No quiero entrar en polémica respecto a mis convicciones sobre DDHH, lo que voy a dar como ejemplo, lo doy por que pertenece a mi experiencia de vida y no por que quiera atacar a un colectivo determinado.
En los noventa se dio el fenómeno político de Fernandez Meijide, que era arrasador y si no pregúntenle a Chiche Duhalde.
Meijide estaba para todo, podía ser senadora, diputada, gobernadora, presidente según sus partidarios, mientras que a los peronistas nos preocupaba, por que era exitosa electoralmente y eso la podía llevar a un lugar altísimo de decisión donde se jugara la suerte de todos los argentinos o buena parte de ellos. Idoneidad y capacidad para estar en política le sobraban, pero a mi entender para gobernadora de Buenos Aires y ni que hablar para Presidenta, le faltaba. Puedo equivocarme, quizás la juzgué mal, pero eso es lo que sentía y siento.
Y esa preocupación me llevaba a preguntarle a sus fanáticos militantes que veían en ella y que les llevaba a suponer que podía aspirar a la primera magistratura, por que habilitados para eso estábamos unos cuantos millones de argentinos (por nacionalidad, edad, residencia, etc). La respuesta sonaba como el jalado de un gatillo, y básicamente hacía referencia a su drama familiar y a sus familiares desaparecidos y a su lucha por esta noble causa, después de esa respuesta no había posibilidad de retruques. Aunque ahora suene mas irracional que entonces, esa era la respuesta que me helaba, por que vaya si esa posibilidad era probable allá por 1997.
Me asquea la tecnocracia. Siempre me preocupo por la elección del funcionario, siempre quiero, prefiero, al político, pero no basta con llenar un hueco con uno del palo. En ocasiones no pido que sea solo alguien leal al gran elector sino también que sea un experimentado en el área.
Cuando tenemos que elegir un chófer para el micro escolar no tomamos al primero que se nos viene en mente y que tenga registro que lo habilite o por que sea del palo mio (es un sobrino de mi novia, o luchador de los DDHH o veterano de Malvinas, ojo que no quiero ofender a nadie con esto). En principio preguntamos y comprobamos que sepa manejar muy bien y tenga el dichoso registro, pero después avanzamos hacia otros continentes, que tenga experiencia y recomendaciones confiables, que en esas recomendaciones digan que tiene reflejos, que es prudente, responsable, que no tiene mañas que podamos juzgar inapropiadas para codearse cotidianamente con nuestros hijos, que se yo, tantas cosas. Sopesamos muchas cosas además de que tenga el registro y sepa hacer los cambios.
Hoy la gente reclama mucho mas que sepa manejar y que sea del palo. Espero que tengan suerte, sinceros deseos de suerte.
4 comentarios:
che, confesa, quien era tu candidato?
Porque te has cansado de hablar de la capacidad de gestion sobre el conocimiento técnico (julian dominguez sobre cheppi digamos) pero ahora no te convence. Realmente no te convence, o es otra mas de tus ejemplos de "no me gusta nada todo lo que hace cristina, massita lo haria mejor"?
Bueno, digamos que Sabbatella no era.
Digo yo despues de 50 cadaveres, que se yo, decirme que lo pongo por que me es leal, no me dice mucho
y a vos?
al menos presentámelo de otra manera, esto no es poner al presidente de la loteria de Sta cruz, no se si me entendés?
Totalmente de acuerdo con vos, Omix.
Antes nos preguntábamos que hacía un Ing.Agrónomo en la Secretaria de Transporte. Esperemos que no sea un nuevo error.
La lealtad además debe ser efectiva. De lo contrario....¿para qué sirve?
y recordemos grandes expertos en sus areas. Cavallo, el ya mencionado cheppi, arslanian, seguro se te ocurre algun otro, digamos que la experiencia nos indica que entre idoneidad tecnica y capacidad de gestion, deberiamos quedarnos con esta ultima.
Y el tipo en cuestion no es sólo leal, sino que tiene experiencia probada de gestion (intendente reelecto por mas del 70% de los votos).
Me parece que te dejas influenciar demasiado por el meopongoatodismo. Ya va a llegar el tiempo de massita, no lo apures limando gratis y sin razon.
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