Lucas Carrasco hace como el mecánico cuando uno le lleva el auto porque viene escuchando uno de esos ruiditos indescriptibles, propone alternativas hipotéticas
Quedó, el kirchnerismo, como auto representación, parado, solo, en el escenario político... Por... la persistencia de su liderazgo. Y de su enunciado. Y de sus narraciones. ¿Y si eso, ese suelo, se estuviera horadando? ¿Si requiriera un service? Quién sabe, entonces, cuál olfato predominará: si el instinto de supervivencia o el de adaptación.
Tres movimientos en el tablero político:
1) La decisión de defender a Boudou, aún cuando no hay explicaciones claras, bajo argumentos tremendistas que corren, peligrosamente, los límites de las cosas simbólicas. Cuidado, quizás no pase, ahora, a mayores, pero esos movimientos tienen siempre el riesgo inherente de que estallan en las cabezas que se obligaron a aceptar cualquier cosa. Pero el punto no es Boudou, cuya suerte polìtica sólo importa en el Palacio. El punto es la tragedia de Once. La rapidez para el procesamiento, las rutas inválidas, los archivos rotos, los residuos de una tecnología cuyo fin tienta a frenarse a pensar.
2) La recuperación de la clase política, herida, como clase -en el sentido sociológico de subclase de la clase dirigente, subproducto de élites- hasta muy entrado el proceso kirchnerista, quizás hasta hace meses, implica el retorno de la lucha por lo pequeño. Y cierto estancamiento en la eficacia de las consignas inaugurales.
3) La continuidad de sentido, como radicalización de la mismidad, al interior del nuevo dispositivo kirchnerista, más puro, gradualizado de "lo viejo" a límites arriesgados. Yo por supuesto acompaño con entusiasmo ese desplazamiento, que además, había, en mi mente, aspirado. Pero no por eso hay que dejar de señalar la apuesta audaz, que como todo, puede salir mal. El acto del kirchnerismo radicalizado, en Vélez, mostró su fortaleza, la recuperación de la iniciativa, las ganas del porvenir, su vitalidad como novedad viejísima. También sus límites a la reflexión y la crítica, las estrecheces de precisiones, pero un diálogo intergeneracional que promete, que recurre, a su explicación, al uso de lenguajes viejos, pero que tampoco acotan lo que se expresa en potencia.
Este texto por su importancia y aporte al conocimiento del ombligo kirchnerista (muy analizado por los mismos kirchneristas) ha sido traducido a varios idiomas y musicalizado, aqui presentamos una versión blues que canta el mismísimo descendiente del supremo entrerriano con efecto cascada y todo
3 comentarios:
El blues nació en Malí hermano, es africano
Ups, desapareció tu comentario
SIEMPRE ME ACUERDO DE DALMIRO SANZ CUANDO LEO A CARRASCO POR AQUELLA DEFINICION DE "ES UN IDIOTA GENIAL..."
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