Provincia de Buenos Aiiiiiiires

Scioli abrió las jornadas de los foros de seguridad que planteó Mariotto para reunir a quienes desde derecha o izquierda van a golpear las políticas publicas del ministro de seguridad Casal (click aqui). Entre ellos y muy activos se los ve a los miembros de "Nuevo Encuentro" que entre otras cosas y de la mano de Gastón Harispe están hablando en cooperativas, planes, etc para persuadir que les firmen planillitas cuyo encabezado es "Chau Casal", tal parece que hay un movimiento paralelo entre jóvenes -y no tanto- kirchneristas para iluminar ignorantes, como si el que firma supiese quien es Casal, Sain, Juanjo Alvarez o Arslanian. El que firma (y también el que no lo hace) no quiere puteríos ni luchas por un escritorio; exige ideas, acción, soluciones y no "movidas".

Nuevo Encuentro actúa así como un brazo de la embestida kirchnerista para evitar que Scioli arranque una campaña que puede generar olas de espectativas que aporten al gobernador un creciente poder simbólico dentro del pejota en detrimento inversamente proporcional al poder que se le escapará a la Presidenta en ejercicio.

Para los bonaerenses y peronistas  el match entre sciolismo/kirchnerismo solo adelanta el tiempo en el que el esposo de la Rabollini dejé de sufrir su destierro abandonando "la Nata" para volver a caminar las calles del Abasto.

Las luchas internas entre la intervención provincial (los porteños que acompañan a Scioli y los hombres que responden al clan patagónico que alquila en Olivos) nos muestran un patético panorama en medio de sintonias finas y números en rojo que en cualquier momento nos explotan en la cara y cuyo primer síntoma visible es el pago con "patacones" (bonos) a los proveedores provinciales.

No es de tremendista decir respecto a la provincia que lo peor llegó y si lo hizo es para quedarse. El manejo en manos no bonaerenses iba a acarrearnos tarde o temprano un desastre. Mientras tanto sigamos hablando de "profundizar" pero eso si, "con optimismo, siempre para adelante".