernador.

Pero Moyano es impredecible. 

Pablo Ibañez en: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=621260

A las ya conocidas dificultades de reconstruir el equipo original de interventores se suma esto que apuntaba ayer Marisa alvarez

ES LA ECONOMIA

Mientras tanto, en el plano económico y financiero, hubo en la última semana nuevas señales de un futuro tan cercano como complicado. Los dos gremios docentes de peso de la Provincia -uno de ellos, filokirchnerista- salieron a romper el clima de vacaciones anticipando que en las negociaciones salariales, que comenzarán recién a mediados de febrero, reclamarán un aumento superior al 25%. Un número que enciende obvias luces rojas en un gobierno nacional que sugiere un piso del 18% y una administración provincial que aspiraría a que los ajustes de sueldos no pasaran este año del 15%. En el gabinete de Daniel Scioli tienen en cuenta que, además, el incremento que se fije para los docentes funciona como parámetro para el resto de los estatales.

MUNICIPIOS AL ROJO

En las comunas también comenzaron a encenderse luces de alarma. Los aumentos de las tasas municipales generan quejas y malestar en los vecinos, mientras los reclamos salariales de sus empleados van ganando temperatura y en algunos distritos se traducen en paros y campamentos frente a las intendencias. Y en ese paisaje de tensiones, los jefes comunales ya recibieron señales de "malestar" de la Casa Rosada, que no quiere que los aumentos que comenzarán a sentirse en los servicios básicos en las próximas semanas, por la quita de los subsidios nacionales, lleguen para ser la gota que rebalse el vaso en una sociedad que ya está padeciendo los ajustes hacia arriba de, por ejemplo -y entre tantos incrementos de precios de bienes y servicios privados que se registran todo el tiempo- las tasas municipales. Por lo pronto, en la Provincia, antes que la quita de los subsidios impacte de lleno en los servicios públicos, llegarán las boletas "ajustadas" del impuesto Inmobiliario. 

http://www.eldia.com.ar/catalogo/20120122/recuerdos-del-futuro-version-opinion17.htm

Moyano ve que el salario puede ser la variable de ajuste de la economía y no lo convencen los relatos, si se da eso habrá sido un traidor para los suyos. Si no se da, puede quedar mal parado, prefiere dar pelea y no arriesgarse a ser Judas y que el confederal de la CGT, alguno que quiera pasar a la historia le diga "lo que tengas que hacer, hazlo pronto Hugo".


Mario Wainfeld explica hoy que el gobierno ha decidido no ajustar a los niveles de bajos ingresos pero que si eso finalmente  sucede será clasificado como "daño colateral":

la idea fuerza del Gobierno es reacomodar las variables económicas sin renunciar al “modelo”, ni al “rumbo”. Con mayor gradualismo, una novedad que es más sencillo enunciar que poner en práctica. La denuncia de sobreprecios del gasoil, telecomandada desde Olivos por Cristina, es una señal en ese sentido. El objetivo es moderar un gasto superfluo y abusivo, no para “ajustar” sino, precisamente, para reducir el nivel de los subsidios. La poda para usuarios domiciliarios de servicios públicos marcha tranqui, lejos de las profecías apocalípticas y también marcando diferencias con la praxis de los últimos años.
Las convenciones colectivas, una poliarquía en acción, son un desafío mayor para la táctica del Gobierno.
Palabras y cifras: En la Casa Rosada y zonas de influencia no se mencionará el mandato “hay que bajar la nominatividad” (acuñado por el economista Miguel Bein). Ni se aludirá en público al 18 por ciento (u otro guarismo) como tope para las negociaciones salariales. Pero la cifra se menea en paliques reservados con gremialistas y la Presidenta tiene el propósito de inducir una merma en remarcaciones de todo tipo, anche en las paritarias.
Cristina sí expresó en más de un discurso que, en una etapa de progreso de la clase trabajadora, es razonable (re)adecuar los reclamos a las circunstancias. Eso quieren subrayar Boudou y el ministro del Interior, Florencio Randazzo, cuando piden “racionalidad” en las paritarias. “Racionalidad” es, traducido a garbanzos, no repetir los acuerdos (mayoritariamente) alcistas de 2011. http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-185979-2012-01-22.html

Año muy complicado para el tandem que integra la intervención solapada de la provincia de Buenos Aires y el pejota provincial.