"The Thrill Is Gone"

La ilusión se ha ido, hay que explorar.

Luciano Chiconi inicia así su nota dominical.

El fin de una etapa distribucionista basada en el consumo y el precio de las exportaciones de materias primas como motores exclusivos de la economía latinoamericana está obligando a los países de la región a proyectar cambios de estrategia en la trama continental que se relacionan también con coyunturas internas que no tienen la holgura distributiva que caracterizó a la última década.

El escrito chiconiano está libre de antinorteamericanismo, ese vicio burgués argento, que campeaba ya con la generación del '80  haciendo la del tero, mientras se entregaba a la rubia Albión le ahorraba trabajo a su amo manteniendo a raya al competidor yanqui,

El antinorteamericanismo bobo fue defecto que compartieron siempre las patrias liberal, conservadora y PCtera. Ocultar al amo fue la especialidad de la intelligentzia nativa y en eso la bronca a lo yanqui calzaba como anillo al dedo.

El posteo va en respuesta elevada a quienes esta semana se prendieron a formar la idea de la creación de condiciones de entrega al gendarme norteamericano por parte del Frente Renovador  con afirmaciones como esta: "Este Massa pos-elecciones no quiere conservar “lo bueno” ni de Argentina ni de Sudamérica y lo dice".

Luciano dixit:

Los liderazgos políticos que aparecen en la región no pueden abstraerse de estos cambios, so pena de que otro “arregle” antes que ellos.

En ese contexto pueden ser leídas las declaraciones de Massa en EEUU:

1) Planteó galvanizar la bilateral de Argentina con ese país y los del bloque europeo...

2) Dijo que Argentina debe ser, desde el Mercosur, el puente hacia la Alianza del Pacifico...  Como se ve, y más allá de lo que declaren políticamente, los países de la región empiezan a poner los huevos en varias canastas.

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Un “puente” a la AP podría significar la exploración de ventajas comparativas dentro de la región que hagan mas autosuficiente el comercio y la inversión en algunos rubros sin acudir a otros bloques continentales, y podría ser un revulsivo para el Mercosur. 

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En el juego (relativo) de las “rupturas y continuidades”, Massa introdujo en EEUU ciertas dosis “continuistas” en dialecto propio; el kirchnerismo plantea ese juego en su dialecto y con las normas de un consenso que ya está amortizado. En la zona de la representación a crear, parecen dos idiomas diferentes.

Quizás algunos no alcancen a entender que la autonomía heterodoxa en materia de política internacional tiene estas cosas, no te podés quedar quieto y tenés que sorprender.

Completo en: http://desiertodeideas.blogspot.com.ar/2014/03/back-in-usa.html