Pomelo: ¡Volvió una noche!...

Entre las declaraciones de no golpe en Honduras de De Narvaez y los exabruptos de Lilita, van y vienen las boludeces de los políticos que intentan a golpes de efecto recuperar el protagonismo que las corporaciones a través de los multimedios les dan hasta el mismisimo dia en que los terminan de usar para extorsionar a algún gobierno, en este caso pasadas 48 hs del 28 de junio. Pero por más que se esfuerzan los hermanos Silvia y Guido Süller ganan ampliamente como lista única de partido testimonial en interna abierta y simúltanea en la lucha del minuto a minuto televisivo.

Esos últimos meses antes de las elecciones en los que hay que quebrar tendencias para evitar que la elección en si misma sea, al final de cuentas, un trámite de confirmación de resultados anunciados previamente, justifican que los políticos se pongan plumas y salgan como las vedettes al comienzo del verano a iniciar una guerra.

Después de las elecciones en las que se manifestó una voluntad de cambio de formas a un gobierno y al percibir que se ensaya ese rumbo no soportan la "minimización" y que la gente no les preste atención, para colmo terminó Gran Cuñado y ahora se dedican a ir a programas cuyo "rating" es menor que el porcentaje de retenciones que propone la Mesa de Enlace. Hay de todo, como en botica, las formas de hacerse ver de estos políticos dan pena como los participantes de los reality's cuando se les terminó el programa.

Esa necesidad de ser reconocidos (de no perderse en la multitud), en algunos casos los hace aceptar serlo por poco ingeniosos, por faltos de talentos si eso construye un personaje mediático atractivo, simpático. Nunca justifica que se dejan humillar, que aceptan hacer el ridículo, por el ridiculo mismo, hay quienes aceptan ser blanco de la sorna, esos caras de piedras que por 15 minutos de una cuestionable fama aceptarían entregar su alma al diablo.

Y algunos vieron que hay re lanzamientos, que los bandazos que les iban a traer militancia a raudales no se produjeron, algunos vieron que más allá de sus palabras que incitan a soñar van a tener que trabajar bastante y dedicarles bastante tiempo para construir un partidito cuyo destino será testimonial si no se suma a las grandes mayorías y aceptan sus formas, sus modos, sus estructuras y sus hombres.

Se quedan con la ñata contra el vidrio esperando que al fin se produzca el milagro de la explosión del centroizquierda peronista y esta por el contrario saca fuerza del infortunio y se apresta a organizarse para seguir dando batalla. Y entonces observan azorados como el ejército que pronosticaban en estampida y disolución se está realineando y no aguantan, se sacan y parlotean cualquier cosa con tal de que se los vea una vez más.

Vuelven con las mismas fórmulas gastadas a evitar que alguno de los suyos se enamore del discurso bosquejado y quiera ser parte alguna vez de una mayoría y se le vaya. Se abalanza sobre su equipito posesivamente, inseguro como perro orina todos los postes que encuentra, marca un territorio que lleva la marca indeleble de su perfil (solo el suyo)
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En tiempos de construcción ¿Quien está de regreso en las pantallas?

Empieza por acentuar sus diferencias según el manual del marketing político que lo hace "correcto", diciendo "por culpa de esos, yo nunca voy a estar alli".

Y el personaje en cuestión -copmo dice el tango- ¡Volvió una noche! con el mismo mensaje anti-construcción pero políticamente correcto para... bueno, ahi no me meto, Uds dirán para quién.


Hacer click aqui y verán que ya no explica la performance ahora tira veneno y recita sus mejores lugares comunes.