sábado, 13 de noviembre de 2010

elogio a Jaroslavsky y reflexiones sobre el presente

La necesaria negociación es madurez, signo de otro momento con otros actores o tal vez sin un actor que supo ser el eje del bien y del mal según en que vereda uno se paraba.

La falta de autoridad presidencial -producto de múltiples causas- que eclosionó violenta y peligrosamente durante el tsunami de 2001/2002 obligó a Nestor Kirchner a sobreactuar la gestualidad del poder para recuperarla. Tenía a cada paso que dejar bien en claro que el "la tenía más larga", que nada se le discutía, que nada se le negociaba desde ninguna corporación incluso la política de donde provenía.

Lo que se vive hoy en el congreso no surgió por generación espontánea. Cuando uno se pone en hincha asegura que los opositores son unos nabos o unos hijueputas que traban todo. Al igual que con la onflación se estira el hilo todo lo que se pueda, pero en algún momento hay que empezar a sincerarla.

El necesario paso de una política en la que el eje era el enorme poder de algunos medios de comunciación de catapultarte para arriba o expulsarte, a otra con el centro en la política misma causó desfasajes. Uno de los actores principales de esta vuelta a la política, el propio Nestor Kirchner, inercialmente siguió con los parámetros de la anterior etapa y le dió a la pelea contra un monopolio mediatico más entidad de la que para e pueblo tiene. NK se crió politicamente durante la etapa en que había que hacer plata o cuidar mucho su relación con los medios para que te encumbren y eso es un lastre que no se quita en un minuto, aunque uno sea el que lidera el combate contra esos mismos medios voraces de poder.

El gobernador de Buenos Aires en el congreso provincia casi nunca cuenta con una mayoría favorable, es mas debe hacer mas de una decada que sus huestes son minoría o no existen, sin embargo la política se arregla para que no le falten herramientas para llevar adelante su programa. Estoy seguro que al presupuesto se lo han votado, año tras año izquierdas y derechas, radicales y peronistas discolos.

Las mayorías se construyen, los quorum se consiguen con paciencia y habilidad de orfebres, pero existe una regla de oro: "nunca, pero nunca, se deja al contrincante, al opositor, como un boludo" por que eso no se perdona.

El bloque opositor debe mostrarse oponiendose, pero el que necesita que no se rompan vasos de comunicación es el oficialismo. Cuando tenés mayorías debés pensar en guardar favores para cuando no las tengas, salvo que pienses en reproducir un esquema provincial donde no dejaste nada en pie y todos reconocen que la tenés más larga. Siempre el que gobierna la tiene más larga, a la cantidad de votos que sacó y por eso está donde está y a la posibilidad de armar acuerdos, pero solo un problema en tu bocho hace que tengas que exhibirte como si fuses lo más de lo más.

Jaroslavsky transaba con el demonio?

Por supuesto que no, hacía política con visión de largo plazo. Jarolavsky devolvía favores que le hicieron a el y a la vez le devolvian que el hizo cuando el alfonsinismo era hegemonico en el concierto del sistema de partidos en Argentina.

La demonización del Pacto de Olivos siempre me pareció una soberana estupidez, se consagraron derechos que de otra manera quedaban excluidos por muchos tiempo. A cambio de que? de votar la reelección de Menem, y si... un costo tuvo. ¡Pero fue un costo importante o un costo menor el que se pagó?

Para este humilde escriba fue un costo absolutamente menor.

Todo es cuestión de entender cuales eran las contradicciones de primer orden y las ordenes subalternos a este.

El problema no era Menem, el problema era el neoliberalismo cuyos postulados ni la sociedad ni la partodocracia argenta ponía en duda en 1994. Fuera Menem en 1995, fuera un candidato del riñosn del menemismo si se impedía la reelección del riojano o si fuera un candidato del radicalismo (y no había mas fuerzas con posibilidades de llegar) todo concluiría en observar fielmente las políticas de ajuste, de achicamiento del estado, de defensa de una convertibilidad carísima en términos de sostenerla con desigualdad y solo para que por unas pocas lucas algunos viajen a Miami o a Cuba según la ideología de viajante clase turista, del copamiento del mercado de todos los nichos posibles, del capitalismo sin frenos, de acrecentar la brecha pobres-ricos, de la ganancia sin limites y todo eso no se detenía con la no reelección de un tipo, como se comprobó en los dos años de gobierno de la alianza radical-frepasista que venía a cambiar todo.

Chacho no se quebraba ni doblaba, con errores y aciertos hacía política. Pero ojo que Chacho hubiese hecho lo mismo que Carrió si recibía destrato. La intransigenica carriotista tuvo su momento de gloria durante unos meses nomas, su socio Hector Magneto complacido, pero el resto del elenco político quiere hacer política.

¿Desde el gobierno de Cristina Fernandez le daran las señales suficientes como para que estos aflojen del todo o seguiran jugando al "yo la tengo más larga, que te quede claro"?.

O.b

PD: Copio dos links a muy buenos posteos, mucho más importantes que este que acaban de leer
La negociación política
Somos el partido del poder

1 comentario:

Anónimo dijo...

Así quedamos los argentinos con camarillas como las del chacho jaroslavsky y demases, perdiendo el tiempo a lo pavote cuando hay tanto para hacer en este país.
Y las generaciones van pasando
Lo que pasa, y acá sí lo levanto a jaroslavsky y a quien quieras, que la gente de la vieja guardia era mas política integralmente. Dentro de todo la cuestión tenía una lógica, un código, algún prurito de guardar ciertos contenidos y eso no es poco. Después devino la BERRETIZACION