Daniel, mariscal designado

Scioli parece ser el candidato obligado del kichnerismo en 2015 desde hace dos años y aunque eso huela demasiado a derrota anticipada el sigue para adelante porque, se sabe, es todo fe y optimismo.

En el plano estrictamente político, el balance del 2013 tiene como puntos salientes la segunda derrota del kirchnerismo en el distrito bonaerense desde que llegó a la Casa Rosada, y la victoria de Sergio Massa. Resultados que marcarán las estrategias que desarrollarán los principales candidatos por la carrera presidencial del 2015 durante el “año de transición”. Reafirmada y rejuramentada su pertenencia al peronismo oficialista, Scioli trabajará en afianzar su vinculación con el resto de los gobernadores en busca de terminar siendo el candidato de ese espacio. Termina el 2013 sabiendo, con todo, que por ahora no es el elegido de la Rosada, que claramente intenta promocionar para esa postulación, cediéndole para ello el sillón de jefe de Gabinete, a Jorge Capitanich, aunque más de un observador considere que las pocas semanas que el chaqueño lleva en ese cargo alcanzaron par dinamitar esa jugada. Massa dedicará el año a generar una estructura propia en el interior del país, y a profundizar sus críticas al gobierno nacional en los temas que, según el hombre de Tigre, “preocupan a la gente”. Y Mauricio Macri, en el marco de su aspiración presidencial, no esperó a que terminara el 2013 para empezar a instalar un candidato a gobernador bonaerense -en principio, candidata, María Eugenia Vidal-, de modo de ir haciendo pie en el distrito electoralmente decisivo. (Marisa Alvarez)

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El sciolismo repasa una vez mas la idea providencial que parece haber servido para explicar la incursión en política del ex motonauta desde que que perdió su brazo en el rio. Sabe que de ese accidente se salvan pocos y se preguntaba obsesivamente ¿para que habrá querido salvarme el patrón de Bergoglio?. Cualquier otro pensaría que lo hizo para que pudiese leer este blog o para hacer ondear los colores de su bandera bien altos o para que pueda comerse un Jesus de chocolate de esos que vende la tienda de dulces de Zerelda Lee, pero el diablo metió la cola y danielito a estas alturas está convencido de que fue para otra cosa. 

Tratando de ocultar que al porteño -ahora bonaerense por imposición de la oportunidad- le sobra ambición, una narrativa falta de humildad cerró el circulo concluye en que no podía ser para otra cosa que no fuese gobernar el pais. Siempre me pareció cuentito riojano, si al cerrar los ojos veo al gran Carlos (el político pícaro y creativo y no al neoliberal, si es que pueden separarse, claro) soplarle al oído que está predestinado (una idea providencial muy musulmana, fiel a las tradiciones en las que Menem se crió) a sentarse en el sillón de Rivadavia aunque nunca el extraterritorial gobernador de la Provincia de Buenos Aires se haya  preguntado para que.

Hoy la idea providencial atada al kirchnerismo parece condenarlo a la derrota pero el seguirá con fe y optimismo seguro que hay una fuerza sobrenatural que lo guía hacia Balcarce 50. 

El punto ciego de la idea providencial es el preciso momento en que dejó de buscar el brazo para salvar su vida, quiere decir que su tendencia intima es abandonar lo imposible cuando es evidente que lo es para continuar con lo posible. Por el antecedente es probable que en los próximos meses lo veamos buscando salvar su proyecto presidencial diferenciándose terminalmente del kirchnerismo, mas tarde si esto no le funciona será candidato a Jefe de Gobierno de CABA.